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Los peligros de la palabra "ser" (I): el chiste del sargento

Un sargento instructor explica a sus reclutas las bases elementales de la balística. Dice el sargento:

“El obús describe una curva ascendente hasta llegar a su punto culminante y, a partir de este punto, empieza a caer a causa de, según dice el manual, la fuerza de la gravedad; pero, si queréis que os diga la verdad, entre nosotros, yo creo que, sencillamente, el obús se cae por su propio peso”.

Y aquí es donde todos nos reímos del sargento, pues resulta cómico descubrir que es tan corto que ignora que “caerse por su propio peso” no es más que la versión popular de “la fuerza de la gravedad”. Pero no se rían demasiado alto, guarden fuerzas para más tarde, no vayamos a continuación todos juntos a descubrir lo equivocados que nosotros también solemos estar y necesitemos fuerzas para reírnos más.

Cuando nuestro sargento dice que un proyectil cae “por su propio peso”, está anunciando, de manera explícita, que el proyectil tiene un peso que le es propio. E implícitamente, que el peso es una propiedad del obús, al igual que lo es su masa o su volumen, aun sea o no nuestro suboficial consciente de esto. Pero, contrariamente a la masa o el volumen, que sí son cualidades propias de un obús, el peso no lo es; los cuerpos tienen volumen y masa, pero no volumen y peso. El volumen sí que pertenece al objeto, la masa sí que es una cualidad esencial del obús, pero el peso no. Recuerden sino las nociones de física que nos enseñaron en el colegio: un cuerpo tiene una masa dada, pero el peso no es más que la medida de la fuerza gravitatoria. El peso no constituye pues una propiedad esencial de la piedra, sino una propiedad relacional. Todos sabemos que un mismo proyectil demostraría un peso diferente en la tierra o en la luna a causa del valor diferente de la fuerza de la gravedad en estos dos ambientes distintos. La masa de la piedra es la misma en la tierra que en la luna; sin embargo, “su” peso varía considerablemente. Y las comillas que hemos utilizado en ese “su” demuestran nuestra uso diario equivocado del asunto: el obús no “posee” un peso, y no se trata, por lo tanto, de “su” peso. Hasta aquí nada que al lector le sorprenda.

Pesar es un verbo, una propiedad relacional, y no una propiedad esencial. Así pues, los objetos, pero también los sujetos (y aquí está el chiste) no poseen la interacción relacional que enunciamos con los verbos ni en su interior ni en ninguna parte: sencillamente, interactúan. Los verbos expresan conductas y las conductas, que son interacciones, no se sitúan en el interior del organismo, en una supueste mente, en una actividad mental, en un yo o en algún espíritu. Aún aceptemos o no la existencia de estos (no es el objeto discutir ahora esto), la conducta no es una propiedad esencial del sujeto sino una propiedad relacional, ya que dependerá siempre de una relación: no es posible saltar una valla sin una valla para saltar, al igual que no es posible demostrar envidia sin algo que envidiar. Considerar la conducta como algo que reside en el sujeto no tiene más sentido que confundir el peso con la masa. Al ver un organismo que se comporta de tal o cual manera tendemos a considerar que exterioriza una conducta que poseía en su interior ("es un envidioso y por eso envidia"), de la misma manera que cuando vemos un obús caer atribuimos su conducta (la de caer) a una propiedad interna del objeto, su peso.

Acaso alguno de los lectores se dirá: ¡pero puedo notar esas mariposas en el estómago cuando estoy enamorado!, o ¡he sentido ese ardor al odiar!, a lo cual le responderemos: ¿es que acaso no era aún así necesario alguien a quien amar para haber sentido esas mariposas?, ¿es que no había algo a lo que odiar que hacía encender ese llama?, ¿es que esas mariposas o ese ardor no son ya parte de la conducta?

Cometemos el mismo error que si, después de frotar una cerilla en el rascador de su caja y ver aparecer la llama en la punta del fósforo, afirmáramos que la llama se hallaba en el interior de la cerilla. A la pregunta: “¿dónde se hallaba la llama antes de frotar el fósforo contra el rascador, en la cerilla o en el rascador?” la respuesta correcta es: “ni en la una ni en el otro”. Pero la llama no se encontraba en el interior de la cerilla ni en el interior del rascador; la llama es la resultante de la interacción entre ambos. Asimismo, la conducta no es una propiedad esencial del organismo, sino una propiedad relacional; y es por ello que se expresa mediante un verbo, que designa acción, y no mediante un sustantivo. Una piedra no tiene peso (sustantivo); pesa (verbo). Un enamorado no tiene amor; ama. Un delincuente no tiene agresividad; agrede, aun aceptemos que exista predisposición genética o de cualquier otro tipo a la conducta agresiva. Explicar que alguien está triste porque llora, o enfadado porque grita, o que es envidioso porque envidia no nos informa sobre la causa de nada.

Y sin embargo, este deslizamiento gramatical desde el verbo hacia el sustantivo corresponde ni más ni menos que a ese proceso de sustantivación e hipostatización, tan corriente y habitual, que ni siquiera somos conscientes del abuso que todos cometemos de este día a día.

Ahora sí, pueden reírse fuerte si les hizo gracia.

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Extracto algo más que editado de la conferencia pronunciada por Esteve Freixa en la UNED (Madrid) en 2002 "¿Qué es Conducta?"

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El entierro de Genarín

El secreto de ganar.

Es llevar muy buenas cartas.

Antes de barajar.

"El entierro de Genarín."

Julio Llamazares.

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Envío erróneo o controvertido, por favor lee los comentarios.

Menéame, tenemos que hablar...

Ante todo, quiero dejar claro que esto que aquí lees es una simple opinión personal y sobre todo, una opinión desde un punto de vista técnico.

Creo que desde hace mucho tiempo, algunos de los usuarios más activos del sitio, venimos viendo una serie de anomalías (por llamarlas de alguna forma) en las cuales, se vienen observando algunos problemas relacionados con la moderación de contenidos y usuarios.

