
No por estar acostumbrados a verlo diariamente tenemos que pasarlo por alto. El mal periodismo está ahí, presente día tras día, y hace ensombrecer y pasar vergüenza a los buenos profesionales de un sector que, debido al impacto que tienen en la sociedad, debería de estar mucho más fiscalizado por el público general y también por parte de su propio gremio.
Para ilustrar este mal periodismo me sirvo en este artículo de un ejemplo, en mi opinión, paradigmático. Se trata de una entrevista reciente que he podido ver en el programa Salvados, realizada por el periodista Gonzo a Pablo Iglesias el pasado domingo 17 de Enero.
Entendemos que un programa de esta categoría cuenta con un equipo grande que lo prepara, pero la cara visible es, al final, quien rinde cuentas del resultado, para lo bueno y para lo malo. No es mi intención desmerecer la trayectoria profesional del periodista Gonzo, sino la de denunciar la mala praxis profesional en esta entrevista en particular, y por extensión al editor del medio y a los periodistas que actúan de la misma manera. No hablaré del fondo de las cuestiones políticas planteadas, que es material para otro artículo, sino de la forma o el formato informativo.
El propio tono de la entrevista ya evindenciaba que no pretendía ser honesta, por lo que explicaré más adelante. Esto, creo, es la clave de todo. Un tratamiento informativo debe ser transparente con el público y apelar a su inteligencia.
En dicho encuentro, había una camaradería y un tono cercano con el entrevistado al principio que invitaba a un acercamiento. Esto contrastaba después con un trato formal, serio y sensiblemente agresivo, siguiendo un guion preestablecido que pretendía arrancar titulares que respaldasen un relato predefinido por la opinión o línea editorial del medio. Hay una actitud estudiada por parte del entrevistador para dar a entender que está siendo crítico, duro, incisivo. Un estilo "Anapastoresco", diría yo, o de periodismo mal entendido.
- Refutar las tesis del entrevistador.
Esto no es algo exclusivo de las entrevistas a Iglesias. Lo vemos constantemente y lo hemos visto en el pasado con otros líderes políticos de la derecha o de cualquier otro signo político. La idea es simple: se trata de crear preguntas correspondientes a un relato que el entrevistador intenta sobreponer a cualquier respuesta del interlocutor, para así reafirmar sus tesis y no dejar que las respuestas tengan recorrido. O bien la respuesta tiene que ser una defensa ante un argumento falaz o bien tiene que diluirse para que resuene por encima el relato que se quiere imponer. En definitiva, no se trata de preguntas sino de una argumentación contraria.
El problema viene cuando la respuesta no es la esperada, o escapa a la lógica del entrevistador, entonces comienzan las repreguntas, un poco más agresivas, hasta convertir la pequeña “bronca” en la pregunta en sí, y desviar la atención de la respuesta. Hay entonces que pasar página.
- Falacias de todo pelaje.
Una falacia es, por definición, un engaño, fraude o mentira. Y aquí es donde entra el problema de la honestidad. En esta entrevista, las preguntas están escritas en torno a falsedades, por lo tanto es necesario desmontar las mentiras antes de contestar. Esto resulta tedioso para el entrevistado y molesto para el público. Este tipo de preguntas alteran al espectador atento pero son efectivas y generan el efecto deseado sobre un espectador despistado.
El arsenal discursivo falaz es variado, se esgrime la falacia de autoridad, la falacia circular, la falacia del hombre de paja y un montón de sutiles tretas para dirigir el relato y desvirtuar la respuesta del interlocutor. Los periodistas están hartos de ver estos recursos discursivos en las respuestas de los políticos, pero esa no es razón para utilizarlas en su contra, puesto que deshonra el mensaje y acaba por desautorizar al emisor.
Gonzo, en este caso, parte innumerables veces de premisas falsas (a sabiendas) para dar por válidos argumentos que sean favorables a su relato. Sólo pondré un ejemplo, porque ocurre en muchas de las preguntas. En una de ellas, Gonzo equipara el acoso neonazi a la casa de Iglesias durante meses con las escraches de la PAH. Él sabe que lo que ocurre en la casa de Iglesias no es un escrache (invito a los lectores a que indaguen en las definiciones y la historia de este tipo de protesta).
Al definirlo como tal incurre aposta en una falsedad. Eso no solo obliga a Iglesias a redefinirlo, sino que tal afirmación crea un relato peligroso: blanquea a la extrema derecha y degrada la protesta real de la PAH. Pero continúa; para reforzar su argumento utiliza una declaración antigua de Jiménez Losantos como autoridad competente para criticar una supuesta contradicción moral de Iglesias. Todo ello para “poner en evidencia” al entrevistado.
Esto no es un problema de opinión, es un problema de información. Cuando se utiliza una falacia de este tipo se está faltando al primer punto del código deontológico periodístico: el respeto a la verdad.
Tenemos que tener presente que tanto si el entrevistado nos resulta despreciable a los espectadores como si nos despierta simpatías, la labor del periodista debe ser siempre adecuada y respetuosa con la ética profesional. Cada periodista debe darle el enfoque que crea conveniente a una entrevista, porque eso es lo deseable. El enfoque es determinante para centrar la atención en lo que el periodista, y por supuesto de da cara al interés público, cree que es lo importante.
Pero para destacar lo importante no se pueden inventar hechos o manipularlos para construir relatos afines a una opinión. Porque esto tiene un impacto y una repercusión enorme en un medio de comunicación con un altavoz tan poderoso (este programa en particular tuvo un pico de audiencia de 1,78 millones de espectadores, uno de los más vistos hasta la fecha).
Aunque nos parezca banal o anecdótico, el fondo de esta entrevista (una de tantas) es tremendamente preocupante.
El auge de Trump en EE.UU. En 2016, la campaña del Brexit o el rápido crecimiento de la extrema derecha en España se sustenta en una gran medida en el descrédito de la prensa “oficial”.
Esto que señalo en este artículo no es algo que perciban “unos pocos”. Cualquier persona crítica y mínimamente politizada (en un sentido amplio) o interesada en el debate público, es capaz de verlo y de indignarse, porque este tratamiento informativo insulta a la inteligencia y al sentido común.
Cuando los seguidores de Abascal lo perciben en las entrevistas que le hacen en los medios “de izquierdas”, por ejemplo, sus seguidores se enfurecen. La campaña de Donald Trump en 2016 se basó en despreciar las ruedas de prensa, en desprestigiar a los medios de comunicación, en señalar a periodistas. Algo que le dio alas para generalizar peligrosamente, creando una enmienda a la totalidad que acabaría por convencer a millones de personas de que no pueden creer ni confiar en nadie que venga de los medios de comunicación mainstream.
El periodismo está tan denostado que todos los que tengan rabia interior y sientan que les están tomando el pelo tenderán a despreciar a la prensa y a los periodistas y se guiarán por medios alternativos que pueden ser panfletarios, o por redes de comunicación sociales más cerradas y parciales que acaban desembocando en la creación de noticias afines a sectores específicos, que buscan desacreditar al contrario y polarizar opiniones.
En definitiva, es importante estar bien alerta y denunciar vivamente estas prácticas como sociedad crítica en cada ocasión que podamos, puesto que no es un asunto menor. Cuando se denuncia esto, hay un corporativismo muy fuerte por parte de estos mismos medios de información, que cierran filas para defender la labor de los periodistas y “la libertad de prensa”. Pero debemos mantener nuestra crítica fuerte precisamente para defender la labor y el buen hacer de los buenos periodistas, y animar a estos a también alzar su voz en defensa de su imprescindible profesión.
Como militar carcamal firmante de la carta mandada al rey pidiendo que saque los tanques a la calle para acabar con los rojos, creo que es necesario explicar nuestro punto de vista.
La mayoría de nosotros nacimos con el carguito debajo del brazo, por ser hijos de los sublevados que llevaron a Franco a la victoria. Hace 81 años de ese golpe militar, así que ninguno tuvimos la oportunidad de participar en ninguna batalla (porque ninguno sobrepasamos los 100 años de edad). Es una pena que llevamos con gran pesar, no poder haber colaborado para mayor gloria del estado español.
Eso no quiere decir que no hayamos conocido la guerra de primera mano. Algunos hemos participado en las guerra de los Balcanes, la guerra de Irak o la de Afganistán desde nuestros acolchados asientos en nuestras oficinas climatizadas. Esfuerzo que fue recompensado con medallas, insignias y palmaditas en la espalda.
Lo que sí vivimos de lleno han sido los gloriosos tiempos de la posguerra y el franquismo, donde podíamos mandar lo que quisiéramos y que nos obedecieran sin rechistar. Eso es lo que necesita España, mano dura. Soldados de un servicio militar obligatorio que se veían forzados a trabajar gratis cuidando de nuestros hijos como si fuesen niñeras, como peones y jardineros en nuestros chalets, como asistentes personales de nuestras esposas (el pobre Coronel Martínez, debido a eso tiene que agacharse al entrar por las puertas), etc. Ayudábamos a los jóvenes a que cogieran experiencia, como aquel chaval con conocimientos de electrónica que se pasó la mili arreglando vídeos VHS y televisores de los altos cargos. En los 80, en plena democracia.
Ah, aquellos si que eran buenos tiempos. Cuando mandabas algo a un chavalín de 18 años que no había salido de su pueblo y no se había visto en otra más gorda, y si no te obedecía, le pegabas dos hostias bien dadas y lo mandabas 10 días al calabozo. ¡Lo convertíamos en un hombre! No como ahora, que si le mandas a un militar profesional hacer algo que no entra dentro de sus funciones, te la puede liar gorda. Y más como te haya grabado con el móvil.
Buenos tiempos donde había machos ibéricos de pelo en pecho. Ahora esto está lleno de moros y negros. La hija de la vecina del tercero, con lo guapa que es, está saliendo con un negro. Cuando los vemos juntos, los ojos se nos inyectan de sangre, pensando que esa chica la morcilla que se come no es española, de Burgos.
Y el gobierno está lleno de rojos. El mismo PSOE rojo de los últimos 42 años. Bueno, están los piojosos de Podemos, que quieren que la gente tenga una paguita para tener una vida digna sin trabajar. Y que los que trabajen lo hagan sólamente 4 días a la semana, ¡como si fuesen generales! Nunca debieron dejar entrar en el hemiciclo a nadie que no llevase el rapado militar.
Y los independentistas amenazan la integridad del territorio español. Ese territorio español que ha ido menguando como mínimo en los últimos 200 años. Qué cabrones estos vascos, que les pedimos que abandonaran la lucha armada y entraran en el juego de la política democrática para conseguir sus inquietudes, y van y lo hacen. ¡Van a romper España!
Pero los peores son los catalanes. Jordi Pujol se lo llevaba muerto, pero nos hacía el juego. No como los que hay ahora, que se lo llevan muerto igualmente pero traicionando al estado español.
