No es el de la niñez,
aquellas mañanas de diciembre,
a lo largo del río,
hacia el colegio,
ni se trata tampoco de aquel otro
que te sorprendería,
años después,
más de una madrugada
dando tumbos.
No,
este es distinto,
este da miedo:
viene del futuro.
Karmelo C. Iribarren