“Estamos clasificando formalmente el fentanilo como un arma de destrucción masiva”, afirmó Trump al firmar el decreto. El mandatario justificó la decisión al comparar su impacto con el de un ataque bélico. “Ninguna bomba hace lo que esto está haciendo; mueren entre 200.000 y 300.000 personas cada año, que sepamos”, aseguró Trump. La orden ejecutiva instruye a distintas agencias federales a desplegar herramientas legales, financieras y operativas que hasta ahora se reservaban para escenarios vinculados al terrorismo o a amenazas químicas.