Los símbolos de la patria también están en peligro y son constantemente atacados. Esa bandera rojigualda constitucional ya no impone respeto. Pedimos que vuelva a ondear en ella el águila imperial.
Disculpen que no salvemos la patria por tweeter y lo hagamos por carta, pero no dominamos las nuevas tecnologías con soltura.
¡Viva España! ¡Y viva Franco!
¿Qué le vamos a hacer? Eso lo saben fuera y lo sabemos dentro. Esta comunidad tiene una ideología que posiblemente venga de sus primeros días: era un agregador de noticias relacionadas con la ciencia y la tecnología donde accedíamos principalmente gente joven (los únicos que usábamos Internet a diario entonces). Además, me atrevería a decir que muchos éramos estudiantes universitarios (de carreras de ciencias e ingenierías). Y parece ser que ese grupo de población (universitarios nerds interesados en la ciencia y la tecnología) pues éramos un poco de izquierdas. O puede que el corte ideológico no provenga de ahí, pero eso ahora da igual.
El otro día apreció en portada un artículo que a mi me pareció un poco truculento por los comentarios: www.meneame.net/story/meneame-tu-tambien. Era de un meneante quejándose de que había grupos de usuarios intentando cambiar la orientación ideológica de Menéame. Las respuestas más votadas me parecieron bastante siniestras, en general diciendo cosas del estilo de "aquí se viene mamado y llorado de casa". Por cierto, que aquí se podrá venir como a uno le de la gana ¿no? ¿Por qué hay que venir mamado y llorado para no tener que llamar a buambulancia? ¿Porque lo digas tú? Eso sin contar con que lloriquear por los lloriqueos, también es lloriquear.
Pero bueno, dejando también eso de lado, seguramente muchas de las respuestas eran de usuarios honestos que daban su opinión, algunos, como de costumbre, de una forma tosca y sin tacto porque no tienen que enfrentarse al interlocutor cara a cara (ya sabéis qué tipo de gente son en la vida real y por qué tienen la necesidad de desquitarse en Internet).
Pero obviando también ese detalle, otros tantos comentarios provenían de ese grupo que tiene por objetivo deshabilitar un foro de opinión con un sesgo ideológico concreto, que es el que tiene Menéame. Y es que en poco más de un año, hay elecciones y en estos momentos nadie sabe qué va a pasar: la situación económica internacional podría seguir deteriorándose y el gobierno podría seguir dando pasos torpes para amortiguar la caída, o los problemas se podrían acabar revirtiendo por unas razones u otras.
Y son unas elecciones en las que se decide mucho, porque en un gobierno bipartito como el actual, el mamoneo se complica ya que los unos se vigilan a los otros. Y no dudéis en que hay muchos deseando que esa "vigilancia" desaparezca para ejercer presión desde el poder que le otorga su estatus económico. Un estatus económico, por cierto, que les permite tener a sueldo a personas para "anular" ciertos foros de debate y que la abstención ayude a alcanzar sus objetivos.
Yo no soy de ningún partido. Soy de mis ideas. Y hay ciertos partidos que representan mis ideas en mayor o menor medida y por eso voto a unos u otros en función de cómo vea el percal. Hay otros partidos que no las representan y no los votaría nunca. Y esto es importante. Alguien muy liberal en lo económico y muy conservador en lo social me puede dar argumentos incontestables sobre sus ideas, que es prácticamente imposible que me convenza para que vote al PP. Es posible que me haga cambiar de opinión en ciertas cosas. Es posible que me haga ver que ciertos conceptos los tenía equivocados. Pero mis ideas de base no las va a cambiar.
Me considero socialdemócrata y el PSOE, hasta hace una década, consideraba que representaba algunas de las ideas que defiendo. En lo económico, creo en la economía de mercado y también creo que debe haber una fuerte intervención por parte del Estado para evitar que la riqueza se concentre en unos pocos entes e individuos, dando además la cobertura social suficiente para que todos partamos con unos mínimos que nos den la oportunidad de salir adelante. Además me considero progresista en lo social.
Me siento cómodo en Meneame. Me siento cómodo escuchando al Wyoming a Julia Otero, a Iñaki Gabilondo, grabaciones de la Vida Moderna o Julio Anguita, entre otros muchos. Y eso no es porque quiera estar en una cámara de eco desde la que sólo quiero escuchar sólo opiniones favorables a la mía. Es porque son ideológicamente afines a mi y desde esa afinidad, se alaba y se critica lo que hacen partidos y gobiernos que defienden algunas de las ideas que defiendo yo. Además, todos ellos dicen cosas en las que no estoy en absoluto de acuerdo, lo cual siempre resulta enriquecedor.
Pero que me venga un economista como Juan Ramón Rallo a decirme lo maravilloso que es el libre mercado, me resulta irrelevante, simplemente porque no creo en lo que él defiende. Lo leo, lo entiendo, aprendo y a veces podría llegar a, quizás, hacerme ver que algunas medidas políticas que consideraba correctas, puede que no lo sean tanto (de momento no ha pasado). Me resulta irrelevante porque no comparto su visión del mundo y estoy en contra de lo que él defiende. Él no critica al gobierno porque considere que lo que hace, dentro de la ideología del gobierno, esté mal. Lo critica porque no es afín a la ideología del gobierno y las críticas van a venir sí o sí aunque las medidas del gobierno estén solucionando problemas de una forma efectiva (pero no como a él le gustaría). Me resulta irrelevante porque las soluciones que se ofrecen desde el liberalismo económico para reducir el déficit (recortar gasto social), dinamizar la economía (bajar impuestos a empresas), etc, para mi, no son soluciones.
Yo no entro en Menéame buscando pluralidad ideológica. Si quiero pluralidad, me meto en Meneame, veo las noticias de TVE y luego estoy un rato leyendo Libertad Digital. Pero ese es mi problema. No quiero que venga nadie a solucionármelo "intentando que Meneame sea un lugar más plural ideológicamente". Si eres de derechas y no te sientes a gusto en Menéame, no intentes cambiarlo. Sencillamente, no entres, de la misma forma que yo no entro en Forocoches.
Hace muchos años, cuando todavía existía el bipartidismo, conocía a más de uno que decía que unas veces votaba al PP y otras al PSOE. Sinceramente, no me creo que alguien mínimamente interesado en el política puede hacer tal cosa. O defiendes una sanidad pública potente, o defiendes la privatización de la sanidad (puede que el PSOE no sea de izquierdas, pero nunca lo he escuchando defendiendo la sanidad privada). Son dos modelos incompatibles y no es posible ir cambiándolos en cada legislatura. Las ideas de base de la socialdemocracia son incompatibles con las del liberalismo y viceversa. No es posible la alternancia. O se elige un modelo, o se elige el otro.
Y por eso me siendo cómodo aquí, porque la mayoría quiere construir un mundo parecido al que quiero yo. Y cuando se critica a la izquierda, se hace con mentalidad de izquierdas. ¿Quieres criticar las políticas de los partidos de izquierda? Me parece razonable decir que se centran demasiado en las políticas de género en comparación con los problemas del currante de a pié, independientemente de que esté o no de acuerdo con esa crítica. En cambio, no me parece razonable decir que si en vez de subir el SMI, se hubiera eliminado, en España no habría paro. Porque con esto último no estás criticando a los partidos, sino a las ideas. Y como he dicho antes, mis ideas de base son inamovibles y eso significa que jamás estaré de acuerdo con la precariedad laboral aunque eso ayude a reducir el paro.
Por eso quiero que Meneame siga siendo un nido de rojos y perroflautas piojosos que sigan defendiendo algunas de las ideas que yo defiendo. Y que sigan criticando a los partidos de izquierda desde un punto de vista izquierdista. Eso no es querer estar en una cámara de eco. Eso no es no querer escuchar críticas y leer siempre a gente que está de acuerdo conmigo (quiero y necesito escuchar críticas a las políticas de los partidos a los que voto). Y por supuesto, esto no tiene nada que ver con la polarización que ha venido sucediendo en los últimos tiempos con las redes sociales, donde se pretende cambiar la opinión de los electores a base de manipulaciones y mentiras. Porque aquí hay quien manipula y miente. Pero también hay quien dice "no mientas y no manipules". Y, desde luego, no puede faltar el sentido crítico, que es lo que les falta a todos aquellos que "antes votaban a Podemos pero ahora votan a Vox". Porque esta comunidad es imperfecta y a veces se cuelan cosas que no deberían salir pero a pesar de ello, sigue siendo bastante potable.
Sé que con esta entrada, me van a llover hostias por todas partes pero me da igual. La escribo para intentar dar un empujón a la idea de que, con la excusa de la pluralidad ideológica, el discurso medio de Meneame no puede acabar escorándose a la derecha.
Os cuento mi historia personal. No vais a oír hablar a alguien de lo que le contó el vecino, de lo que le contó el periódico, o de lo que leyó en Menéame. Esta historia es de primera mano.
Tuve una relación de unos 8 meses con un hombre. Fue una especie de flechazo, realmente yo pensé por primera vez en mi vida que quería casarme. Descubrí el sexo como nunca lo había sentido hasta ese momento. Fue todo muy intenso y apasionante.
Justamente conocí a esta persona en uno de los momentos más bajos de su vida: acababa de morir su padre. A veces estaba triste, cenizo, apagado y desganado.
Durante los primeros meses yo intenté sacar esas fuerzas con él. Rascar la superficie y esperar pacientemente que afloraran la pasión y la energía que necesariamente deben seguir al luto si uno no quiere caer en una profunda depresión.
Mi espera no dio sus frutos.
Me di cuenta de que estaba con una persona deprimida, algo destructiva y, a ratos, bastante desagradable. Finalmente, llegamos a un acuerdo de terminar la relación.
A los pocos días, por algún motivo que no recuerdo, estábamos tomando una cerveza juntos. Era un día entre semana por la tarde, en un bar cercano a mi casa. Le comenté que quizás podríamos intentar que lo nuestro funcionase, que yo quería ser su aliada en sus batallas. Se negó, pero no solo se negó, sino que empezó a ponerse evidentemente nervioso.
De la nada, empezó a exigir que le devolviese sus cosas que yo tenía en mi piso. Le dije que al día siguiente iría yo misma a dejarle todo a la puerta de su casa. Él no tenía ni coche y pretendía llevarse chorrocientas cosas a peso desde mi casa a la suya. Un sinsentido.
Insistía en ir a mi casa hasta que me harté, me levanté y me dirigí a mi portal, a escasos metros del bar. Me siguió. Me quedé con las llaves en la mano, decidida a no abrir hasta que se hubiera marchado. Empezó a salirse de sus casillas, gritando en medio de la calle y montando una escena de la que yo no era de ninguna manera partícipe. Entonces me alejé del portal en dirección a casa de mi madre. Yo no iba a abrir la puerta de mi casa con él en ese estado de enajenación.
