El nuevo reglamento del Parlamento andaluz coarta la libertad de expresión de la ciudadanía. La prohibición expresa de vestir "prendas u otros objetos susceptibles de ser utilizados para dar muestras de aprobación o desaprobación".Ahondando más en la deriva autoritaria del PP, la presidencia del Parlamento andaluz prohíbe "hacer uso del teléfono móvil y captar imágenes o sonido de la sesión plenaria". Esta medida choca frontalmente con la sentencia del Tribunal Supremo en la que determinó que las sesiones son públicas.
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