Hace 15 horas | Por Feindesland
Publicado hace 15 horas por Feindesland

Comentarios

SneakyDisk

No se trata de presunción de inocencia. Se trata de no revictimizar en casos de violación, por ejemplo. Está bien investigar, buscar las grietas a un relato, etc. Pero de ahí a preguntarle a una mujer si cerró las piernas (https://verne.elpais.com/verne/2016/03/05/articulo/1457186421_146797.html), cuestionar a la víctima de Dani Alves por acompañarlo al baño... o la última: a la víctima del caso Pelicot si acaso no sería ella una fetichista del exhibicionismo o las orgías, lo que la llevó a pedir que se mostraran los videos al público para que no quedara sombra de duda (https://www.elmundo.es/internacional/2024/10/04/66ffd123e9cf4a120c8b458c.html).

Ya no voy ni a enlazar el voto particular del juez de la Manada que decía que él veía "jolgorio" en la situación.

Si os parece mucho pedir que no se revictimice a toda aquella persona que no sea una víctima perfecta e intachable, pues apaga y vámonos.

ContinuumST

#2 Fíjate que todo lo que dices lo haces desde la posición del "escritor omnisciente", sabes con toda certeza que hay una víctima de violación, sabes sin ningún género de dudas que la violó Zutanito... Ese es uno de los problemas a la hora de escribir ficción sobre algunos temas, el escritor dosifica la información a su conveniencia, informa al espectador o no sobre lo sucedido, construye flashbacks de lo que REALMENTE pasó porque el narrador es omnisciente. Lo sabe todo de todo y es real, dentro de la ficción, claro. En la vida real, las cosas son mucho más complicadas, las personas pueden mentir, engañar, falsear, buscar venganza, ocultar, alardear, odiar... y no sólo los asesinos y violadores, las víctimas también. Ese es uno de los problemas de todo esto resumido en algo como: "Todo el mundo miente".
Nadie habla de volver a castigar a la víctima de una tropelía, delito, o crimen. No. El problema es que en la realidad no hay un narrador omnisciente que lo sabe todo de todo.

SneakyDisk

#4 Por eso digo que hay que investigar, ahondar, etc. pero de ahí a preguntar si la víctima lubricó mientras la violaban va un mundo.

los12monos

#2 Assange.

#4 Ni siquiera hace falta ponerse en plan House, al final los puntos de vista adolecen de sesgos intrínsecos.

#5 Desde donde lo has dejado: dada la dificultad técnica probatoria, la tradición que el posmodernismo se ha encargado de retratar como algo carca sino arcaico, analizada la situación con más realismo que en nuestros días, lo que plantea es minimizar la exposición al riesgo.

Eso hoy es visto como un ataque intolerable a la libertad: lo de "quiero volver a casa sola y borracha" a veces puede traducirse en estar tirada en la calle mientras te mea un perro. En otras partes del mundo menos "desarrolladas" supongo que se ve como mera estupidez. También decir que el cáncer, cuanto menos desarrollado, mejor.

En el tema de las violaciones, más allá las psicopatías de la lujuria y otras, la causa raíz es la demanda asimétrica de sexo entre los géneros, en base a la testosterona, que a su vez tiende a generar una cierta superioridad física que refuerza el efecto.

Al final la escasez de... "recursos"... es causa de todo tipo de conflictos.
Pero al ritmo que vamos esto no se arregla ni con robots de compañía, tampoco podrían pagarlos

El problema que sí podemos solucionar no es el de las violaciones, es el de pensar que vivimos en los mundos de Yupi.
Pero también están en su derecho de volver a casas solas y borrachas, incluso de quedarse tiradas en la calle y que les mee un perro. O subirse en el coche o quedarse a solas con cualquiera.

A mí un día me robaron una bici. El robo de bicis no es un problema que pueda solucionar, lo que hice fue tener una bici poco llamativa y ponerle mejores candados para que sea más fácil robar la de al lado, valen más los candados que la bici. En ese tipo de mundo de mierda vivimos y lo malo es no saberlo, no aceptarlo y no transmitirlo. Mucho peor que no querer cambiarlo, iremos viendo como hacemos para que las cosas no sean así de asquerosas, pero de momento no me la han vuelto a robar. Ahora, si lo que quiero es ir con una bici de 3000 pavos y dejarla en la calle en pleno centro sin atar si quiera, pues hombre, por más derecho que tenga a ello creo que la calificación unánime debería ser de gilipollas. No creo que lo hagan ni en Japón. Y mira que con la bici está claro y nadie se ofende ni se rasga las pocas vestiduras.