Entonces fue cuando, mientras me alejaba, me dijo: “No importa, porque yo también tengo llaves”.
Pasé de tener miedo a sentirme muy fuerte. Me fui hacia él, abrí la puerta del portal, subí las escaleras con él detrás de mí, abrí la puerta de mi casa y ambos entramos. En cuanto pasamos la puerta me giré y le vi llorando.
Ahora se sentía apenado pero yo ya no tenía un gramo de compasión en mi cuerpo.
Recogí todas sus cosas y, a medida que iba llenando bolsas, las iba sacando al descansillo. Lo tenía muy claro: o se las llevaba o me importaba tres pimientos qué ocurriera con ellas.
Se fue de ahí llorando y cargado como un sherpa. No sin antes devolverme las llaves.
Me di cuenta ese día de que la persona con la que había estado era capaz de cosas que yo nunca hubiera imagino, y de ponerme en situaciones de las que yo había huido toda mi vida.
A partir de entonces empezó una odisea por capítulos que duraría más de un año.
Cuando coincidíamos en algún lugar, cosa nada compleja viviendo en una ciudad pequeña, se empeñaba en hablar conmigo, en seguirme, en darme pena. Me escribía a diario, pidiéndome perdón, con parrafadas que sinceramente al final ni me leía. Mis únicas respuestas eran: no me escribas más.
Su modus operandi empezó a convertirse en lo que yo denominaría después la muerte y resurrección. Esto era: me escribía/llamaba (sin éxito)/enviaba audios fustigándose por todo (algunas veces borracho) y, al no recibir respuesta por mi parte, al cabo de unos días me volvía a contactar esta vez para insultarme. No solo insultos zafios, como puta, sino también cosas muy elaboradas. Cosas muy personales. Me consta que tampoco perdía oportunidad en los bares de embestir contra amigos míos para contarles las penurias de su existencia, penurias en las que yo siempre aparecía como la puta que era. Me quería convencer de que todos estaban en mi contra y sabían la verdad.
Mis amigos, gracias a dios, lo veían con pena y su estado de embriaguez normalmente le hacía perder la poca credibilidad que tenían sus relatos. Debo decir que yo me desahogaba con una amiga o dos, pero nadie más conocía lo que yo estaba viviendo.
Un día me escribió diciendo algo que, lamentablemente, es un clásico del ex desesperado: “la vida es una mierda, blablá, no quiero vivir más, blablá, adiós mundo cruel”. Escribí a su mejor amigo para que, si le interesaba el tema, fuera a su casa. Pero no había nadie debido a que, sorpresa, este individuo estaba tranquilamente trabajando en una oficina de 3 trabajadores donde, de haberse colgado de una viga, hubiera llamado un poco la atención.
Cuanto más le ignoraba, más escalaban sus reacciones. Hasta que un día me envió un audio de 8 minutos que escuché mientras me fumaba un porro, para compensar el mal rato. Ahí fue cuando cometí un grave error, porque todavía le subestimaba: decidí llamarlo.
Quería acabar con el tema e intentar hablar como personas civilizadas. Le expliqué que no podía seguir así la situación, que quizás en un futuro pudiéramos hablar (no era en absoluto mi intención, pero quizás era un caramelo que le calmara, ¡qué ingenua era!) y que iba a bloquearle por el bien de los dos. Se despidió de mí dócilmente, con signos de haber llorado y haber bebido (imagino en qué orden). Esa noche le bloqueé de whatsapp, pero en medio de la noche mi móvil no paraba de sonar con sms en los que en una línea me llamaba zorra para en la siguiente llamarme frígida. En uno de ellos amenazaba con escupirme por la calle si me veía.
Al día siguiente, después de haber tenido que dormir con el móvil en modo avión, bloqueé su teléfono y su Facebook. Pensaba que no le quedarían más medios por los que comunicarse. Pero en realidad solo logré agudizar su ingenio. A partir de ahí se dedicó a comentar públicamente imágenes en las que yo aparecía en las redes sociales. Comentarios que me llegaban en forma de pantallazos que me enviaban mis amigos.
Finalmente, un día decidió comentar en una página de un proyecto personal que estaba llevando a cabo con una compañera. Y hasta ahí habíamos llegado. Un año después de empezar a recibir insultos y amenazas y de haber hecho lo que consideraba correcto por mi parte, sentí que necesitaba ayuda o eso no iba a parar. Cada borrachera, cada día malo, cada fracaso, le iba a llevar a desquitarse conmigo: la causa de todos sus males.
Fui a la policía, sin saber muy bien qué iba a decir. Cuando llegué me preguntaron el motivo de mi visita, les conté brevemente lo que me estaba pasando. Me preguntaron: “¿Esta persona, ¿es su pareja o expareja?”. “Sí”, le respondí. “Pues espere aquí que bajará alguien a buscarla”.
Al cabo de unos minutos apareció un chico joven que me subió a su destartalado despacho. Me pidió que le contara la historia y se la conté, a ratos indignada y a ratos riendo: me parecía ridícula la situación a todas luces.
Le enseñé los mensajes y me dijo: “Debemos hacer un parte y seguramente el juez quiera solicitar una orden de alejamiento”.
Firmé el parte y, al poco tiempo, me llamó un funcionario del juzgado para citarme a declarar. Justo quería que fuera a declarar un día que yo estaba fuera de isla, eran mis vacaciones. El funcionario, y no me olvidaré nunca, me dijo: “¿Y a usted le parece normal irse de vacaciones después de haber puesto una denuncia?”.
Ese es el trato exquisito que tuve en el juzgado de violencia doméstica, de género, superfragilística o como se llame.
Tras camelarme a ese buen funcionario, me concedió hablar con el juez para posponer la declaración, por su gracia y obra.
Fui a declarar ante el juez, una secretaria judicial (creo que así se llaman) y el fiscal. Me hicieron varias preguntas relativas a los hechos, y algunas más subjetivas por parte del fiscal, de las que recuerdo especialmente una: “¿Por qué crees que este chico te está haciendo esto?”
En ese momento le hubiera respondido que mejor preguntárselo a él. No conocía, y no conozco a día de hoy, motivo alguno para acosar de esa manera a alguien. Sin embargo, no quería vacilarle al fiscal y le dije mi opinión: intentaba llamar mi atención a toda costa. Y eso era lo que me preocupaba: ahora que no podía llamarme ni escribirme, sentía que en cualquier momento lo tendría en la puerta de mi casa o de mi trabajo.
También me preguntaron si temía por mi seguridad, les dije que no. No temía por mi seguridad porque no le veía capaz de nada en el cara a cara. Mi imagen de él es la del chico llorando y cargado como un sherpa.
En cuanto a las pruebas, los mensajes, había que hacerlos constar oficialmente y, para ello, había que hablar con una señora cuya oficina estaba a escasos metros de la mesa donde me tomaban la declaración. Al hablar con ella quedé estupefacta del siglo en el que vivimos judicialmente. “Las capturas de pantalla no son pruebas”. Me vi en la situación de explicarle que cuando uno bloquea a alguien en FB deja de poder ver sus mensajes en la red. Y lo único que te queda son los pantallazos que continuamente me llagaban de amigos a mi móvil (mira tu ex lo que ha vuelto a decir…).
Finalmente se adjuntaron mis sms y mis whatsapp, pero no mis pantallazos. En fin, con eso era más que suficiente.
El juez, con todo eso, me dijo muy magnánimo que deseaba hablar con la otra parte (el demandado) antes de pedir la orden. No pude estar más de acuerdo, en realidad eso era lo único que yo quería, que alguien le explicase claro y conciso que eso que él estaba haciendo no se podía hacer. Y punto. No quería nada más.
Le di todos los datos que conocía de él: número de teléfono, DNI (lo tenía de algunos viajes que habíamos hecho juntos), domicilio y dirección y teléfono de donde trabajaba.
Los días siguientes fueron muy angustiosos.
Hay algo que creo que a mucha gente se le escapa: me llevó meses ir a la policía porque cuando lo haces tienes la posibilidad de que la situación, en lugar de mejorar, empeore. Y te asaltan muchas dudas, muchos escenarios hipotéticos. No me quiero imaginar cómo será para una persona que teme por su vida.
Al cabo de un tiempo me contactaron para decirme que no encontraban el susodicho, pregunté y resulta que lo estaban buscando en una vivienda en la que hacía años que no vivía ni él ni nadie. Les insistí en los datos que yo misma les había proporcionado. Su teléfono, su dirección, su trabajo. A todo esto me habían proporcionado un abogado de oficio que, a partir del tercer email, dejó de responderme.
Periódicamente me llamaba un policía, cada día uno diferente, para preguntarme cómo estaba la situación y si había empeorado en algún sentido, además de informarme de que no habían sido capaces de encontrar al demandado. La realidad es que, desde el día que puse la denuncia, este chico nunca más volvió a contactar conmigo. Cuanto más tiempo pasaba, más dudas tenía de si quitar la denuncia, si iba a ser peor el remedio que la enfermedad. Pero decidí firmemente no quitarla, y a día de hoy, si no está archivada, ahí sigue.
Hace un año y medio desde que la puse. Me encuentro a esta persona por la calle entre una vez al mes y una vez a la semana. Todos sabemos dónde trabaja, dónde vive, por dónde se mueve. Pero la policía no ha conseguido encontrarle.
He vivido numerosas situaciones en las que he tenido que irme de donde estuviera, por muy bien que me lo estuviera pasando, por estar esta persona en el mismo recinto (y verle las intenciones de liarla). Este verano pasado se me sentó a mi lado dispuesto a hablar conmigo con una amplia sonrisa en su cara. En cuanto lo vi salté como un resorte y me tuve que ir de un evento por el que había pagado 30€ de entrada.
Yo no sé si esto lo va a leer alguien, sí sé que hay muchas posibilidades de que la persona que lo lea se sienta identificada con la historia. He conocido muchos casos parecidos, de personas de toda índole y edad.
Desde luego habrá casos más o menos graves. Pero un año de acoso con amenazas explícitas, con humillaciones públicas y chantajes me parece grave. Y que un procedimiento no se pueda llegar a cerrar nunca porque la policía no da con un ciudadano para llevarlo ante un juez a declarar me parece grave.
Mi deseo es que no se banalice más el tema de las denuncias, que no se repitan mantras alejados de la realidad, como que una mujer denuncia amenazas que se inventa sin pruebas y tú, automáticamente, pasas la noche en el calabozo, como mínimo. Porque no es la realidad.
Critiquemos las leyes con solidaridad hacia las víctimas. Las víctimas no tienen culpa de las leyes que se promulgan y, muchas veces, esas leyes tampoco están dotadas de herramientas para llevarse a cabo.
No sé si os pasa a todos pero la publicidad que me aparece últimamente en la página es cada vez más desagradable y los banners son enormes.