Por empezar, el asunto ya manido de los negativos a artículos de portada y sobre lo cuál algún otro usuario ya ha escrito al respecto. Por lo general, la portada suele estar bien atendida en términos de variedad, ideología y calidad de contenidos. Sin embargo es cierto que, muy de vez en cuando, aparecen en portada algunos tipos de contenido que, repito, desde un punto de vista meramente técnico, no deberían siquiera haber conseguido un lugar allí.

Todos esos contenidos suelen ser calificados como "bromas", "gracias", "estupideces", en las que con solo agrupar un pequeño número de usuarios dispuestos a promocionarla, consiguen que llegue a portada. El problema viene cuando, una vez conseguida la hazaña, otros usuarios decidimos que quizá ha tenido gracia, pero es momento de despublicarla, haciendo uso de los votos negativos.

El caso es que como por ejemplo pude ver ayer, una noticia con 40 meneos y 30 negativos permanecía en portada por al menos 10 minutos (cuando, según me explicaron en nótame, el tiempo de recálculo de votos se hace cada 5 minutos).

La conclusión que llego a sacar de todo esto, es que los usuarios special deberían quizá tener más medios y quizá más poderes para poder ayudar a los usuarios admin a gestionar este tipo de anomalías. Ya que por el momento, la promoción de de nuevos administradores se hace de forma digital (a dedo) y solo si te dejas ver en la minicomunidad sita en el nótame (lo cuál hasta cierto punto comparto).

Menéame está empezando a adquirir unos niveles de actividad que quizá deberían sacar a debate la creación de un nuevo rol que se encuentre entre special y admin, y que de más poderes y más oportunidades a muchos de los usuarios más activos, y así ayudar a mantener la buena calidad y funcionamiento de la web.

Un buen ejemplo de todo esto sería el caso del conflicto Catalunya-España, en el que estamos viendo un juego de promos de noticias en portada que para la gran mayoría dista bastante de ser justo, equitativo y sobre todo objetivo para con los lectores del sitio, haciendo que haya una clara conducción de opinión por parte de un pequeño grupo de usuarios con intenciones de manipular lo que se lee y comenta, o que simplemente no comulgan con las ideas que se muestran en dichas noticias.

Es por ello que desde mi humilde posición de usuario con más de 10 años de antigüedad, hago un llamamiento a los editores y desarrolladores del sitio, para que los parámetros de afinidad en este caso y sobre todo los parámetros de participación grupal de ciertos usuarios sea revisada y sobre todo medida, a fin de evitar que convirtamos este portal en una especie de ForoCoches, en la que es estrictamente necesario comulgar con las ideas del lugar para poder ayudar a mantener el buen funcionamiento de la web.

Sin más, después de este pequeño tocho, dejo la veda abierta a que me pongáis a parir y empecéis todos los flames que estiméis oportunos.

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Lectura escéptica, un caso práctico

No quiero entrar a opinar tu orientación política, tan solo sé que tienes tus motivos para creerte lo que tiendes a entender como verdad objetiva. A mí me pasa exactamente lo mismo.

Posiblemente creas que lo que está pasando con X tema tiene un claro culpable, cuyo culpable Y está contraviniendo Z , llevándonos a todos a la insostenible situación en la que nos encontramos.

Inmediatamente te habrá venido a la cabeza tu demonio personal, sea Rajoy, Puigdemont, Putin, Trump o Merkel. Como puedes comprobar, todos tenemos la solución a estas tres incógnitas (X, Y, Z) que validan esta ecuación, es lo que se llama una ecuación lineal, posiblemente compatible e indeterminada.

Al fin y al cabo, todos estamos expuestos a caer en nuestro propio engaño, el sesgo de confirmación, en el que solo damos valor a las noticias u opiniones que confirman nuestra ya predeterminada opinión sobre ese tema.

Es el motivo principal por el que tenemos que actuar con vulpécula actitud, levantando las orejas ante cualquier perturbación en la fuerza de la corriente de opinión, y ser absolutamente escépticos con todos los inputs que nos llegan en las batallas diarias que tienen lugar en los medios de comunicación.

Existen unos elementos en la prensa, y no solo la contemporánea, llamados “Creadores de Opinión”. Son noticias que deberían estar en la sección de opinión, pero se cuelan con mayor o menor fortuna dentro de una noticia de la que se esperaría un mínimo estándar de objetividad. Todos sabemos que no se escapa ningún medio de esta lacra, sea cual sea la línea editorial.

Esta tarde, leyendo la portada, me encontré con una noticia que rezaba, con alzada autoridad, que más de cien catedráticos y expertos en derecho se habían adherido a un manifiesto reprobando la acusación de rebelión en el culebrón del Cataluña.

Tan solo hizo falta leer dos párrafos en los que el autor del artículo se limitaba a enumerar a modo de bonito decálogo los puntos en los que este supuesto centenar de autoridades letradas ponían de vuelta y media el argumentario del oponente, en la figura del Ministerio Fiscal. Al final del artículo, en el que se hablaba de este colectivo de forma indeterminada, se hacía mención de forma escueta y disimulada a la lista de intelectuales firmantes.

No fue tanta mi sorpresa al ver que se trataba de una web de “peticiones de firmas on-line”, de esas en las que se pide desde el retorno de cierta salsa de una cadena de comida rápida, hasta la abolición de leyes completas, pasando por la declaración de cuatro piedras como Patrimonio de la Humanidad. Es decir, el “a petición popular” de toda la vida.

Menos sorprendente fue comprobar que yo mismo, podía imbuirme de un aura de autoridad jurídica, firmando con la identidad de “Macías Pajas” Catedrático de Derecho de la insigne Universidad de Toronto de España. Ya saben, por eso de que, desde lo alto de Toronto, se ve Torontotero. Sin embargo, ni siquiera hacía falta que yo manchara el nombre de tan honorable cuadro, cuando hay técnicos electricistas con grado de FP (sic) firmando en el grueso del insigne grupo de intelectuales, cuando no directamente firmas anónimas.

