Líderes de los grupos de Jóvenes Republicanos a lo largo de todo el país mostraban su preocupación sobre qué pasaría si se filtrase su chat de Telegram, pero no por ello dejaron de teclear. Se referían a negros como "monos", especulaban sobre mandar a sus rivales políticos a cámaras de gas, hablaban de violar a sus enemigos y llevarlos al suicidio, y alababan a políticos republicanos que suponían que apoyaban la esclavitud. Bobby Walker, vicepresidente de los Jóvenes Republicanos del estado de Nueva York calificaba a la violación de "épica".