Mientras tanto, en otras partes del mundo, es de mal gusto que un hombre y una mujer que no son pareja tenga una conversación. En unos sitios salen de casa con una sábana y en otros parece que se hayan olvidado los pantalones hasta lloviendo.

A mi juicio la falta de libertad es tan aborrecible como el uso que se hace a veces de ella. Lo que falta en realidad es calidad humana.
En cuanto al sistema judicial, la tradición asiática dudo que prescinda de pruebas, más bien les añadirá la sabiduría a su interpretación,

Sabemos que los derechos de uno empiezan donde terminan los del otro, pero olvidamos demasiadas veces guardar una distancia prudente. Pero la prudencia aquí nunca ha estado de moda, suena más a nombre de octogenaria que a otra cosa.

SneakyDisk

#7 Lo de Assange no aguantaba ni el más mínimo escrutinio si no le hubieran montado un juicio trucho y sin garantías procesales. De hecho ese es un caso diferente: el del uso de la Justicia de manera torticera por actores políticos para joderle la vida a alguien.

los12monos

#8 Los servicios de inteligencia explotan tanto las debilidades humanas como las del sistema.
Y joderle la vida a alguien en base a un testimonio es una cosa delicada de cojones.

ContinuumST

#7 Ya, pero fíjate que en los juicios reales, se usa la declaración de testigos. Testigo, osea observador de un hecho sucedido. En muchas películas clásicas sobre juicios se ha usado al testigo con declaraciones deformadas. Esa vecina que dice que vio claramente al asesino a través de las ventanillas de un tren en marcha, y resulta que era miope... Ese testigo que sin ningún genero de dudas vio a aquel negro apuñalar a otra persona, siendo este testigo un racista de manual... Ese testigo que busca su momento de gloria porque ha vivido una vida gris y anodina y por fin está en el centro de la sala de juicios y todos le ven señalar sin ninguna duda al asesino. En fin, en la ficción es una cosa, en la realidad pues... ya se sabe.

R

Me parece interesante el debate planteado. Yo creo que puede haber quien haga mal uso de la ley a su favor, pero de forma no muy diferente a la que se puede hacer con autolesiones después de una discusión o un altercado, y montándote una buena película en la denuncia. Por desgracia no estamos libres de eso, pero no sucede muchas veces, y cada vez hay más preparación y medios para pillar a quien lo haga.
Sin embargo, cuando leo este tipo de quejas (o contra la diferencia de penas por maltrato) echo de menos que se ponga encima de la mesa un problema igual de injusto y tal vez más extendido. Me refiero a las situaciones de denuncias falsas, manipulaciones y exageraciones de fuerzas de seguridad en diferentes ámbitos. Son numerosos los casos que se conocen como los de Altsasu, o los seis de Zaragoza, que han ido a por ellos y se han pasado más de tres pueblos con las condenas.
La connivencia de los jueces con las fuerzas de seguridad es más que evidente, y siempre se preocupan de castigar bien a la gente de izquierdas (si tienen rastas o estética destacada parece que se esmeran más), y tienen mucha más delicadeza con los cabezas rapadas, neonazis y otras gentes de bien, aunque haya grabaciones que pongan en evidencia la diferencia de trato.
Me parece muy interesante exponer y debatir sobre estos temas, porque no hay una respuesta única.

A

#10 Respuesta única no hay, pero una gran parte la judicatura se siente impune y con mucho apoyo, así que se pueden permitir aplicar esa justicia tan particular cuando quieren.
Entre bomberos no se pisan la manguera.

ContinuumST

Y sobre todo, en un relato que encaje con el imaginario del espectador, pocas veces se juega con los indicios, eso que parece que realmente SÍ se usa en un juicio real y en la investigación. Por ahí tengo fichas para medio entender cómo puede funcionar la justicia real y su interpretación por parte de la judicatura. Tengo fichas completas de preguntas y respuestas de unos cuantos juicios reales... Por ejemplo. Indicios: La compra de un arma de fuego. Con esto se puede montar una rocambolesca historia de ficción sobre casualidades acumuladas para justificar ante el espectador que no hay vínculo material entre la compra del arma y el crimen cometido. PERO en la vida real se tiende a tirar del hilo de los indicios para llegar a poner delante de un juez a un acusado. ¿Y todo esto, por qué? Muy sencillo, si sólo se usaran pruebas irrefutables, contundentes, objetivas y científicas... MUY pocas personas podrían ser acusadas y puestas delante de un juez... pero MUY pocas. La ley real incluye entre las pruebas, cosas como la confesión por parte del inculpado o el testimonio de testigos propuestos por las diferentes partes. Todo muy objetivo, cuando se sabe desde que el mundo es mundo que cuando tres personas diferentes describen a aquel ladrón, para uno era alto y de pelo canoso, para otro era de mediana estatura y cojeaba, y para otro era bajito y con poco pelo. En la ficción un testimonio sin PRUEBAS reales y objetivas, no es creíble. En la realidad... pues... pues... eso es otra cosa.