Se le había caído la careta a la engañifa, así que solo quedaba por realizar una ingeniería inversa para saber quién estaba detrás de este intento de colar un artículo de opinión como una noticia, y al mismo tiempo darle un baño de argumentum ad verecundiam, es decir, darle un empaque de autoridad en base a nada menos que 100 doctos en derecho.

Lo obvio es comprobar que se trata del diario en línea Publico, cuyo propietario es el para nada desconocido Jaume Roures, propietario de Mediapro y autoproclamado mecenas de Podemos.

Pero si hurgamos un poco mas en el supuesto manifiesto, lleva poco tiempo darse cuenta que el primer firmante es obviamente el autor del mismo, encontrándonos con el nombre de Francisco Javier Álvarez García, catedrático de derecho penal de la UCIII.

No es sorprendente tampoco que este catedrático tenga su lobby de Catedráticos de Derecho Penal firmantes de manifiestos, condenando por ejemplo la situación de Gaza e Israel , algo totalmente legítimo por otra parte. También se pueden encontrar entrevistar realizadas por Wyoming , artículos de su propio cuño en eldiario.es, e incluso libros a la venta dentro de la propia web de Publico.

Por tanto no deja de tener un tufo a noticia convenientemente fabricada, en la que el autor de la noticia (firmado con un genérico “Madrid”) parece encontrar un artículo a medida, del que sólo este medio se hace eco, y en la que Francisco Javier Álvarez se esconde detrás de un supuesto centenar de firmantes para dar empaque a su línea política.

En resumidas cuentas, no caigáis en la necesidad de creer vuestra propia opinión, ni en la tentación de rodearos de insignes letrados afines para reafirmaros en vuestras convicciones. Os animo a que con cada medio de información, seáis capaces de ver la intenciones, el target y la idea principal de su interpretación de la noticia. Incluso intentéis comprender la otra cara de la moneda en otro medio de linea editorial opuesta, sea cual sea vuestro color político.

Sencillamente, antes de leer, intentad preguntaros, ¿Qué quiere este medio que yo opine?

  

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Proyectos open Source escritos con Ruby on Rails

Un bonito catálogo de proyectos. Todos con su demo y código fuente
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Punto arriba, punto abajo

Desde la "mítica" Malaprensa del periodista/profesor Josu Mezo, nos llega una sobresaliente anotación/colaboración de Wonka (Pistas) sobre las reiteradas equivocaciones de la prensa "profesional" española, esta vez sobre los salarios "femeninos". ¿Quién decía que los números no mienten? Nuevamente, la prensa manipula en función de sus intereses, los suyos, no los de los lectores ¿Y la credibilidad?
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150 Gbps, nuevo récord de transferencia

Via ALT1040 leo que durante el SC|05 Bandwidth Challenge se ha llegado al récord de transferencia de 150Gbps, con tasas sostenidas en enlaces internacionales de 100Gbps. Se transmitieron 475TB de datos sobre experimentos de física de partículas entre laboratorios en 24h.
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Top 10 custom JavaScript functions

Si alguna vez existió un common.js universal y compartido entre desarrollos, seguro que contenía esas 10 funciones. Las típicas funciones que siempre alguien acaba programando porque no están y hacen falta :-)
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Breve HowTo para programar Python con Qt

No es un extenso tutorial, pero sí permite saber cuáles son los pasos iniciales que hay que dar para programar interfaces de usuario usando Python.
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TDT, TDI y HDTV

En el programa de radio Mallorca en Xarxa surgió el Siemens M740 AV, un dispositivo para ver TDT que contiene un GNU/Linux. Tanto el apunte como el programa de radio están en catalán. El web puede traducirse con las entradas bajo «Tradittore», en el menú del blog.
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Cindy Sheehan en Madrid

Los días 16 y 20 de diciembre, el Colectivo de Hermanos, Amigos y Compañeros de José Couso en Madrid han organizado dos actos que contarán con la participación de Maribel Permuy, Pilar Manjón y los familiares de soldados estadounidenses muertos en Iraq y Afganistán: Cindy Sheehan, Juan Torres y Beatriz Zaldivar.
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Concurso de vídeos para promoción del Firefox

La Fundación Mozilla ha lanzado una nueva fase de su campaña de promoción del Firefox. Se trata de un concurso de vídeos de 30 segundos de duración.
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Test de Web 2.0

Este test es la forma definitiva de saber si esta uno a la última en estas cosas de la Web 2.0 o no. Un test que consta de 10 preguntas, algunas nada obvias. La mejor forma de que vaya bien con el test es pasarse un buen rato antes en la página del web 2.0 workgroup (durante el test es difícil, sólo hay 10 segundos por pregunta :) ).
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Del plagio de Troya al montaje lunar

Juan José Benítez ha aprovechado la promoción de su última novela, Caballo de Troya 7. Nahum, para salir en la revista Enigmas en defensa de lo que hizo hace casi dos años en Televisión Española (TVE): presentar un montaje de animación como si fuera una película rodada en la Luna en 1969. Las imágenes, en las que se veía a dos astronautas explorando unas ruinas extraterrestres en el satélite, se incluían en la penúltima entrega de Planeta encantado, la serie del periodista navarro que emitió TVE tanto en tiempos del PP como del PSOE.
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Sitios interesantes Google Maps

En desdeArriba.net podrás encontrar una gran recopilación de lugares interesantes de todo el mundo vistos desde arriba, con imágenes por satélite y ortofotos, gracias a Google Maps y Google Earth.
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Los periodistas digitales competirán por los Pulitzer

A partir de este año también podrán recibir este prestigioso premio los periodistas de medios digitales.
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Google Earth para Mac OS X

Es una versión no oficial, pero los usuarios de Mac OS X ya pueden viajar por el mundo sin moverse del sillón.
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Kriptópolis: Los alemanes no se fían de la seguridad de Blackberry, PGP vs GnuPG

Desde la web/bitácora pionera en la red global, Kriptópolis, y de la mano del médico santanderino José Manuel Gómez (JMG), nos llega esta anotación sobre la desconfianza que genera el uso de software privativo, en especial en las implementaciones de ciertos algoritmos de cifrado fuerte.
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Las CCAA también suspenden en accesibilidad

El plazo legal para adecuar los contenidos de los servicios públicos ofrecidos a través de la Web a los criterios de accesibilidad “generalmente reconocidos” expira el 31 de diciembre. Las Administraciones Autonómicas han dispuesto de más de tres años para llevar a cabo esta tarea, desde la promulgación en junio de 2002 de la LSSICE. El suplemento de tecnología de "El Mundo" publica un informe de discapnet en el que se analizan con detalle los portales autonómicos.
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Fin de año desde Times Square

14 cámaras desde las cuales podrás ver Times Square al completo hasta que celebren las campanadas. Muchísima gente y movimiento, dan ganas de poder estar ahí.
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Sin actualizar a WordPress 2.0, ¿por qué?

