China ha puesto fecha y rumbo a una de las carreras tecnológicas más sensibles —y con mayor potencial de impacto social y económico— de la próxima década: las interfaces cerebro-ordenador (BCI). El objetivo declarado es ambicioso: alcanzar el liderazgo mundial en 2030, superando a actores hoy de referencia como Neuralink (Elon Musk), Synchron o Paradromics. Para ello, Pekín ha activado una hoja de ruta estatal coordinada por siete ministerios, con 17 objetivos estratégicos que abarcan desde estandarización y regulación hasta producción en masa
|
etiquetas: cerebro-ordenador , neuralink , beinao , china , synchron , paradromics , ia