Los lunes no dormimos,
sólo existimos,
porque nunca podemos
sentir domingos sin sol
esos domingos que no sentimos,
de manta y sueño,
de amor y caricias,
de miradas tranquilas.
Amor sin estridencias.
O locuras con demencias.
Compartidas.
Esos lunes que no existen
porque los martes
siempre hieren.
Lunes de sábanas
que son lunes
de sabanas africanas,
donde ni tú ni yo
encontramos la palabras,
sólo los roces.
ContinuumST (2002)