Avieno describe a los Oestrimnios como habitantes de una región que abarcaba desde el actual Algarve hasta Galicia, un territorio al que llamó Oestriminis, comparable al Finisterre, el “fin de la tierra” desde la perspectiva mediterránea. Este pueblo, probablemente de origen pre-celta o ligur (un conjunto de pueblos y etnias que habitaron el sur de Francia y noroeste de Italia), vivía en la Edad de Bronce, dedicándose a la agricultura, el pastoreo, el marisqueo, y el comercio de estaño y oro, recursos abundantes en todo el noroeste ibérico.