A mediados de la década de los años 90, a muchos fabricantes de automóviles les entró la fiebre por los modelos que permitían circular a cielo abierto. Debido en parte al enorme éxito del Mazda MX-5, la oferta de pequeños descapotables era cada vez más grande: los BMW Z3 o Mercedes-Benz SLK son solo algunos de los ejemplos más conocidos.