Hay unos anuncios para engañar a incautos con un medio para hacerse ricos invirtiendo en criptomonedas que usa fotos de Risto, futbolistas famosos y demás y que es toda una falta de respeto al usuario medio, luego están los de amigos/as con derechos y otros de magufadas varias.
Si, ya sé que estarán basados en mi perfil de navegación pero no sé de donde sacan que puedo picar en un timo o en una web de contactos o querer conocer el secreto de una tía buena que hace yoga.
De verdad que si hubiese un menéame premium estaría dispuesto a pagar algo por no tener que soportar esos insultos a mi inteligencia que me ponen como anuncios.
Ea, ya lo he dicho.
Yo no sé de qué hablan en la tele cuando hablan de coronavirus. Llevo ocho meses con la boca abierta. Discuten sobre las decisiones de los políticos constantemente, como si fueran importantes. Ratios. Índices. Criterios. Luego bajas a tirar la basura, y ves los bares a reventar. Subes a casa, y ahí siguen. Hablando de qué administración es responsable de que los números suban.
Y es que hay un debate ausente en los medios, que es a la vez económico, sanitario y moral, un debate de Estado: el comportamiento ciudadano durante esta pandemia.
Y es que el coronavirus es poético. Porque en su naturaleza perniciosa, esconde un interesante dilema moral: los jóvenes y fuertes la transmiten, pero son los viejos y débiles los que mueren. Por lo tanto, la responsabilidad de que los viejos y débiles no mueran, recae en los jóvenes y fuertes. Un pequeño sacrificio, seis meses de moderación, que el virus circule lo menos posible para salvarles a ellos, y que de paso, la economía siga funcionando. ¿Y cúal ha sido la heroíca decisión de los jóvenes y fuertes? ¿Cúal ha sido la decisión de todas esas personas sanas que no van a morir de coronavirus, pero van a transmitirlo? El bar.
Pero seguimos obviando el tema. Jorge Bustos ha humillado hoy a Fermando Simón en Al Rojo Vivo, porque éste osó ayer a decir, por fin, que qué pasaba con las fiestas. Simultáneamente, por WhatsApp me excusaba, avergonzado, por no querer acudir a la fiesta sorpresa de cumpleaños que le están montando a una amiga este sábado. Y somos cuarentañeros, y muy de izquierdas. Muy solidarios. Ha sido un momento maravilloso.
Echamos la culpa a los políticos de que la gente esté de pedo. Ellos a su manera también son patéticos. Se han equivocado los que gobernaban. Los de la oposición, han usado la pandemia para intentar llegar al gobierno. Inútiles y psicópatas. Pero peor aún, ninguno ha tenido el carácter churchiliano para decir “hijos de puta, dejad de beber diez minutos”(ya sé, Churchill, precisamente, un borracho). Todos son futuros votantes, potenciales subscriptores a nuestro medio digital afín, y hay que cuidarlos.
Esto es especialmente doloroso con la gente joven. La generación más conciénciala de la historia, la que lucha contra todo tipo de discriminación. La generación de Gretha Thunderg, que asegura que va a salvar el planeta. La de la cosmética vegana y el Rebel Whopper. La que lucha contra el bulling, la homofobia y la transfobia. La feminista. La generación que nos lleva sermoneando años, ironías del destino, ha tenido la oportunidad de probar su valía. Y han probado lo que muchos ya sospechábamos: las cañitas no se sacrifican por nada. Ni por los más débiles.
Ayer me mandaron esta mierda de artículo de El Salto Diario, que me dejó perplejo. Según ellos, la pandemia ha demostrado que el sistema ha fallado. ¡Coño! ¡Pero si el sistema es lo único que no ha fallado! Los políticos se han equivocado constantemente, y las personas solo han respondido a las acciones totalitarias, poniendo muy en duda que esto de la democracia sea algo que surge de forma natural.
El sistema, sin embargo, se ha mostrado robusto. Los alimentos no han faltado en los supermercados. No ha habido subidas de precios. No ha habido cortes de luz, ni de agua. La teoría suponía que un mundo globalizado, una crisis semejante podría haber ocasionado, como mínimo, inflación. Pues no. La gasolina no ha subido. La luz no se ha cortado. El agua salía de los grifos. La fruta estaba fresca en las baldas del supermercado, al precio de siempre. Yo no sé en qué mundo vive esta gente.
Porque solo ese sistema del que se queja El Salto, que ha conseguido producir cuatro vacunas en diez meses, va a salvarnos. Sin ese hito de la historia de la humanidad, nos resignaríamos a vivir en un país en el que 400 viejos mueren al día, hasta que no queden más. Porque el terraceo es sagrado, y es mejor heredar cuanto antes. Que se jodan los viejos que mueren solos en una habitación con un tubo en la garganta.
Solo ha habido un punto a favor de Rousseau en esta pandemia: el comportamiento de los niños, que no tienen ni piojos. En cuanto llega la pubertad, no obstante, gana Hobbes por goleada.
Esta pandemia ha cambiado mi misión del mundo. Qué me estás contando colega. La izquierda. La solidaridad. La compasión. El patriarcado. Llegado el momento, ni siquiera puedes hacer el esfuerzo de no ir al bar. Esta pandemia es el espejo de lo que somos. Y ese espejo está sucio. Sucio y roto.
La corrupción, el puterío,las infidelidades, la sociopatía, los sueldos desproporcionados, los viajes de lujo en mitad de la crisis...mira que había motivos para pedir el fin de la monarquía y hoy decenas de miles de derechistas la han reclamado porque Felipe VI hace lo que no le queda más remedio hacer. Lo hemos escuchado en COPE, lo hemos visto en Twitter (donde Felpudo VI ha sido TT), lo hemos visto en algunos influencers asociados a VOX y al PP...
Causa estupor y muchísimas risas ver a aquellos que se manifestaban hace una semana en defensa de la Constitución por los barrios pijos de Madrid, pedir ahora la cabeza del Rey porque este no ha dado un golpe de Estado y ha cumplido el mandado de la Constitución.
La Casa Real haría bien en reflexionar sobre la deriva derechista de la institución, catalizada estos últimos años por Felipe VI, más que nada cuando esos que has creído tus más fieles seguidores, solo te consideran una marioneta a su servicio, un sucedáneo de esa neblina de franquismo que no termina de irse de este puto país y más aún cuando ya no das ni el pego como símbolo de ese régimen del 78 que solo sirve para vender anuarios de El País, alimentar a las momias insaciables de la Movida Madrileña y seguir haciendo documentales y libros con ese relato del 23F que la mitad de los españoles ya sabe falso y la otra mitad confunde con un conservante alimentario.
De niños y jóvenes, sucede a menudo que no sabemos que somos felices cuando lo estamos siendo. Es una sensación que analizamos y valoramos en retrospectiva, sobre todo cuando ya han pasado muchos años.
Delibes decía que hay dos formas de madurar: aprendiendo a ser conscientes instantáneos de nuestra felicidad o aprendiendo a saber qué es lo que nos puede hacer infelices. Solemos escoger la segunda, porque tenemos más miedo al dolor que amor a la alegría.
Eso nos lleva a que, conforme nos vamos haciendo mayores, nos convirtamos en máquinas juiciosas y sensatas de recordar o de proyectar, más pendientes de aquello que hicimos o de lo que haremos, que de lo que podemos hacer ahora.
No hablo de ese "vivir el momento presente" del mindfulness, una pseudociencia peligrosa, cuya principal conclusión es que la causa subyacente de la insatisfacción y la angustia está en nuestra cabeza. No, no hablo de esa mierda magufa posmoderna. Sino de nuestra tendencia a vivir de momentos que ocurrieron y se quedaron para siempre, a volver a ellos de forma constante. Y de esa manía que nos lleva a volverlos a buscar en el futuro, sino idénticos, muy similares (algo muy común en las relaciones amorosas). Extrañamos, melancólicos, el pasado. Proyectamos, ansiosos, el mañana. El hoy se vuelve un fastidio.
Y no, no soy partidario de esa publicitaria idea del tempus fugit a la que se acogen muchas personas que confunden inmadurez y egoísmo con valentía y autenticidad. Hablo de algo más sencillo: de que no nos paramos a pensar qué es la felicidad o al menos, cuales son los caminos que nos llevan a ella.
Gramsci decía que uno de los pocos espacios de libertad que ha dejado el capitalismo al ser humano es su concepto de la felicidad. Una idea profundamente personal que debemos defender a capa y espada. Hoy en día, ese último reducto de libertad, de autenticidad, está siendo profundamente atacado por la sociedad de consumo. Vivimos en un estado narcótico, propiciado por la prisa de los días y el estrés. Creamos escenarios idílicos para que “la felicidad” llegue de forma rápida e instantánea, acotada por las vacaciones u ocasiones especiales, nos adaptamos o incluso deseamos entornos que no son dados, vendidos, impuestos sutilmente, pero que, realmente, no son nuestros.
Viajes que todo el mundo emprende, planes que todo el mundo hace, experiencias gastronómicas que todo el mundo prueba, películas que todo el mundo ve, celebraciones que todo el mundo festeja, parejas que todo el mundo escogería, canciones que todo el mundo bailaría. Hoy, todas las ideas de felicidad siempre acaban en una tienda.
Pero si me pongo a pensar en los momentos más felices de mi vida, ninguno cumple con esos estándares clásicos que todos conocemos. Fueron chispazos que llegaron de forma absurda, cuando menos me lo esperaba, en lugares que jamás podría imaginar. Y en cambio, no recuerdo la mayoría de esos instantes o hitos vitales en los que se suponía que debía ser más feliz. No recuerdo mi graduación, ni mi primer beso. Tampoco recuerdo bien la primera vez que vi el Caribe o que viajé en avión, ni el día que terminé mi carrera o mi primer polvo. No me he casado y tampoco quiero. Supongo que tener un hijo será maravilloso, pero creo que hay cosas muchísimo más hermosas y memorables que vivir con tu hijo que su nacimiento, o al menos eso espero.
Puedo llegar a entender que el momento más feliz de la vida de mucha gente sea su boda o su graduación. Pero creo que esa gente no está siendo sincera consigo misma. ¿De verdad puede ser una boda, estresante, preparada, estandarizada, más feliz que ese, tal vez, estúpido, inesperado y maravilloso momento en el que descubriste que era esa la persona con la que querías estar sin ningún género de duda?
Uno de los momentos más felices de mi vida ocurrió después de una catástrofe. Estaba con mis padres y mi hermana, viendo la tele en el salón. Una noche cualquiera. Días antes habíamos estado a punto de morir en un accidente de coche. Estábamos todos bien. Tranquilos. Recuerdo ese momento como una experiencia amniótica y vuelvo a ella muchas veces cuando estoy nervioso o no me van bien las cosas. Otro momento que recuerdo es de hace pocos años. Había muerto mi abuelo y de la tristeza inicial, pasamos a cierta alegría mientras lo recordábamos y luego a la risa. Fueron dos días maravillosos, cálidos. Incluso su entierro lo fue. Extrañamente reconfortante, pleno, sencillo, feliz. Dudo que haya alguien en mi familia, ni una sola persona, que pueda definir ese momento como uno de los más felices de su vida. La felicidad es extraña. Y en el momento que deje de ser extraña, en el momento en que tengamos que darle constantemente al botón de rebobinado o al de avance, es que hay algo que estamos haciendo mal.
