Pedro Sánchez apenas da entrevistas en España. En el último año, solo ha concedido una a TVE, algo muy inusual en un líder europeo. Pero cuando viaja, sí suele aceptar solicitudes de distintas cadenas de televisón, especialmente de EE UU. Solo esta semana, en Nueva York, el presidente ha tenido tres entrevistas: Bloomberg, CNN y Abc, además de un encuentro con periodistas del New York Times. Hay una explicación sencilla para este fenómeno bastante atípico. Sánchez se mueve muy cómodo en la agenda internacional, que claramente le favorece.