En 1980, Queen lanzó una canción que no sonaba para nada a Queen. Sin solo de guitarra. Sin armonías. Sólo una hipnótica línea de bajo... y un misterioso hombre llamado Steve. Se suponía que «Another One Bites the Dust» no iba a ser un éxito. Empezó con una letra de vaqueros. Usaba un loop de batería. Roger Taylor odiaba el sonido. Y dos errores de producción -uno en el medio y otro al final- nunca debieron escucharse.
|
etiquetas: queen , another one bites the dust , michael jackson , john deacon