Me gustaría escuchar de vuestros comentarios quien ha intentado actualizar y al final no lo ha hecho por alguna razón u otra.

Por favor, objeciones razonables. No quiero entrar en una lucha, simplemente quiero entender por qué. Quizá la comunidad podamos ayudarnos unos a otros a entender esto.
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Doble óptica de Kodak

La EasyShare V570 presenta por fin una novedad interesante en el sector de las compactas digitales: doble óptica y dos sensores de imagen
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Hume tiene para todos

“ [...] En todo sistema moral de que haya tenido noticia, hasta ahora, he podido siempre observar que el autor sigue durante cierto tiempo el modo de hablar ordinario, estableciendo la existencia de Dios o realizando observaciones sobre los quehaceres humanos, y, de pronto, me encuentro con la sorpresa de que, en vez de las cópulas habituales de las proposiciones es y no es, no veo ninguna proposición que no esté conectada con un debe o no debe. Este cambio es imperceptible, pero resulta, sin embargo, de la mayor importancia. En efecto, en cuanto que este debe o no debe expresa alguna nueva relación o afirmación, es necesario que ésta sea observada y explicada y que al mismo tiempo se dé razón de algo que parece absolutamente inconcebible, a saber: cómo es posible que esta nueva relación se deduzca de otras totalmente diferentes. Pero como los autores no usan por lo común de esta precaución, me atreveré a recomendarla a los lectores: estoy seguro de que una pequeña reflexión sobre esto subvertiría todos los sistema corrientes de moralidad, haciéndonos ver que la distinción entre vicio y virtud, ni está basada meramente en relaciones de objetos, ni es percibida por la razón.” (Hume, “Tratado de la naturaleza humana, tomo III: De la Moral”, 1739).

David Hume (1711 – 1776), en su estilo directo, nos presenta en el famoso anterior párrafo de su “Tratado la Naturaleza Humana” el famoso problema del “Ser y Deber Ser”, que significaría toda una revolución para el pensamiento moral dominante hasta mediados del S. XVIII. Y es que el ilustrado escocés no sólo es uno de los filósofos más destacados dada la repercusión de su pensamiento y propuesta empirista, sino que en especial fue uno de los críticos más puntiagudos con las pretensiones de tradición filosófica que se establecían como ciertas y dominantes en su época. Pretensiones que, como veremos, aún son en muchos casos vigentes. Su reductivismo en los planteamientos, su extremismo y contundencia en sus postulados, esa cierta “alma provocativa” y tendencia hacia lo cómico que desprende su obra han servido como arma perfecta para lo que sería uno de los objetivos del autor: presentar una visión renovada de cuestiones permanentes. El distanciamiento de preceptos religiosas (sepan que Hume fue condenado como ateo por lo que se le prohibió cursar cátedra en la universidad de Edimburgo), el entusiasmo en el desarrollo de la ciencia (su insistencia en recalcar que los hechos deben ser observables) a la vez que una dura crítica a esta misma ciencia desde el extremismo empírico (su negación de la “causa - efecto”), y la advertencia sobre la imposibilidad de liberarnos de nuestros errores lógicos marcarían gran parte de su obra.

Dentro de este trabajo crítico destacará su ataque frontal a un modo de razonar típico de los filósofos morales hasta ese momento: el de deducir normas a partir de juicios de hecho, es decir, el de determinar la moral en razón a la descripción de la realidad. Esta advertencia es conocida como “La Guillotina de Hume” o “El Problema del Ser y el Deber Ser”. Como descripción estricta, Hume nos muestra la imposibilidad de crear enunciados normativos a partir de enunciados descriptivos sobre cuestiones de hecho sin caer en el error lógico presentado. Veamos un ejemplo:

Enunciado descriptivo: Siempre hubo violencia

Enunciado normativo: debe haber violencia

Desde el punto de vista lógico no existe ningún puente que una la "realidad del ser" con "la obligación del deber ser", ambas son independientes e irreductibles. De la realidad que nos muestra que "siempre hubo violencia" no podemos inferir que "deba haber violencia", no existe justificación alguna para esto. Para Hume los objetos morales no pueden ser aprehendidos por métodos deductivos (de relación o de simultaneidad): ni aparecen como relaciones de ideas, ni aparecen como impresiones de la realidad a través de nuestros sentidos. Veamos por ejemplo el objeto moral del vicio. Este no se encuentra en ningún lugar hasta que uno reflexiona internamente y encuentra ese sentimiento de desaprobación llamado vicio. Los juicios morales serían así enunciados sobre la mente del que habla:

"Los "juicios morales" que formulo se refieren a mí, y cuando alguien dice "X es vicioso" esta diciendo que tienen un cierto sentimiento hacia X" (Barry Stroud, "Hume", 1977).

