El “no nos moverán” del barco de Chanquete en Verano Azul marcó toda una generación, tanto que el grito salió incluso de la pantalla para poner voz a protestas obreras y estudiantiles; un canto a la resiliencia, una proclama de resistencia que, sin embargo, todavía a día de hoy resulta extrapolable a distintas causas de muy diferente tipo, también individual o para una clase social pudiente.