Ayer, leí una frase maravillosa que la afición del Nápoles escribió en la tapia del cementerio de la ciudad cuando conseguía sus dos primeros títulos con Maradona en sus filas: “No sabéis lo que os estáis perdiendo” y la lúcida reflexión que el portero argentino Vivalda hizo sobre aquel pintoresco acto de vandalismo: “La felicidad puede ser o no ser. Puede ser mucha o ser poca. Eso, en realidad, no importa. Lo único que importa es que sea nuestra. El día que deje de serlo, será mejor dejarlo todo y decir adiós”.
Dudo que Vivalda leyese a Gramsci, lo que sí sé es que se tomó su reflexión al pie de la letra y dijo adiós en 1994 arrojándose a un tren en marcha en Mitre (Argentina), acuciado por un presente del que no era dueño, con graves problemas económicos y una fuerte depresión. En su casa, la policía encontró una escueta notita de despedida: “Fui feliz. Y tal vez lo podría ser algún día. Pero hace ya demasiado tiempo que la felicidad ha dejado de depender de mi y cada día presente es una tortura, así que lo mejor es irse. Adiós y lo siento”.
Pues eso, con Murciano se puede formar las palabras Mu rancio.
PD: Sacadme de la nueva web de Menéame, quiero volver a la rancia.
No entiendo muy bien los niveles de precio de gasolina y diesel que tenemos ahora (en 2008 con el barril de pétroleo más caro era un 25% inferior), así que bienvenidas sean las opiniones fundamentadas.
Escribo estas líneas para ver si así lo veo más claro, críticas bienvenidas :)
Putin dispara el gas y el petróleo. Máximos en diésel y gasolina
Radiografía del aumento del precio de la gasolina - Newtral
hace 5 días — La guerra contra Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia han impulsado el precio del combustible a niveles máximos.
En Marzo ha pasado de 1,63 a 1,86 en dos semanas:
Entonces, si esto se debe a la guerra, y es consecuencia de la guerra... a pesar de que la UE ya ha dejado claro que NO (puede ó no quiere) va a presecindir del crudo ruso. Que alguien me explique lo de 2008:
Con el pétroleo a 140 USD/bbl, págabamos como mucho 1,27€/l y 1,33€/l
Y ahora:
Explicaciones que se me ocurren:
t/c EUR/USD: en Julio de 2018, estaba a más de 1,5:así que el barril salia en EUR a 139,81 / 1,5 = 93€/barril
www.ecb.europa.eu/stats/policy_and_exchange_rates/euro_reference_excha
t/c EUR/USD: en Marzo 2022, a 1,10. Asi que el barril de petróleo: 126,51/ 1,1 =115€/ barril
Es decir, la gasolina debería costar aprox un 115/93= 123% de lo que costaba en 2008.
Veamos:
Super95: 1,277 * 123% =1,57€/l .... diferencia importante con 1,63-1,87€/l en Marzo, en torno a un 10%
Diesel: 1,329 * 123%= 1,63€/l respecto a 1,52€- 1,82€/l DENTRO DE LO ESPERADO
2) Impuestos? Inflación?
No parece, siguen siendo un 45% del precio de la Super95: la diferencia en el precio sin impuestos es de 22 céntimos de EUR ó de un 32%!
Inflación? Pues esta podría ser la clave, los euros de 2008 valían mucho más... 107/87 = 23% de inflación acumulada, (¡la mitad apróximadamente desde hace un año!)
Así que con este dato... vamos a poner el precio de 2008 en EUR de 2022:
1,28€/l Super 95 * 123% =1,56€/l... frente a 1,63 - 1,87 => 5-20% más.
1,33€/l Diesel * 123% = 1,63€/l frente a 1,52 - 1 ,85 => DENTRO DEL RANGO (-5% a 13%)
Conclusión:
La única explicación que se me ocurre es: especulación / temor a una interrupción del suministro. Esta semana tenemos precios de Gasolina y Diesel un 20% y un 13% más altos en términos reales respecto al pico de 2008.
Edit: subidas las imágenes
Imagínate por un momento que hubieras nacido en el año 1900.
Cuando tienes 14 años, comienza la Primera Guerra Mundial, y termina cuando tienes 18, con un saldo de 22 millones de muertos.
Poco después aparece una pandemia mundial, la gripe española, que mata 50 millones de personas. Y tú estás vivo y con 20 años.
Cuando tienes 29 años, sobrevives a la crisis económica mundial, que comenzó con el derrumbe de la Bolsa de Nueva York, y ocasionó inflación, desempleo y hambre.
Cuando tienes 33 años, los nazis llegan al poder.
Cuando tienes 36 años comienza la Guerra Civil Española y termina cuando tienes 39 años. Cuando tienes 39 años, comienza la Segunda Guerra Mundial, y termina cuando tienes 45 años, con un saldo de 60 millones de muertos. En el Holocausto mueren 6 millones de judíos.
Cuando tienes 52 años comienza la guerra de Corea. Cuando tienes 64 años, comienza la guerra de Vietnam y termina cuando tienes 75 años.
Un niño que nace en 1985 piensa que sus abuelos no tienen la menor idea de lo difícil que es la vida, pero estos abuelos han sobrevivido a varias guerras y catástrofes.
Hoy nos encontramos con todas las comodidades en un mundo nuevo, en medio de una nueva pandemia. La gente se queja porque, por varias semanas, se han de quedar confinados en su casa. Pero tienen electricidad, teléfono, comida, agua caliente y un techo seguro sobre sus cabezas. Nada de eso existía en otros tiempos.
Sin embargo, la humanidad sobrevivió a estas circunstancias y nunca perdió su alegría de vivir.
Hoy nos quejamos porque tenemos que usar mascarillas para entrar en los supermercados. Un pequeño cambio en nuestra perspectiva puede obrar milagros. Vamos a agradecer tú y yo que estamos vivos, y haremos todo lo necesario para protegernos y ayudarnos mutuamente.
Autor desconocido.
No tengo claro haber comentado esto en público antes, pero llevo años haciéndolo en privado. Estoy seguro también de que no seré el primero en haberlo expuesto, pero por A o por B tampoco se ha hecho demasiado caso a quienes han hablado públicamente sobre esto con anterioridad.
Aun así creo que es necesario poner el asunto sobre la mesa, otra vez. Antes de continuar, observemos la siguiente imagen:
La comparación entre el número de artículos en Español e Inglés no viene al caso, los motivos principales deberían resultar más que evidentes para quien tenga una comprensión mínima sobre el funcionamiento del mundo hoy en día.
Lo que sí debería llamarnos algo más la atención es la comparación con lenguas como el Alemán, Ruso, Francés e Italiano. Todas ellas con un número de hablantes mucho menor que el Español (tanto nativos como no nativos).
Antes de entrar en posibles causas, consecuencias y valoraciones, repasemos brevemente algunas cifras.
Número de artículos por hablante (nativo, total) [referencia]:
Los números del Español son alarmantemente bajos comparados con el resto. El desaguisado es tal que incluso en artículos científicos donde se analiza la cuestión... que ni se plantean incluir al Español en la lista de lenguas estudiadas: Quality and Importance of Wikipedia Articles in Different Languages. Por cierto, este fenómeno de omitir el Español de estudios semejantes es un patrón que se extiende mucho más allá del caso de la Wikipedia.
Tengo alguna intuición sobre el por qué de estos números, pero no me siento especialmente seguro sobre estar en lo cierto. Lo que sí tengo más claro son las consecuencias.
Este fenómeno (que no engloba sólo el número de artículos publicados en la Wikipedia) afecta muy negativamente a todos los países de habla hispana. El conocimiento acumulado en la Wikipedia (aunque muchos hagan chanzas) es muy valioso, y afecta a nuestras economías.
Se ha demostrado en varias ocasiones como el contenido de calidad en Wikipedia influencia la productividad científica y la calidad del trabajo generado:
En la misma línea, un reciente estudio demostró impacto directo en el sector del turismo a través de la edición de artículos en la Wikipedia:
Hay algunos estudios más relacionados con esta iniciativa, pero la verdad es que son pocos y su relación con el asunto tratado es escasa. En mi opinión, el impacto económico de la Wikipedia es merecedor de un estudio detallado. Con la información disponible a día de hoy no podemos hacer mucho más que intuir por donde van los tiros.
Mi intuición me dice que el impacto de la Wikipedia no se limita a la publicación de unos pocos artículos científicos en un campo específico y al turismo en pueblecitos de España. Mi intuición me dice que su influencia es enorme (y por lo general, aun con guerras de edición, positivo en promedio).
Si queremos que las cosas mejoren en nuestros pueblos y ciudades, tanto en Latinoamérica como en España, deberíamos esforzarnos más en generar y difundir conocimiento. Y si es en nuestra lengua, mejor.
Escribir nuevos artículos (o traducirlos de otros idiomas) es un acto infinitamente más patriótico (entendiendo la "patria" en un sentido amplio) que colgar banderitas en el balcón. Y os animo a ello, aunque sólo sea por espíritu competitivo.
Bat00lo es el típico usuario que no aporta nada a la web. Sectario como el solo, se limita a negativizar noticias que critiquen o sean perjudiciales para PP-Vox. No sube noticias, no comenta...solo negativiza.
En este tema www.meneame.net/c/29418277 , Bat00lo habló de que Meneame estaba controlado por sectarios, refiriéndose a un tweet de @gallir. Yo le repliqué mostrando mi sorpresa porque él precisamente hablase de sectarismo cuando su papel en Meneame es negativizar por motivos ideológicos. Y dije que era un usuario tóxico, usando una expresión más que popularizada hoy en día. He sido strikeado por “insultos directos”.
Llamar tóxico a un sujeto no es insultarle, sino afirmar que no aporta nada salvo veneno (negativos ideológicos en su caso). Una opinión legítima que no merece ser censurada (igual que la de Bat00lo al decir que Meneame está controlado por sectarios y @gallir debería crear una alternativa). Por eso me parece inaceptable que se proteja a trolls parasitarios de ultraderecha y se persiga a los usuarios que se quejan de su actitud. Por ese camino sólo se logrará que Meneame acabe siendo un páramo inundando por semejante fauna, que no enriquece el debate sino que se limita a destruir.
El autor de este artículo es un antiguo miembro de Meneame que ya no dispone de cuenta por haber abandonado este sitio de manera voluntaria, pero he creído interesante traeros una de sus reflexiones en redes sociales, sobre todo para aquellos que disfrutabais de sus artículos.
