Fuimos imprudentes. Todo el día en la playa, de fiesta, al sol... Disfrutábamos ya desde el coche, a toda velocidad, nadie a nuestro alrededor. La carretera sólo para nosotros. Todo era cojonudo. Cuando llegamos a la playa montamos la fiesta. Había que celebrarlo, no pensamos en nada más. Pusimos la música a tope y en seguida conseguimos de todo, alcohol y lo que no era alcohol. Las chicas nos vieron de lejos y se acercaron, claro. Éramos como un imán, unos chicos guapos pasándolo bien en la playa, bajo el …