Diálogo cordial de un vecino empático con un conductor sensible de Uber que está esperando a un cliente al relente de la luna.

Acusándole de “prevaricación de libro”, el juez Juan Carlos Peinado ha citado a declarar como testigo al juez Juan Carlos Peinado para que declare como testigo en la causa que sigue contra Begoña Gómez por tráfico de influencias, entre otros delitos, informan fuentes jurídicas. Aunque por ahora el juez Peinado no va a presentar cargos contra el juez Peinado, considera que podría haber indicios. “Al investigar el caso Begoña hay un nombre que aparece una y otra vez y es el mío, lo que resulta sospechoso"

Las disparatadas leyes sobre sexo de algunos estados norteamericanos.

Una guasa que vale la pena verla y disfrutarla (Según Eva Hache)

Muchas personas que conviven con gatos habrán observado este extraño comportamiento, aunque habrá otras que no sepan de qué estamos hablando.

La matriarca del clan Pujol, Marta Ferrusola, controlaba personalmente las operaciones financieras de su familia pero al mismo tiempo lideraba la facción catalana de los Latin Kings, según se desprende de la documentación manuscrita aportada al juez José de la Mata por la Fiscalía Anticorrupción hace tan sólo unos días. “Aniquilen a estos mamavergas que andan murmurando, a rebentar cabesas”, puede leerse en una de las notas, firmada por “La Mamaseta”, nombre con el que, según parece, se conocía a Ferrusola en el entorno de la banda criminal.

Bonorrostro ya tenía fama de machista entre la afición gomera, pero ha provocado un incendio en las redes a cuenta de sus declaraciones misóginas y machistas. Cuando Trancas y Barrancas le preguntaron qué pensaba de las mujeres, Bonorrostro respondió entre risas que “todas son unas putas, pero las feministas son las peores”. Y Pablo Motos le rio la gracia.

Se estaba rifando un Premio Darwin y ha caído en Sentinel del Norte, en los últimos estertores de 2018. Todavía quedan 38 días para que acabe el año, pero es muy difícil que alguien supere a John Allen Chau, el misionero de Alabama que murió asaeteado por los poco hospitalarios habitantes de Sentinel del Norte, la isla de la India en la que poner un pie y acabar fiambre son todo uno. “Puede que penséis que estoy loco, pero creo que merece la pena llevar la palabra de Jesús a esta gente”, dejó escrito el mártir, de 27 años, en una carta.