Haciendo el amor al sol, al sol de la mañana
en una habitación de hotel
sobre el callejón
donde los pobres hurgan buscando botellas;
haciendo el amor al sol
haciendo el amor junto a una alfombra más roja que nuestra sangre,
haciendo el amor mientras los chicos venden titulares
y Cadillacs,
haciendo el amor junto a una foto de París
y un paquete abierto de Chesterfield,
haciendo el amor mientras otros hombres -pobres idiotas-
trabajan.
Desde aquel momento (hasta ahora...
años, quizá, según otras medidas,
pero en mi recuerdo es solo una frase reiterada),
hay tantos días
en los que la vida se detiene, frena y se sienta
y espera como un tren en las vías.
Paso por ese hotel a las 8 y a las 5.
Hay gatos en los callejones
y botellas y mendigos,
y levanto los ojos hacia la ventana y pienso,
ya no sé dónde estás,
y sigo andando y me pregunto adónde
va la vida
cuando se detiene.
Charles Bukowski