Esta vuelta del revés de la concepción moral será de suma importancia en la historia de la filosofía moral: cuando indicamos que “ese acto fue vicioso, cometido por una persona perversa”parece que indicamos algo sobre una acción y sobre un agente, y no algo sobre nuestras emociones, que es según Hume lo que ocurre. Los atributos morales (vicio, virtud, bueno, malo, etc...) no serían más que enunciados de nuestros sentimientos, que no deben ser confundidos con deducciones del entendimiento al observar la realidad externa. Vemos así como para Hume de la ontología objetiva (estudio de la realidad del ser) no podemos derivar la deontología (determinación de como debe ser la conducta humana). La moral sólo podría nacer así de las emociones y sentimientos internos:

“Este razonamiento no sólo prueba que la moralidad no consiste en relaciones, que son objeto de la ciencia; sino que si se examina probará con igual certeza que no consiste en algún asunto de hechos que pueda ser descubierto por el entendimiento” (Hume, Tratado de la naturaleza humana, tomo III: De la Moral, 1739)

"Ser y Deber Ser": previsión a futuro y leyes naturales.

Para Hume tampoco debemos confundir la capacidad de previsión con "el deber ser". Dadas ciertas condiciones, "de lo qué es" y "de lo que fue", de la realidad inmediata y de nuestro conocimiento del pasado, podemos atrevernos a concluir "lo que será" (aunque como veremos más abajo, Hume rechazará la “causa - efecto”). Vemos así como las previsiones a futuro solo se mueven en el plano del ser. Una previsión a futuro no puede tener en cuenta "lo que debió ser" y "lo que debe ser" para indicar "lo que será", ya que esto último pertenece "al ser" y no al "deber". Por ejemplo: podemos verificar como durante toda la historia existieron asesinatos, por lo que esto nos lleva a pensar, coherentemente, que un futuro seguirán existiendo asesinatos, al menos mientras no cambien las condiciones sociales y factores humanos. Pero de esta previsión no debemos concluir que, al menos algunas personas, "deban ser" asesinos (siempre entendiendo este “deban ser” como posibilidad de justificar moralmente el asesinato).

Y de igual manera para Hume no debemos confundir las "normas de conducta" con las "leyes naturales". Al fin y al cabo, una "ley natural" es un conjunto seleccionado de proposiciones descriptivas, logrado gracias al lento desarrollo de las ciencias. Y como ya vimos más arriba, de las proposiciones descriptivas no existe capacidad lógica de concluir proposiciones normativas. Las leyes de la naturaleza no anuncian el ser profundo de los fenómenos, sino que describen sintéticamente las relación de secuencia o simultaneidad que se dan en estos. Muchas de las leyes naturales están asentadas a partir de la "causalidad", la cual afirma que a un determinado fenómeno (causa) suceda otro fenómeno (efecto): si se da "A" se dará "B", ejemplos: "si se aplica calor al hierro este se dilatará", o “para toda acción corresponde una reacción igual y opuesta”. La ciencia se soporta sobra la causalidad como un postulado de la razón que exige encontrar conexiones de "causa - efecto" para explicar la realidad. Hume, como empirista radical no aceptará la relación de "causa - efecto": para el escocés, que en todas las observaciones sobre un mismo fenómeno se haya podido observar un mismo efecto no significa que en el futuro deba de ser así (ya dijimos más arriba que Hume tenía la capacidad de llevarnos a un inspirador extremismo y a cómicas situaciones). Y aunque hoy nos resulte alejado aceptar tal empirismo radical, aunque aceptemos la existencia de relaciones eternas de "causa - efecto", no existiría ningún puente lógico para determinar normas morales a partir de estas relaciones eternas. El objeto de actuación de la moral, cuando estas se transforman en ley, son los seres que tengan libertad para obedecerlas o infringirlas, pues sólo donde pueda existir esta posibilidad tendrá sentido legislar. Es absurdo legislar allá donde los seres tengan una conducta imposible de ser alterada. Por eso las normas se deberían dirigir exclusivamente a la conducta consciente y libre de las personas: igual que no tiene sentido legislar el sistema circulatorio de la sangre en nuestro cuerpo, no tiene sentido legislar el comportamiento de los animales.

Principales críticas y contracríticas al problema del “Ser y Deber Ser” de Hume.

Como no podía ser de otra manera, un planteamiento de tal calado fue objeto de innumerables críticas, tanto en su publicación como posteriormente. Y es que en el fondo plantea algunas de los dilemas morales más profundos: ¿dónde se encuentra la moral?, ¿por qué y cómo se llega hasta ella?, ¿por qué aceptamos o rechazamos ciertas acciones morales que percibimos, y por qué tomamos ciertas actitudes hacia ellas?,  A continuación se presentan, de modo muy breve pues la bibliografía crítica a este respecto es enorme, las principales críticas al planteamiento del filósofo.

- Amoralidad, positivismo y relativismo: El pensamiento de Hume en muchas ocasiones ha sido tachado o bien de amoral, o bien de relativista. Primero advertiremos que cualquier lectura del pensamiento moral de Hume rápido nos muestra que la amoralidad no existe en su propuesta: Hume nunca dijo que no existiera la moral ni que no debiéramos hacer caso a nuestra moral. Como apuntábamos más arriba, para Hume la moral nace del emotivismo, de aquellos sentimientos que surgen de lo más profundo del individuo. Esto es acorde a la propuesta empirista de Hume, que defiende que el conocimiento solo puede venir o bien a través de la experiencia sensible o bien a través de las relaciones deductivas de ideas: si en la realidad que nos muestran nuestros sentidos no podemos encontrar la justificación moral, y si la moral tampoco puede encontrarse en las relaciones de causa o simultaneidad, esta sólo puede venir de los sentimientos. La moral nacería así de las emociones. Y esto último, el justificar la moral en las emociones es los que nos lleva a tratar el relativismo de Hume. Dado que las emociones pueden ser diferentes para cada individuo, incluso tras la observación de un mismo fenómeno, Hume estaría aceptando que la moral podrá ser diferente para cada persona, esto es, que será relativa dependiendo del sujeto. La crítica aquí sería la siguiente: aceptar un relativismo en la moral abriría la puerta a negar la posibilidad de cualquier ordenamiento moral, ya que la verdad o falsedad de las afirmaciones morales no serían objetivas ni universales, sino relativas al sujeto, por lo que de aquí se derivaría una imposibilidad en el diálogo y acuerdos sobre cuestiones morales. A este respecto, creo importante rescatar el siguiente párrafo de “La investigación Sobre el Entendimiento Humano”:

