Charles Manson, criado en un entorno de abandono, violencia y reformatorios, se convirtió en un manipulador experto influenciado por la cienciología, proxenetas y libros de persuasión. Durante los años 60 fundó “La Familia Manson”, una secta psicodélica con elementos de culto, donde ejercía control psicológico sobre sus miembros, en su mayoría mujeres vulnerables. Frustrado por su fracaso musical y convencido de una guerra racial inminente, planeó asesinatos para desencadenar el caos, incluyendo el brutal homicidio de Sharon Tate.