La realidad no ha dejado de existir, solo que ya nadie la tiene en cuenta.
Un mundo de emociones maliciosas surge tanto desde la cima como desde la base, desde la periferia y desde el corazón del poder. Los incesantes ataques que genera responden a los gritos de un adversario imaginario. La política del vacío aleja cada vez más a la sociedad subterránea del mundo real. La realidad aún no ha desaparecido por completo del horizonte, pero cada vez es más difícil de discernir.
gracias.
Un mundo de emociones maliciosas surge tanto desde la cima como desde la base, desde la periferia y desde el corazón del poder. Los incesantes ataques que genera responden a los gritos de un adversario imaginario. La política del vacío aleja cada vez más a la sociedad subterránea del mundo real. La realidad aún no ha desaparecido por completo del horizonte, pero cada vez es más difícil de discernir.
Muy buen artículo,