“El único objeto del razonamiento es descubrir las circunstancias de ambos lados [lo que es valioso y lo que es condenable], que son comunes a estas cualidades; observar las particularidades estimables en un lado, y las condenables en la otra; y por tanto alcanzar los fundamentos de la ética, y encontrar esos principios universales de los cuales toda la censura o aprobación es ultimadamente derivada. Como esta es una cuestión de hechos, no de ciencias abstractas, únicamente podemos esperar tener éxito siguiendo el método experimental, deduciendo máximas generales de la comparación de instancias particulares” (Hume, Investigación Sobre el Entendimiento Humano, 1748)

Para Hume no existe impedimento en que a partir de las emociones sea posible derivar aserciones éticas tipo “principios universales”. Lo que cuestiona es el método de los filósofos hasta ese momento, el de establecer primero un “principio general abstracto (una norma moral)” del cual se obtienen luego las derivaciones morales (bueno, malo, etc...), en vez de favorecer un método inductivo para llegar a esos principios. La conducta moral no puede derivar ni de hechos ni de ideas puras; sin embargo esto no significa que los sentimientos no puedan ser inductivamente abreviados para dar origen a algún tipo de principios éticos. Que los sentimientos no nazcan de las ideas no significa que estos no puedan ser expresados en ideas, ni que estas ideas, una vez conocidas, no puedan pensarse de forma lógica. El matiz es sutil, pero de importancia. El escocés, dentro de esta posibilidad de categorizar las emociones, propondrá a “la simpatía”, véase la capacidad de compartir las emociones con otros, como el principio moral que otorga universalidad al sentimiento moral. Hume propone así que más allá de un relativismo donde cada individuo operaría moralmente aislado a los demás, en realidad estaríamos abiertos compartir y comprender los sentimientos de los demás. Todos compartiríamos unas mismas emociones básicas que suelen producir unas mismas reacciones morales, a la vez que las emociones son y pueden ser “educadas” a lo largo de la vida del individuo para obtener unos mismas juicios morales a mismas acciones. En cualquier caso, y en opinión del autor de este artículo, Hume no desarrollaría suficientemente esta propuesta, por lo que la sombra de la posibilidad de un relativismo moral a partir de los postulados de Hume es amplia.

- Tesis de la incomunicabilidad absoluta: Pretende encontrar en la tesis de Hume la siguiente contradicción: si del “ser” no puede derivarse el “deber ser”, existiría una contradicción al afirmar que “del ser de los sentimientos” se podrá derivar la moral. Esta crítica englobaría dentro del “ser” o “realidad” indicadas por Hume a las emociones. La cuestión aquí a resolver sería la siguiente: si cuando Hume habla del “ser” o de la “realidad” incluye aquí a las emociones y sentimientos internos, o si más bien sólo estaría hablándonos de fenómenos ontológicos externos. En opinión del autor de este artículo, parece difícil conceder que para Hume las emociones internas formaran parte del “ser" del que habla Hume, en especial teniendo en cuenta el resto de su obra. El “ser” para Hume sólo trataría los fenómenos ontológicos propios a la realidad externa.

- Searle y la crítica desde la filosofía analítica: Varios han sido los intentos de criticar el problema lógico del “Ser y Deber Ser” desde la propia filosofía analítica (estudio conceptual del lenguaje por medio de lógica formal). Probablemente el más conocido sea el emitido por John R. Searle en 1964, publicado en su artículo “Como Derivar el Deber Ser del Ser”. El razonamiento es el siguiente: el hecho de hacer una promesa crea la obligación moral de cumplir lo prometido. Por lo tanto y por ejemplo para las siguientes proposiciones descriptivas y normativas no existiría contradicción lógica:

Enunciado descriptivo: Juan prometió a su amigo ser honesto.

Enunciado normativo: Juan debe ser honesto con su amigo.

Searle afirma así que la propuesta de Hume adolece de un error de base: que existen unos enunciados descriptivos que encierran en si mismos enunciados normativos, estos serían los “actos del habla” relacionados con las promesas, juramentos, contratos, etc. Una promesa implica lógicamente asumir una obligación, por lo que tautológicamente (formula lógica bien formada que resulta verdadera en cualquier situación) se está en esa obligación. La frase “Juan prometió a su amigo ser honesto” lleva a que Juan asuma la obligación de su promesa, la de ser honesto a su amigo, de manera que se evidencia que ese enunciado descriptivo contiene en sí misma el enunciado “Juan es honesto”. Esto nos lleva a la posibilidad de encontrar el juicio moral en el “ser”, en la realidad, ya que existirá la posibilidad de evaluar las acciones de Juan y comprobar si este cumple con su promesa, y por tanto comprobar en esas mismas acciones si “Juan es honesto”.

Esta crítica abriría una nueva vía al contractualismo, corriente moral que admite y propone que las normas pueden ser dictadas después de un contrato social (ver aquí breve descripción de la propuesta de contrato social propia de Rawl), un acuerdo entre individuos sociales. La cuestión aquí sería determinar hasta que punto las palabras y el lenguaje forman relaciones institucionales, esto es, hasta que punto el habla recoge la normativa moral de la sociedad. Aceptar que una promesa obliga moralmente al individuo a su realización es diferente a decir que el hecho de prometer haga que esa misma promesa se cumpla. De hecho decir esto último sería falso, ya que todos los días vemos en nuestra sociedad ejemplos de promesas que no se cumplen, por lo que se podría afirmar que un enunciado descriptivo que presente una promesa no tiene porqué resultar en un enunciado normativo, ya que la realidad nos muestra que el significado de esa palabra, “promesa”, no tiene una relación directa con la realidad.

Una vez presentado, muy sintéticamente, la propuesta de Hume y sus críticas (ánimo al lector interesado a profundizar en esta cuestión) pasaremos a presentar algunos aportes personales del autor de este artículo.

Notas del autor del artículo. Hume tiene para todos.

