El sacrificio invisible: miedo, consumo y pertenencia

La pertenencia —a una patria, a un partido, a una causa— suele presentarse como un valor absoluto, como un ancla que nos da identidad y sentido. Pero en su reverso se esconden preguntas inquietantes: ¿cuánto estamos dispuestos a ceder para seguir siendo parte? ¿Qué derechos, qué libertades, qué vidas son aceptables como precio por mantener la cohesión de un “nosotros”? En Washington DC, Donald Trump volvió a poner a prueba hasta dónde resisten las instituciones frente a su excepcionalismo: en este sentido, una de sus decisiones más recientes

[#1 Olepoint]

Es algo a lo que los asperger no nos tenemos que enfrentar, pero supongo que debe ser muy duro. A mi, que soy asperger, lo mismo me da que me acepten, que no, al final he terminado viviendo solo en una casa en mitad de la naturaleza, más feliz que una perdiz, si me apetece compañía la busco, pero no necesito que me acepten, eso me da libertad, y la libertad es solitaria, por definición.

[#2 Jointhouse_Blues]

La pertenencia al grupo, la tribu, el credo, etc., ha sido desde siempre explotada por las esferas de poder, desde oligarcas, políticos, clérigos, charlatanes y gurús. Todos ellos buscando su rebaño particular al que explotan y dirigen con fines diversos.

Los oligarcas, en colaboración con gobiernos y sus servicios de inteligencia, han llevado la manipulación de la población a unos niveles difíciles de imaginar. Ciñéndonos únicamente al tema tratado en este envío, voy a citar un par de…