El último Euskobarómetro indica que tenemos menos vascos independentistas que nunca (sólo un 21%)... y curiosamente esto sucede con un Gobierno filoetarra, separatista y negador de la sagrada unidad de España.
Siempre que discuto con gente sobre estos temas digo lo mismo. Si yo viviese en un territorio sirio con ciertas particularidades culturales y un sentimiento de identidad, estaría deseando independizarme de la atroz dictadura del clan Assad. Si dicho territorio se ubicase en una democracia social y próspera como la finlandesa, estaría encantado de seguir siendo parte del Estado. Es decir, que para cualquiera con dos dedos de frente las características del Estado donde se integra el territorio "diferenciado" al que pertenece son claves para decidir si quiere seguir siendo parte de él.
Por eso la mayor fábrica de independentistas se encuentra en los hediondos agujeros nacionalcatólicos de aquellos cuyo modelo de país oscuro y enmohecido es incompatible con la justicia social, la transparencia y la verdadera democracia. Aquellos que sueñan con un país de señoritos y vasallos, donde el "usted no sabe con quién está hablando" sea ley, el matrimonio gay y la eutanasia estén prohibidas por contradecir la santa doctrina católica, el salario mínimo no pase de los 600 euros y los empresarios del campo o la hostelería no se vean importunados por la Inspección de Trabajo.
Si queremos combatir el independentismo, construyamos un país donde merezca la pena quedarse y aislemos a los defensores de la desigualdad, la explotación laboral, los privilegios, la invasión de la vida pública por doctrinas religiosas y la opacidad y falta de participación ciudadana en la política. Con el ejemplo vasco estamos viendo que esa estrategia funciona (y eso que el Gobierno no ha hecho ni la décima parte de lo que debería hacer para que superemos el franquismo igual que los chilenos están superando el pinochetismo).
Suelo presentarme a todas las plazas de profesor ayudante doctor en Derecho Constitucional que sacan en las universidades españolas, y tras concurrir a unas 10 he podido comprobar empíricamente que en la práctica totalidad de los casos se las lleva el candidato de la casa por muchos y muy buenos que sean los candidatos externos. En su día escribí este artículo haciendo una pequeña estadística al respecto www.meneame.net/story/estudio-empirico-sobre-endogamia-universidad-esp
Pese a ello, sigo participando en todas las convocatorias que sacan con la esperanza de que por cualquier motivo el candidato de la casa no pueda ocupar la plaza y, quedando yo el segundo (en las últimas tres convocatorias he tenido "suerte" y he quedado en esa posición) pueda obtenerla. Obviamente, mi esperanza de vencer al candidato de la casa es nula, y lo es independientemente de lo escaso que pueda ser su curriculum.
Pues bien, participé en una convocatoria de la Universidad Carlos III de Madrid y, el viernes, publicaron los resultados...parciales portal.uc3m.es/portal/page/portal/inicio/universidad/empleo_universida
Como podéis ver, sólo sacan la nota de los que han ganado cada plaza y ocultan la de los no seleccionados. Esto es un hito en la opacidad, pues en las otras 10 convocatorias en las que he participado se publicaban las calificaciones de todo el mundo y, además, se escaneaban las actas para que pudiésemos saber los puntos que cada cual ha obtenido por cada parte del baremo.
Sorprendido, me pongo en contacto con Recursos Humanos y pido acceso a mi nota y a las actas del tribunal. Envié el mail el viernes pasado, y acaban de responderme de esta forma:
Buenos días,
Las puntuaciones deben solicitarse por escrito, tal y como se indica en la resolución:
Las reclamaciones, dirigidas al Vicerrector de Profesorado de la Universidad, se presentarán:
- Sede Electrónica: www.uc3m.gob.es/
- Campus de Getafe (Calle Madrid, 126, Getafe, 28903 Madrid)
- Campus de Leganés (Avda. Universidad, 30, Leganés, 28911 Madrid)
- Campus de Colmenarejo (Avda. Universidad Carlos III, Nº 22, 28270 Colmenarejo)
Un saludo
Mi réplica ha sido la siguiente:
Buenos días. En realidad no estoy presentando una reclamación, sino solicitando acceso al expediente administrativo en mi calidad de interesado para, si veo alguna irregularidad, presentar entonces una reclamación. Esto no me ha sucedido en ninguna otra convocatoria porque todas las universidades de España publican las puntuaciones de todos los candidatos e incluso las actas donde se desglosan. En cualquier caso, reclamare acceso al expediente también a través del vicerrector. Un saludo.
O dicho en palabras llanas ¿Cómo diablos pretendes que recurra mi puntuación SI NO ME LA ENSEÑAS ANTES? ¿Y cómo pretendes que cuestione la puntuación del resto de candidatos si ni siquiera sé cuánto les has dado por cada apartado?
Así que presentaré una reclamación al vicerrector pidiendo que suspenda el plazo para recurrir las puntuaciones hasta que pueda tener acceso al expediente y conocerlas (empezando por la mía). Posiblemente si hubiesen publicado las actas y supiese los puntos que me han dado, no hiciera nada, pero ya es una cuestión de dignidad. Estoy acostumbrado al nivel de oscurantismo y arbitrariedad estandar de la universidad española, pero lo de esta convocatoria directamente clama al cielo porque no guarda ni las formas más elementales, y la única forma de que se corrija es denunciándolo.
El aficionado a los videojuegos de lucha conoce que tras vencer al primer enemigo el siguiente poseerá nuevas habilidades y mayores destrezas en un crescendo de dificultad. El gobierno de coalición ha superado la primera pantalla pero la diversión sólo acaba de comenzar. La jueza del caso 8M contra el delegado del gobierno en Madrid tiró la toalla al ring, primer round, pero no se marchen aún, estamos en el breve descanso entre dos asaltos.
La ventaja con que cuentan los enemigos de este gobierno de coalición es que aunque pierdan pueden hacer subir a la lona a diferentes rivales, y cada vez el luchador es más peligroso. En el primer combate, que narrábamos aquí :www.meneame.net/m/Artículos/caza-mayor-objetivo-sanchez, el personaje, que lucía atuendo con algo de caspa y naftalina ( tricornio y crucifijo) apenas ha podido lanzar un par de directos chapuceros bajo el disfraz de informes policiales afinados, suficientemente potentes para tumbar a un podemita o a un indepe, pero carentes de punch contra alguien que, aún con la mojigatería de un Marlaska, dispone del superpoder de cesar y nombrar en el B.O.E.
El nuevo rival ahora exhibe mucha más musculatura, ni punto de comparación: la CEOE ha convocado a una cita a todos los grandes empresarios españoles que durará nada más y nada menos que diez días, con el fin de plantear “una hoja de ruta común para la reconstrucción“. De aperitivo y antes de tan larga cita ya han adelantado un punto de esa ruta común: reclaman al gobierno seguridad jurídica en las relaciones laborales. Llámalo seguridad jurídica cuando quieres decir que la reforma laboral no se toca.
Un segundo movimiento reciente es el cambio de la dirección de El País, sale Soledad Gallego-Díaz y entra Moreno, o como dijo alguien, sale Soledad y entra Ciudadanos. La sensación general entre los periodistas es la misma , Felipe González y el Banco de Santander han decidido que PRISA no iba a mantenerse al margen del esfuerzo por desalojar a Podemos de este gobierno. Al fin y al cabo, ha debido de pensar la Botín, si me compro un periódico ruinoso es para utilizarlo.
Un tercer movimiento: el PP ha votado en Europa a favor de que las ayudas a España, los famosos cien mil millones sean condicionados, es decir, que se exijan a cambio recortes, control del gasto y reformas, dicen, adecuadas.
Porque el fondo de lo que está en juego es este: cómo y quien va a decidir sobre esos cien mil millones de euros de ayuda europea. Como decía Javier Perez Royo en una entrevista en VilaWeb, lo que preocupa a los grandes empresarios, banqueros y fondos de inversión con intereses en este maltratado país es que el gobierno pueda tomar decisiones sobre cómo se utiliza esta enorme ayuda. pues no parece necesariamente inclinado a tener en cuenta las hojas de balance de las grandes empresas como prioridad, y es mucho dinero para dejarlo pasar sin luchar por ello.
En esto el Partido Popular ejerce con una fidelidad perruna de palanca política de los intereses económicos de estos grupos de poder, españoles y transnacionales: la perspectiva de que un gobierno de izquierdas pueda tomar decisiones “populistas” sobre tal flujo de capital le parece tan espantosa que ha optado por la única solución: que Europa nos ahorme con condiciones tan estrictas como sea posible, seguros que estas condiciones se regirán por el paradigma neoliberal que domina en las grandes instituciones internacionales (FMI, Bundesbank, Banco Mundial) y por tanto, de forma inevitable, estas condiciones y exigencias coincidirán mágicamente con las que le convienen a estos poderosos señores que barruntan ahora el peligro de no ser muy bien escuchados, como tienen por costumbre.
En definitiva, una vez acabado el episodio chusco del guardia civil y la jueza del Opus se abre el juego de las ligas mayores, en la que se arriesga dinero de verdad, y en este terreno podemos esperar ferocidad y altas apuestas. El control de los medios que tiene el PP le permite silenciar su escandalosa alianza con los halcones neoliberales del norte de Europa; quizá la cabeza de la anterior directora de El País haya terminado de rodar porque este cinismo del Partido Popular en Europa ocupó titular y un par de columnas en el periódico hace unos días.
Y es que el patriotismo de nuestra élites acaba exactamente donde se ve amenazada la cuenta de resultados de las empresas que les ingresan las rentas y los dividendos a ellos y su clase.
Escribo un breve artículo solo para contar un caso del que he sido testigo la semana pasada en La Mata – Torrevieja y las medidas anti-covid-19. Un caos absoluto, fuerzas del orden que no pueden actuar, ciudadanos pasándose por el forro las recomendaciones y por último, violencia, acoso e insultos si haces ver a los responsables que están cometiendo errores.
Si, aunque parezca increíble, hay mucha gente que a día de hoy ignora las normas de higiene y recomendaciones sanitarias e insulta y acosa a los que se lo hacen ver.
El caso que voy a relatar ocurrió este fin de semana pasado. Piscina en La Mata, en Torrevieja en urbanización “Viñamar”. Hay varias fases de esta urbanización y en concreto esto que voy a comentar es sobre una de las fases porque por lo que sé, las otras fases con sus piscinas si están cumpliendo las normas.
Estas son las recomendaciones de la Generalitat de Valencia para las piscinas comunitarias:
glusirenas.com/condiciones-piscinas-comunitarias-covid-valencia/
www.abc.es/espana/comunidad-valenciana/abci-valencia-fase-2-piscinas-c
valenciaplaza.com/normas-piscinas-de-uso-publico-desconfinamiento
Me voy a centrar en estos:
- No compartir objetos o juegos con otras unidades de convivencia que estén en la piscina.