"- ¿Y usted no cree que la moral, si es tal, se impone también sin nosotros? – No, no y no. Se impone tanta moral en la medida en que nosotros la impongamos. La victoria de la razón sólo puede ser la victoria de los que razonan» (Bertolt Brocht, "Vida de Galileo", 1939).

- “Ser y Deber Ser”, historia y ciencia: La historia pretende decirnos cómo fue lo ocurrido, la ciencia pretende describirnos las relaciones de los fenómenos, pero ninguna de estas dos tiene capacidad para decirnos si "debió ser así o no" y "si debe ser así o no", ambas se mueven en planos distintos a la moral, ambas son descriptivas y no normativas. Las leyes jurídicas o científicas siempre corren el riesgo de ser epifenómenos de su época, es la historia la que se expresa a través del derecho o de la ciencia, y no al revés. La historia y la ciencia nos dice lo que en cada época conviene legislarse o tomarse por verdadero: las leyes de hoy pueden ser muy diferentes a las de ayer y a las de mañana (miren como hemos pasado, por ejemplo, de un mundo dónde existió el "derecho de pernocta" a otro que no lo permite), y de igual manera las teorías científicas de hoy pueden ser muy diferentes a las de ayer y a las de mañana (ejemplo típico de esto sería el paso del sistema geocéntrico ptolemaico al sistema heliocéntrico copernicano y de este último al que nos mostraron Newton y Kepler). La historia y la ciencia no son quiénes para juzgar sobre la moral, por mucho que creamos saber cómo fueron y son las cosas, la moral no nacerá del conocimiento de la realidad, sino que estará en otro lugar. Buscar en la historia o en la ciencia las bases para crear las normas morales resulta en algo tremendamente peligroso: esta incapacidad de determinar la moral en función de un pasado y de un presente resulta hoy en día en una necesaria advertencia para aquellos que pretenden fundamentarla a partir de un "burdo materialismo historicista" (y digo burdo por diferenciarlo del "no burdo") o a partir de un cientifismo ciego. Buena reflexión para los tiempos que corren, donde presenciamos como, de nuevo, se crean leyes a partir de supuestos históricos, culturales o científicos que pretenden legislar de forma diferente en función de alguna de nuestras características innatas.

- “Ser y Deber Ser”: la cuestión numérica: Muy conectado con lo anterior asistimos, también hoy de nuevo, a que se otorgue validez a la cuestión numérica para dictaminar normas morales: esta pretensión persigue encontrar en la repetición de “mismos” sucesos la columna a partir de la que apoyar ciertas normas. A mayor número de sucesos, mayor necesidad de legalizar. No deja de ser curioso, y prueba de la no relación entre la frecuencia de sucesos y su necesidad de legalización, que para diferentes fenómenos con alta tasa de repetición la respuesta legislativa, legalizar o ilegalizar, sea diferente: mientras que en ocasiones de que un acto se repita mucho se extrapola la conclusión de que debe ser legalizado, otras veces la conclusión es su contraria, que sea ilegalizado. Si esto es así, si no existe una relación entre tasa de repetición y determinación de legalización o ilegalización, estaríamos reconociendo que la moral (de la que partirán la posterior legislación) se deberá encontrar en otra parte diferente a la cuestión numérica. Observamos como algunos pretenden justificar la legalidad del aborto o de la prostitución en base a su gran tasa de repetición ("son realidades que se repiten en gran número y seguirán existiendo, y por eso deben ser legalizadas", dicen algunos; “más de x casos de aborto al año en España justifican su legalidad” escuchábamos en boca de una ministra), mientras por el contrario se defiende la ilegalización total de las donaciones de particulares a partidos políticos porque hemos observado que "muchas de estas" esconden infames corruptelas. Vemos como algunos justifican una diferente pena para cada sexo alegando "que la tasa de muerte es mucho mayor en la violencia de hombres hacia mujeres que al revés, y de ahí la necesidad de diferentes penas disuasorias” pero a la vez se esta totalmente en contra de aquellas propuestas que presentan diferentes condenas en función a la etnia, raza, cultura, lugar de nacimiento y la tasa de repetición de ciertos delitos en estas. Olvidamos como la cuestión numérica sirvió para justificar el toque de queda nocturno para la población negra de ciertas ciudades europeas del S. XIX (al fin y al cabo el mayor número de delitos lo cometían los negros) o como una de los anhelos históricos de la más rancia derecha ultraconservadora en USA justifica en la cuestión numérica su propuesta de aumentar las penas por los mismos delitos dependiendo de si eres blanco o “negro / latino” (ya que, al fin y al cabo y con los números en la mano, estos últimos son los que más delitos cometían, los que más delitos cometen y los que más delitos cometerán de no cambiar sus condiciones). Una cosa es valorar las repercusiones que cierta legislación tuvo en relación con los objetivos marcados (por ejemplo, la ilegalización de las drogas no parece haber tenido los efectos deseados) y otra es la simpleza de justificar cambiar la legislación por una alta tasa de repetición (siguiendo con el ejemplo de la droga, la razón para cambiar o no la legislación al respecto no será sólo que muchas personas sigan consumiendo estas sustancias ilegales).

Hume tiene para todos.

