
ABC publicó este gráfico de sectores donde se ve claramente que un 70,39% aparente ser más de un 75%. Me resulta sorprendente que hoy en día, con las herramientas que hay, se puedan cometer estos errores al realizar gráficos. La única explicación posible es que no se utiliza una herramienta específica para realizar gráfico y el diseñador lo hace literalmente a ojo. Que en pocos minutos lo consigues así en Excel.


En El Mundo han publicado un reportaje sobre los resultados del último disco de Rosalía donde han incluido un gráfico sobre las evolución de las reproducciones en Sptify en el último mes. Les debía parecer poco un incremento del 71% que lo han querido exagerar mas, no sólo con un truncado del eje vertical (empieza en 19 millones), sino estirándolo hasta ocupar toda la altura de la página.
El gráfico quedaría así sin esos artificios:


No aprenden en El Español a calcular variaciones porcentuales: si el salario medio de la UE es de 39.808 euros y en España de 33.700 euros, el salario de España está un 15,3% por debajo de el de la UE (33700/39808=0,847). Eso sí, el de la UE estaría un 18,1% por encima de el de España 39808/33700=1,81), pero no es lo mismo.
En La Razón si han realizado de forma correcta el cálculo:


Las variaciones porcentuales sobre variaciones porcentuales se están convirtiendo en una de las herramientas estrella para manipular la realidad en los medios. Y aquí ya no se puede alegar que haya errores en los cálculos, ya que aritméticamente son correctos, pero no deja de ser una manipulación. En el ejemplo anterior de El Mundo se ve una intención clara, hay que oscurecer que la productividad crece y para ello se compara el aumento actual con el de hace un año: si en el tercer trimestre de 2024 crecía un 2,44% y en el tercer trimestre de 2025 ha crecido un 0,82%, el crecimiento ha bajado (ya este concepto chirría un poco) un 67% (0,82/2,44=0,336).

Cuando se comparan variaciones porcentuales es mejor hacerlas en valores absoluto (en este caso habría sido mejor decir que el crecimiento es 1,62 puntos inferior) porque hacerlo en valores relativos es engañoso, y esto se puede apreciar con un sencillo ejemplo: si se hubiera pasado de un crecimiento de 0,03% a un 0,01%, donde la bajada porcentual es la misma que en el artículo (0,01/0,03=0,333), pero todos entendemos que la situación no es la misma.
Ya sabéis que yo suelo llamar la cuenta de la pirámide a esa en la que mucho por mucho es igual a muchísimo, sin que nadie se tome la menor molestia es cuantificar el tema del que se habla. Hay montones de casos, todos sospechosos, de esa extraña aritmética, y no voy a volver a ellos, porque se desvía el asunto, y de lo que se trata es de hablar de inteligencia artificial y empleo.
El debate, de momento, está en qué parte del empleo eliminará el desarrollo de la inteligencia artificial, y tengo la impresión de que los argumentos empleados acaban enfrentando a maximalistas que hablan de todo o nada, sin pararse a pensar cómo funcionan los procesos de sustitución.
En el momento actual, o hasta hace seis meses, la IA eliminaba algunos empleos menos de los que creaba. Alimentar esa tecnología, desplegarla y llevar a producción, necesita más mano de obra de la que sustituye. Más o menos hasta marzo, por lo que he leído. Sobre ese momento, la cosa se igualó, y en estos momentos, medio año después, elimina unos pocos empleos más de los que crea. Llegados a este punto, es importante hablar del DONDE, porque el caso es que los lugares donde crea los empleos y los lugares donde los destruye, no son necesariamente los mismos, ni a nivel geográfico ni a nivel de escalas de cualificación. En estos momentos se está destruyendo empleo en la baja cualificación y se crean en la alta.
A medida que madure el conocimiento de las aplicaciones IA y su despliegue, aumentará la destrucción de empleo y se reducirá la creación. Este proceso ya se ha iniciado y llevará aún algún tiempo..
Por lo tanto, la cuestión será gradual, y se habla de que la IA puede destruir, en neto, alrededor de un 1% del empleo anualmente, con un techo difícil de precisar.
Un 1% no parece mucho, pero en España supone alrededor de 230.000 personas al año. En cuatro años, eso vendría a ser casi un millón de parados. De todas maneras, la cifra me parece demasiado alta, aunque se alegue que se incluye en ella a los desempleados indirectos, o sea, a los que perderán su empleo al desaparecer la demanda de diversos bienes y servicios de los desempleados directos.
Un 1% anual no es el Apocalipsis en directo, pero muy bien podría suponer un desastre en diferido. La ventaja es que nos da tiempo a adaptarnos, aunque no mucho. La desventaja es que le echaremos la culpa a cualquier cosa, y se radicalizará aún más la vida diaria. Todo un reto.
menéame