Al referirse a los fundadores, este señor estaba pensando probablemente en los más puritanos que desembarcaron en América en el siglo XVII con una visión: perseguidos y encarcelados en Inglaterra, Dios les daba una tierra prometida, como a los israelitas, para levantar su reino en un nuevo mundo. Con ese razonamiento, perdonen la expresión, estos colonos resolvieron también el inconveniente de que allí ya vivía gente antes que ellos. Se inventaron una doctrina del “destino manifiesto”: eran una nación elegida...