- Con respecto al aforo, el titular de la piscina deberá establecer su aforo considerando para ello la superficie de lámina de agua y el área que comporta la zona de descanso. El aforo máximo permitido será del treinta por ciento de la capacidad de la instalación, siempre que sea posible respetar la distancia de seguridad entre usuarios de dos metros. En caso contrario, se reducirá dicho aforo a efectos de cumplir con la distancia de seguridad. Una vez el aforo completo, no deben acceder más usuarios al recinto de la piscina hasta que no salgan otros usuarios. Si es posible, será el socorrista u otro personal que designe el presidente o la administración de la comunidad, el responsable de supervisar el número de bañistas en cada uno de los vasos y restringir los accesos.
- En las zonas de estancia de los usuarios, se debe establecer una distribución espacial para garantizar la distancia de seguridad de al menos dos metros entre los usuarios mediante señales en el suelo limitando los espacios. Todos los objetos personales, como toallas, deben permanecer dentro del perímetro de seguridad de dos metros establecido, evitando contacto con el resto de usuarios
- En la 'nuevo normalidad' está prohibido el uso de toboganes y trampolines. Tampoco está permitido saltar en el agua desde la orilla ni cualquier juego que genere chapoteos en el interior de la piscina. También queda prohibido el uso de material auxiliar de juego como balones, colchonetas, tablas, aletas o burbujas.
- Tendrá que reforzarse la cartelería para recordar -y esto no es nuevo- que hay que ducharse antes de entrar a la piscina y no escupir ni orinar en ella.
En resumen, entre otras medidas hay que:
- Asegurarse que todo el mundo se ducha completamente, es decir, incluyendo el pelo.
- Queda prohibido que se hagan “piñas” en el agua o que la gente este pegada independientemente de que convivan.
- Queda prohibido cualquier flotador, aletas, gusanos de agua, etc etc porque son elementos comunes que no se desinfectan.
- No puede estar la gente apiñada en el agua, tiene que haber 4 metros cuadrados por persona.
La escena.
Durante el pasado viernes por la mañana soy testigo de la siguiente escena desde la terraza del apartamento que hemos alquilado 2 semanas: unas 8 personas en el agua, una señora nadando sin meter la cabeza, maquillada y con el pelo seco (sin cumplir la norma de ducharse), 2 personas con flotadores (gusanos, objetos de uso compartido sin desinfectar claramente prohibidos por la Generalitat) en el medio de la piscina, 2 o 3 niños en su zona y un nadador haciendo unos largos con gafas de nadar y su camiseta de proteccion solar. En un momento dado se acercan al nadador los que están flotando en el medio de la piscina (gente con mucho sobrepeso y por tanto en riesgo con la Covid-19. gacetamedica.com/investigacion/el-80-de-los-pacientes-con-enfermedad-g ) y la señora maquillada que nada con el pelo seco sin meter la cabeza a decirle al nadador (notablemente deportista y en forma) que no nade, que les salpica y les molesta. El nadador dice que nadar no esta prohibido y que lo que esa prohibido son los flotadores y no ducharse completamente y que el resto de piscinas de alrededores lo tienen prohibido. La reacción de la socorrista, los dos flotantes y la señora que nada maquillada es insultar al nadador (estás loco, sinvergüenza, vete a otra piscina, deja de nadar en la piscina que molestas y así durante un buen periodo de tiempo). El nadador les ignora y les pide que no se dirijan a él y que no le hablen, dice que no incumple normas y que ellos sí y sigue nadando mientras los demás siguen insultándole e increpándole, socorrista incluida.
Apenas dos horas despues de esta escena, en una piscina con apenas 10 metros de largo y 5 de ancho, veo unas 40 personas en el agua , especialmente la zona poco profunda donde no caben fisicamente mas personas. Todos chapoteando, jugando unos encima de otros y y con una distancia de apenas unos centimetros de separación . ¿Cómo voy a dejar que mis familiares vayan a esta piscina? ¿Qué locura es esta? Flotadores, acumulacion de gente, juegos en el agua etc etc .. Todo prohibido y la socorrista me dice que no si no me gusta, que me vaya al juzgado de guardia.
Así que en ese momento me indigno y cojo el teléfono. Llamo a la comisaría de Torrevieja y les informo de lo que estoy viendo. Me dice el policía que es un tema del administrador de la piscina y que tengo que hablar con ellos. Le digo al policía que se están incumpliendo los decretos de sanidad de la Generalitat y que deberían actuar. Me responde que si tengo la seguridad de que se esté cometiendo un delito que ponga una denuncia en la guardia civil, pero que ellos no van a actuar.
Me voy a dar un paseo unas horas después. Me encuentro con una patrulla de la guardia civil en cabo Cervera. Les cuento lo que he visto y pregunto qué se puede hacer para que se cumpla la ley. Me dicen que llame a la policía local que ellos no pueden hacer nada. Que lo tiene que arreglar el administrador y que si él no lo arregla que acuda al juzgado. ¿En serio? ¿Se incumplen flagrantemente las normas de sanidad de covid-19 a la vista de todo el mundo comprobable mil veces al día y tengo que ir yo al juzgado?
Sigo paseando y me encuentro con la patrulla de policía local que vigila la playa de La Mata. Les vuelvo a contar la historia y directamente me dicen: Es tema del administrador, no podemos hacer nada, cada segundo vemos a gente que incumple las normas y no podemos hacer nada.
¿Os queda alguna duda de que esto no tiene solución? Ni ciudadanos, ni socorristas, ni policía, ni nadie hace nada.
Estamos condenados a estar en estado de alarma durante años con esta actitud.
Acaban de cargarse el meneo que había en portada sobre el crowdfunding de 15MpaRato, con la excusa de ser contenido comercial y/o político. Se trata de un contenido socialmente relevante, totalmente transversal y que no es comercial, algo que nos incumbe a todos.
Si menéame ya ni siquiera sirve para compartir contenido así: ¿para qué nos sirve esta web?
La decadencia ha sido evidente en los últimos tiempos, especialmente entre la comunidad, que se ha llenado de clones y trolls que han dejado de lado a los comentaristas más interesantes y los contenidos con más nivel y temáticamente más diversificados.
Hubo polémicas y tiempos duros en el pasado, pero esto no es como aquello. No es que menéame ya no sea lo que era, es que ahora ya ni es.
Fue bonito mientras duró. He conocido gente de todo tipo y de una calidad excepcional por aquí, y gracias a la web llegué a contenidos que de otro modo jamás habría visto. Sin embargo, hace mucho que dejé de sentirme así para vivir esto como una arena de gladiadores, donde los contenidos cada vez se parecen más a los de un medio tradicional y a veces llegan a portada incluso con más retraso que a estos por las batallas de negativos.
No tiene sentido. Un saludo, y buena suerte.
Hoy hace un año que Gala llegó a nuestras vidas.
A principio de marzo de 2021, mi pareja conoció en la protectora a una perrita muy miedosa al fondo de la jaula. La pobre estaba muy asustada y hacía poco tiempo que estaba ahí. Resulta que por falta de dinero, su anterior compañero la tuvo que dejar.
Después de un período de adaptación, vino a casa definitivamente. Aún recuerdo lo rápido que se subió al coche aquel mediodía que fuimos a por ella. Y sobretodo el cambio de cara y actitud al entrar por la puerta.
Hoy, un año después, se ha adueñado del sofá, de la cama y de nuestro corazón. Es leal, mimosa y muy agradecida.
¿Moraleja? Adopta a perros, gatos, etc. No compres animales. Hay miles de ellos en muchas protectoras que buscan un nuevo comienzo y podemos dárselo. Adopta; puedes hacer que un pobre animal que ha tenido mala vida o por circunstancias X ha acabado en un protectora, pueda tener una segunda oportunidad.
Se rumorea que más gente ha abandonado Menéame por una ofensa mía que por aburrimiento.
Como dijo el tío Ben, "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Y por eso me comprometo a hacer todo lo que esté en mi mano para que ninguno de vosotros se vaya hoy de aquí sin haberle ofendido.
Cuando desde A3 Noticias se hacen eco de esta situación, es que la situación esta empezando a preocupar al sector empresarial. Y es que los jóvenes ya están rechazando puestos de trabajo en Madrid y Barcelona por no poder permitirse una vivienda.
Veamos la noticia, publicada el pasado 18 de Septiembre de 2024 en el telediario de A3 Noticias 1:
Pues parece que o las empresas empiezan a deslocalizarse si quieren presencialismo, o empiezan a ofertar teletrabajo 100% o el sistema de centralización de trabajos en Madrid y Barcelona tiene los dias contados y van a reventar por los aires...
Es necesario que se creen servicios, infraestructuras y trabajos en otros puntos de España porque Madrid y Barcelona ya han superado el limite de concentración de éstas y por muchas empresas que quieran instalarse en ellas, ya no es viable. Se dice que "todo el mundo quiere vivir en el mismo lugar" y es falso. Lo que es la realidad es que "todas las empresas quieren instalarse en las mismas ciudades" y eso es inviable o tiene un precio: pagar salarios 4 veces mayores para que sea viable para los trabajadores vivir en ellas.
Por el ataque de Hamas:
✓ 1 min de silencio
✓ Proyección de banderas de Israel en varias capitales
✓ Condena unánime
✓ “Atentado terrorista”
✓ “Víctimas del terrorismo”
Por el genocidio en Gaza:
✓ Años de silencio (cómplice)
✓ Prohibición de banderas Palestinas en varios países
✓ Sin condena
✓ “Derecho defensa del ocupante”
✓ “Daños colaterales de la guerra”
Ahora que parece que resurge el coaching para ligar, quiero daros algunos tips que, seguro, os serán útiles, solterones:
-No lleves a tu madre a una cita y si vas a hacerlo, pregúntale a la chica antes. Si te dice que sí, luego no te lleves a tu madre. Ese giro de guion te hará parecer independiente y seguro y ella caerá a tus pies.
-Si habla demasiado y no te deja intervenir, sacate el pene y golpéalo contra la mesa como si fueses un juez con su mazo y grita, con cara muy seria y solemne: “¡Silencio en la sala, ahora me toca hablar a mí!”.
- No hagas el signo de las comillas especialmente mientras haces el amor. Si ella lo usa, es mala señal, especialmente si lo hace justo después de que te desnudes.
-Si vas a la cita en coche, mira siempre debajo, sobre todo si vives en el País Vasco de los 70-90.
-Si es ciega, no le escribas whatsapps, solo audios. Sé que es un coñazo, pero al menos piensa que por primera vez podrás enviarle fotopollas a una chica sin que se ría de ti.
