En Gaza la esperanza de vida al nacer cayó 35 años en 2024, colapso mayor que en el genocidio de Ruanda. Hay más muertes infantiles que cualquier otra zona de conflicto, con el mayor número de niños con amputación por persona en el mundo. El hambre se usa como arma de guerra. ONGs de derechos humanos, agencias y relatores especiales de la ONU e historiadores reconocen oficialmente el genocidio. El silencio no es una opción. Como académicos y profesionales de la salud, debemos elegir alzar la voz o ser recordados por nuestro silencio e inacción.

El profesor Yan Xuetong, experto chino en relaciones internacionales, frente al militar israelí Elad Shoshan: «Habéis matado a más de 70 000 civiles. Es un hecho constatado por la comunidad internacional, no por vosotros ni por vuestro Gobierno...». «Este tipo de propaganda se ha vuelto tan habitual que ya nadie se la cree».