Artikan

La verdad es que este artículo tiene más enjundia de lo que pueda parecer a simple vista. El problema es complejo, porque toca varias de las tendencias sociales actuales
- Hipercapitalismo. El ethos actual se basa en el individualismo extremo, la mercantilización de todo y la extrema competencia. Por tanto, se ve con buenos ojos que la justicia se convierta en un libre mercado del relato. Quien pueda pagarse el mejor abogado tiene más razón. El que no pueda debe ser regulado por las crueles leyes del mercado.
- El posmodernismo. Todo es relativo y depende del contexto y la interpretación cultural. Las pruebas, ese vestigio del materialismo, son cada vez menos importantes. Verosímil gana a verdadero.
- La desconfianza en todo lo oficial. Estamos en la era dorada de las fake news, las teorías de la conspiración y el antiintelectualismo. Nos hemos convencido de que una prueba no es fiable, que todo es falsificable y que todo el mundo miente. Por tanto, la típica prueba que pueda exhibirse en un juicio, como un documento o un video, cada vez tiene menos peso, porque todos sabemos lo fácil que es su falsificación. Ya no creemos en nada de lo que vemos u oímos, por lo que la justicia va virando hacia la tradición asiática. Me explico. La tradición occidental ha basado la justicia, siguiendo el derecho romano, en normas y documentos. Un juez es un intérprete de normas, que las aplica en función de las pruebas. Para la tradición asiática, un juez es un hombre sabio y ético que es capaz, de discernir la verdad mediante su juicio. Puesto que la realidad es más compleja que las normas, éstas son menos efectivas que la confianza en un juez de probada moralidad y ética. Vamos, pues, comprando ese relato: las pruebas son endebles y discernir la verdad depende del buen criterio del juez. Confiar en las personas parece ser lo último que nos queda.
- La dificultad técnica y material de probar ciertas cosas que antes, simplemente, no se denunciaban. Probar una violación es técnicamente muy difícil. Supongo que se tiende a rebajar la exigencia probatoria por su dificultad, lo que se ve reforzado por el contexto cultural expuesto en los anteriores puntos.

En resumen, sí, es un problemón muy grave. ¿Solución? Ni idea.

los12monos

"Que hacer un relato creíble de unos hechos no prueba nada."

Uhm, qué buen punto has tocado, me ha recordado a esto:
Zero Risk (Covid-19, la película)

Resumidamente, además de aquello de que "el papel lo aguanta todo", construir un relato verosímil no garantiza veracidad.

Pero la veracidad sí requiere la posibilidad de estructurar un relato verosímil, y ahí es donde palman muchas versiones oficiales, más apoyadas en el entrecomillado anterior que en realidad alguna.

Cuando se dice "correlación no implica causalidad", frase que gusta mucho por aquí, se suele olvidar la otra parte: que causalidad sí implica correlación.
Luego, la correlación no es prueba pero sí indicio.

Pasa parecido con aquello de la ausencia de prueba que no es prueba de ausencia, al final somos unos bichos con ciertas dificultades lógicas. Pero no la gente de a pie, pensadores de la talla de Russell. O eso o nos la quieren colar.

Yendo al enfoque profesional propuesto, los mejores relatos de ficción no los vas a encontrar en los alegatos si no en las sentencias

Pero aún te doy otra vuelta de tuerca: a tenor del paradigma científico, la realidad en la que creemos vivir no es más que un relato. En ciencia cuesta más de ver porque nos entregamos al método olvidando sus limitaciones, pero en el día a día y la política, en los medios, se sabe muy bien que el relato lo es todo e imponerlo tiene más que ver con una cuestión de poder que de veracidad.

Y todavía una más: estructurar relatos coherentes sí es una forma de acercarse a la verdad, de hecho es una técnica de investigación. Aunque a veces no hagan falta muchas palabras. Y sí, estamos bien jodidos.