-Háblale compulsivamente durante horas de tus ex, incluso inventando historias de lo más tortuoso. Si ella te escucha atentamente o te cuenta las suyas, huye de allí. Si es ella la que huye, es tu chica ideal pero ya no podrás tenerla. Tengo que afinar un poco este consejo, lo siento.
-A las chicas le gustan que les digan cosas bonitas, pero también les gusta la honestidad. Si la chica no te parece para tanto, siempre puedes recurrir a piropos de bajo perfil, pero completamente sinceros. Te doy algunos que podrán servirte de ayuda: “Nunca he visto a ninguna chica con los tobillos anchos tan guapa como tu”, “Tu creencia absoluta en los horóscopos no te hace parecer tan subnormal como presuponía”, “Eres la subdirectora de proyectos del Banco Compostelano más guapa con la que me he tomado una caña”. No fallan.
-Mastúrbate antes de la cita. Te ayudará a liberar tensiones ante el gran momento. Además, ellas también lo hacen. Incluso una buena forma de romper el hielo es preguntarle: ¿Tú también te has masturbado compulsivamente antes de la cita? Podéis intercambiar webs de porno. Si todo ha fluido de forma natural, al salir de la cita, borra su número y bloquéala en todas las redes sociales y no vuelvas a verla. Si en cambio te ha amenazado con denunciarte y/o te ha abofeteado sigue insistiendo, dejando claro que estabas nervioso o que estás pasando por un mal momento y que no te reconociste en esa cita. El que no arriesga, no gana.
-Habla constantemente de ti en tercera persona, te hará parecer más seguro y atractivo.
-Si eres un poco frío y soso, lleva una mascota a la cita. Recuerda que, aunque tengan un cociente similar a un perro o un gato, tus amigos no son mascotas, así que, si no tienes una, puedes cazar una cucharacha, meterla en una caja de cerillas y ponerle el nombre de un filósofo existencialista francés o alemán. No falla nunca. Se les hace el coño pepsicola y es bastante barato. Te hará parecer intelectual y tierno. Además, las cucarachas comen cualquier cosa.
-Si eres un poco agarradete o estás pasándolo mal económicamente y crees que no vas a poder pagar la cuenta (o ni tan siquiera, la mitad), aprovecha sus idas al baño para cogerle dinero de la cartera. No te preocupes por los otros clientes del restaurante, si lo haces con naturalidad, todos pensarán que sois pareja desde hace tiempo o que estáis casados y que es algo normal coger el monedero de la pareja. Eso sí, procura coger solo lo que necesites, porque si coges más puedes entrar en una espiral de cleptomanía y los psiquiatras te van a costar un pico. Sé de lo que hablo. Si ella se lleva el bolso al baño, hablamos de un código rojo y solo te quedará una solución: largarte corriendo.
-Cambia el condón de tu cartera. Te recuerdo que los preservativos tienen una caducidad máxima de 6-7 años. Si no puedes despegarlo de la cartera, compra otra nueva. Si le has cogido demasiado cariño, plantéate si no será mejor tomarte algo con el condón y conocer en profundidad a alguien que ha estado contigo desde hace tanto tiempo, que tener una cita con una chica con la que apenas has hablado.
-Si es una cita a ciegas y ella te parece fea, vete al restaurante del baño, ponte la canción más triste que tengas en el móvil, desnúdate y mírate al espejo durante 5 minutos. Sal y la verás con otros ojos. No olvides volver a vestirte antes de salir del baño o el fracaso será seguro.
-Si la táctica del espejo no sirve, recurre a la táctica clásica de la llamada urgente. Cúbrete siempre las espaldas diciéndole a un amigo que te llame tras una señal por whatsapp y finge recibir una información que te obliga a abandonar la cita de forma irreversible. Te doy algunas excusas 100% seguras que garantizan el éxito: "me han llamado a filas para la Guerra de Azerbayán", "la casa de mi abuela ha comenzado a arder y tiene varios Picasso y Monet que debo salvar" o "acaban de ver a Juan Pardo en la calle y soy muy muy fan, tengo que pedirle un autógrafo".
-Si la primera cita acaba en desastre y te dice que no quiere volver a verte más, nos vemos abocados a la solución más disruptiva, lo que los expertos en amor llaman: “huida hacia delante”. Es muy sencilla: compra un anillo de compromiso con su cajita, ve a su trabajo un lunes por la mañana y preséntate ante ella para pedirle en matrimonio con la rodilla hincada en el suelo. Procura que haya mucha gente, si están sus jefes delante, mejor. Si esto no funciona, yo ya no sé qué lo hará.
"Donde esté un filete en su punto..." es lo que acaba de decir Sánchez sobre el debate acerca de promover una reducción del consumo de carne. Estoy de acuerdo con él .
Es obvio, que el discurso de Garzón no se basa en prohibir el consumo de carne, sino en dejar claro, que por la ciencia, se sabe que una MODERACIÓN en el consumo de carne es beneficiosa para la salud.
Pues, sin ser perteneciente a alguna "ideología", si es que eso existe todavía, ni siquiera cuando se ofrece una visión objetiva de las cosas por la ciencia, se es capaz de poner de acuerdo a partidos políticos.
No quiero hablar sobre el consumo de carne, aprovecho la ocasión para volver a señalar lo obvio, eso que ya sabemos todos. Perdonen el registro, pero ¿qué mierda es esa de ¿" el gobierno no es nadie para decirnos qué debemos comer" ?
En este caso se ha dado la situación con la oposición, pero es igualmente válido- más o menos- con cualquier grupo político.
¿Sabéis ese falta de aire fresco que transmite la política? Cómo si los de anteriores generaciones fueran más genuinos. Muchas veces se escuchan en entrevistas a gente mayor: " los de antes si eran políticos de verdad, comprometidos".
Incluso para sus propios intereses sería algo positivo, y es que... aquel líder o partido político que acabe con esa frase de " la política es un teatro", que entusiasme, que haga recuperar la fé en la política...¿no empezaría por reconocer los aciertos de los otros partidos?
En Murcia, Podemos empezó una mañana de primavera dentro de la plaza de la universidad. Allí se convocó una asamblea para dar a conocer el partido y captar a los primeros inscritos. El que llevaba el megáfono y daba vida al acto, hoy es satanizado por la dirección regional del partido, que le acusa de ser un malvado anticapi. De la actual dirección del partido, no recuerdo haber visto a nadie en esa asamblea. Vinieron justo después de las elecciones europeas, cuando comprobaron que el proyecto era voyante y había donde colocarse.
Después llegaron las primarias para los órganos de dirección municipales y el famoso sello de calidad que daba Pablo Iglesias a "los mejores" (es decir, a las candidaturas que tenían algún vínculo con su entorno y sabía que podía controlar). En Murcia, "los mejores" fueron un grupo de gente con tres lazos comunes: pertenecían al sindicato STERM, la mayoría eran del entorno de la universidad y vivían por la zona de Vistabella. Un grupo cerrado, endogámico y con ánimo de copar todas las estructuras del partido. Tenían el sello de calidad y Monedero vino a apoyar su candidatura. Y ganaron.
Hasta entonces el partido tenía bastante vida. Había mucha gente del 15M ilusionada con el proyecto que, desinteresadamente, colaboraba y dedicaba horas a organizar eventos o debatir en los círculos. En los meses siguientes fueron apartados de los espacios comunes del partido o, directamente, se largaron hartos de escuchar los gritos y sentir las puñaladas traperas de los hooligans del sector oficialista que, por ansiar un sueldo del partido o simplemente por fanatismo, hostigaban a cualquiera que se saliera del discurso oficial. Lo más penoso era ver el afán de la cúpula de controlar cualquier espacio de Podemos en Murcia imponiendo su discurso monolítico y silenciando el del resto, aunque ese espacio fuese un nimio círculo de 10 personas.
Cuando el partido obtuvo representación parlamentaria, todos los puestos con sueldo se dieron a afines a la Dirección, incluida gente que en su ámbito profesional es manifiestamente incompetente (y lo he visto con mis propios ojos). Para colmo, esa misma Dirección esperaba que el resto de afiliados trabajase gratuitamente realizando labores muchas veces más pesadas y complejas que las desarrolladas por los asalariados fieles.Hubo bastante gente sin oficio ni beneficio que consiguió un modo de vida por esta vía (a modo de ejemplo, nuestro diputado estatal jamás ha trabajado). Y otros muchos que sólo querían mejorar el país sin buscar réditos personales, desaparecieron. Los círculos se vaciaron, la militancia se desmovilizó y hoy el partido se reduce a la cúpula. Cuando se convoca algún acto al que teóricamente debería acudir la población, siempre se ven las mismas caras.
La cúpula de Podemos en Murcia es errejonista (apoyó a Errejón en el último proceso interno) pero con un instinto de supervivencia (en el peor sentido del término) lo bastante agudizado como para ponerse del lado de Iglesias después de su victoria, aunque sus preferencias siguen estando con Errejón. En el fondo, todo se reduce a seguir viviendo de la política. Y quienes no quieren vivir de ella sino mejorar el país, acaban dejando sus cargos. Es el caso de Lola Sánchez, la eurodiputada que ha decidido no seguir adelante debido a las miserias que ha visto dentro del partido.
Teresa Rodríguez crea Adelante Andalucía. Errejón huye a Más Madrid. Rehuyen usar las siglas de Podemos por el profundo desprestigio del partido (aunque Errejon también tenga otras razones como la ambición personal) Pero ¿cómo hemos llegado a esto? Hay un denominador común entre el "tanto monta, monta tanto, Pablo como Irene" y los círculos vacíos de Murcia: la endogamia, la prepotencia, la patrimonialización del partido para sacar barriga, el sacrificio de los valores para conservar el poder, la renuncia a la ética para destruir al rival interno, la hipocresía, el desprecio por la inteligencia del votante, el marketing barato como patética máscara para ocultar el abandono de los principios de transparencia, participación, honestidad y horizontalidad que atrajeron a tanta gente.
Podemos está hundido porque ha unido lo peor del PSOE y del viejo PCE: la disciplina cuartelera y el abandono de los ideales. Para reflotarlo harían falta personas distintas con principios sólidos y fuerza para atraer a todos los que se marcharon. El emperador y la emperatriz, junto a ciertos barones que les hacen la guerra fría pero no son mejores que ellos, ya no son referentes válidos. Ojalá las bases sepan organizarse y resucitar lo que en su día fue un proyecto maravilloso. Yo aún tengo un cargo en la comisión de garantías del partido en Murcia (obviamente sin sueldo) pero ningunas ganas de trabajar en semejante fosa séptica. Si antes de que dimita o me echen cambian las cosas, será un placer volver a esforzarme. Pero me temo que, mientras Podemos sea capaz de seguir generando dinero o sillones, los que lo han hundido seguirán aferrándose a él para conservar sus prebendas. Y cuando deje de generar lo anterior porque esté totalmente hundido, las posibilidades de reflotarlo serán prácticamente inexistentes.
menéame