Tal vez el lector atento se haya percatado del hecho de que se hayan expuesto algunos ejemplos y comparaciones de la incapacidad de dictar la moral a partir de la realidad especialmente sangrantes para algunas de los postulados más en boga que hoy en día defiende el "progresismo" (o como lo queramos llamar) desde unas supuestas realidades. El autor de este artículo reconoce haberlas seleccionado a propósito: utilizar como ejemplos el aborto, la prostitución, la propuesta de legalización de ciertas drogas o la ley de violencia de género son temas de candente actualidad que seguro han provocado diferentes reacciones entre los lectores, a uno que escribe este artículo le ayuda a bajar de la presentación divulgativa al barro ideológico. Pero permítanme, antes de lanzar cualquier furibundo comentario, explicarles las razones que me llevaron a esto: no se critica estas propuestas, sino ciertas pretensiones de razonamiento lógico que algunos otorgan a estas: el objetivo es resaltar como el progresismo adopta hoy en día bases filosóficas propias del conservadurismo. Y es que el problema "del ser" y del "deber ser" ha resultado históricamente buena receta contra moral conservadora. Como ya apuntábamos al principio del artículo, Hume consigue a través de esta reflexión propinar una herida al corazón de la moral religiosa imperante en su época, a la moral conservadora de su entorno. Pero es que esta herida, por mérito propio, continua sin cicatrizar en el corazón del conservador: hace tambalearse los cimientos de la moral religiosa sea cual sea la época y lugar, pondrá en evidencia ese darwinismo y malthusianismo mal entendido que pretende imponer cierta moral, al utilitarismo y hedonismo más tosco, a la fisiocracia económica, etc... Es receta eficaz para esos cuentos que otorgan a supuestas razas o supuestas pueblos supuestas superioridades, eso que tanto mal causo en el pasado S. XX. Es una perfecta respuesta a esos que apuestan por que la mujer se quede en casa "porque siempre fue así". Recuerden a Hume cuando alguien les intente justificar la pobreza o la desigualdad y miseria en función a supuestas leyes económicas, cuando intenten justificar que los menos preparados para un mundo competitivo deben ser pobres incluso trabajando “porque siempre les fue así”. Recuerden a Hume cuando algunos pretendan legislar diferente en función del lugar de nacimiento, cuando algunos justifiquen guerras “porque siempre existió guerras por los recursos” o porque "siempre avanzamos gracias a las guerras"... Ustedes seguro pueden seguir con otros ejemplos. Y es que al fin y al cabo el conservadurismo busca “conservar lo que es”, y para ello, en el mejor de los casos, se vale de una muy correcta, detallada y rigurosa descripción de la realidad para a partir de esta realizar su “salto de malabarista lógico” y transformar el “ser” en el “debe ser”. Frases tipo “las cosas tienen que seguir funcionando así porque así son” o “el mundo es como es, y así debe seguir siendo” seguro que les suenan, resumen muy bien todo esto.

En unos tiempos en que el propio pensamiento progresista se auto debilita en lo que siempre fue su feudo, la posibilidad de pensar como motor de cambio en una moral diferente y confrontrada a la realidad ahora existente, es importante recordar la advertencia de Hume, más allá del extremismo y relativismo propio a sus propuestas. El miedo a reconocer que en ocasiones nos veremos en la situación de tener que optar a inclinarnos hacia ciertas decisiones que ninguna ciencia, ningún pasado, ninguna realidad y ninguna previsión va a decirnos cuales son correctas, averiguar que la ideología puede nacer de nuestras más profundas e intimas emociones es algo que a lo que algunos parecen temer... siempre fue más fácil soñar con la existencia de algunas divinidades o de algunas realidades eternas que nos absolvieran de ser nosotros los responsables de decidir y actuar.

Hume tiene para todos.

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Teoría del bar de viejas

Supongamos que tenemos un bar de viejas, donde van a tomar el té con pastas, malmeter contra el vecindario y escandalizarse de lo que es al juventud de hoy en día.

Supongamos que a ese bar, establecido durante décadas como bar de viejas, va un grupo de cuatro chavales, y les piden que se vayan.

Esos chavales tiene dos opciones: la opción de marcharse, para hacer daño económico al bar, que deja de contar con los cuatro clientes jóvenes, que se tomaban sus birras y sus copas, o empezar a armar bulla y cagarse en dios, para que las viejas, escandalizadas, busquen otro apeadero.

Mediante la opción primera, el bar es estable y se permitirá ponerse exquisito con cualquiera, porque tiene a sus clientas fijas. No gana más, pero tampoco se arriesga a ganar menos.

Mediante la opción segunda, primero echas las viejas, y luego, te vas. Y a lo mejor el bar cambia de aire. O a lo mejor cierra.

Simples diferencias estratégicas.

La opción buena, por supuesto, es buscar la convivencia. Si esta es posible, alabado sea Jesucristo. Si no, pues bien está conocer las dos opciones.

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Tarta de queso casera sin horno

La tarta de queso es un clásico entre los clásicos. Es un postre muy recurrido en cualquier restaurante, ya sea en su versión fría o en su versión al horno. De cualquier manera, está deliciosa y seguro que convence a todos los comensales.

Os dejo por aquí la receta tanto en video como escrita. Espero que os guste.

Los ingredientes que necesitamos son:

- 1/2 litro de leche

- 1/2 litro de nata

- 250 g de azúcar blanco

- 300 g de queso fresco

- 4 sobres de cuajada

- 100 ml de leche para mezclar con la cuajada

- 200 g de galletas maría o tostada

- 80 g de mantequilla

- 200 g de mermelada de frambuesa

- 100 ml de agua

- 1 sobre de gelatina neutra

Y los pasos a seguir son:

Lo primero que tenemos que hacer es la base. Por lo que trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla derretida. Para hacer la base, cogemos un molde y le ponemos debajo papel de horno y extendemos y compactamos bien la mezcla de la galleta con la mantequilla derretida. Mientras hacemos el siguiente paso, metemos la base en la nevera.

Ahora vamos a hacer la tarta, para ello introducimos en un cazo el medio litro de leche, la nata y el azúcar, y removemos a fuego medio hasta que se derrita el azúcar. Cuando esté listo, echamos el queso fresco y seguimos removiendo hasta que se deshaga por completo. Mezclamos en un vaso los 100 ml de leche que teníamos aparte con la cuajada y cuando este el queso fresco bien mezclado en el cazo, echamos la leche con la cuajada. Removemos unos instantes y retiramos del fuego.

Vertemos con cuidado dentro del molde y dejamos reposar hasta que se enfría. Guardamos en la nevera 6 horas.

Si queremos hacerle una cobertura, mezclamos la gelatina con el agua y vertemos en un cazo con la mermelada que más nos guste, nosotros usamos frambuesa. La ponemos a fuego lento para mezclar bien todos los ingredientes y cuando esté listo vertemos sobre la tarta de queso reposada.

Ya estaría lista la tarta de queso para disfrutar.

menéame