Prusia persiguió el café para favorecer el consumo de cerveza, por dinero, y hasta puso a olfateadores que persiguieran a los cafeteros...Aquí estaba el verdadero problema, en los impuestos, más allá de la predilección del monarca por la cerveza. El café era una importación para los prusianos y por lo tanto el dinero salía hacia otros países. En cambio, la cerveza era un producto nacional. Al final, no nos engañemos, el rey no se preocupaba por la salud de su pueblo o por su disfrute, sino que le preocupaban los ingresos vía impuestos.
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Menudo parguela. Los nuestros con cognac.