
El error matemático en esta noticia de El Economista es de los que hacen daño a la vista: "La banca de inversión hunde un 700% el ingreso por créditos" . Y en el texto del artículo insisten: "Los números que aporta Dealogic muestran un desplome del 719% en el tercer trimestre del año con respecto al mismo periodo de 2022, pasando de 29 millones de ingresos por este concepto a apenas cuatro". Es evidente que la mayor bajada posible es del 100% (si algo puede variar de valores positivos a negativos merecería una discusión aparte, pero no es el caso). Han calculado la bajada como si fuera un incremento: 29 es un 625% mayor que 4, pero 4 es un 86% menor que 29.
Hace poco llegó a portada un video sobre Humboldt y su benévola descripción de la realidad americana basado en sus escritos:
www.meneame.net/story/imperio-espanol-segun-alexander-von-humboldt/bes
Lo que los autores de dicho video no saben o no quieren decir es que los permisos de viaje de Humboldt por las Américas dependían del rey, y que las élites de cada lugar eran quienes le alojaban y facilitaban su viaje. Por lo tanto si quería seguir viajando no debía ser demasiado crítico con la situación sociopolítica en Nueva España, Nueva Granada y Perú. Así queda reflejado en sus diarios, donde en numerosas ocasiones pone un epígrafe de “no publicar” a una opinión especialmente severa. A pesar de la enorme autocensura no pudo reprimir cierta crítica y se le terminó prohibiendo regresar a América.
A continuación traduzco algunos fragmentos del artículo de Sandra Rebok basado en los diarios – no autocensurados – de uno de los más grandes científicos de la historia. Por desgracia no puedo traducir los extractos originales ya que no sé ni alemán ni francés. He reordenado un poco el texto, para facilitar su lectura.
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(scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0211-953620090)
Este ensayo se centra en los diarios personales que incluyen muchos comentarios interesantes acerca de la sociedad colonial […] y que no fueron sujeto de censura de ningún tipo.
Como su interacción fue mayormente con las élites gobernantes, sus opiniones fueron influenciadas por su necesidad de mantener buenas relaciones y expresar cualquier crítica con tacto y diplomacia. Además, Humboldt siempre albergó un sentido de gratitud hacia el rey de España Carlos IV por darle permiso a su expedición. Por otra parte, su postura fue también en función de su propio entendimiento como científico y sus objetivos personales y fue reacio a poner en riesgo su proyecto Americano. Por estas razones, muchas de sus críticas a la sociedad encontradas en sus diarios no aparecen en sus publicaciones finales. En algunos casos, notas del diario eran explícitamente marcados con un “no debe publicarse nunca”. En sus diarios, su crítica fundamental al colonialismo está basado en ejemplos específicos de opresión, corrupción y violación de los derechos humanos. Una comparación de las descripciones y juicios de valor encontrados en sus diarios con los que finalmente se publicó sobre sus viajes a Cuba y México, revelan que sus comentarios y veredictos iniciales eran mucho más críticos que lo que decidió publicar finalmente.
[...] este estudio provee un análisis general de las descripciones de humboldt sobre la estructura social de las colonias y su interpretación de sus similitudes y diferencias regionales.
[En general] aparte de su claro rechazo al colonialismo como institución política y económica, en sus diarios destacan por su análisis en profundidad de diferentes facetas del colonialismo, así como los problemas y posibles consecuencias que Humboldt prevé. Como él mismo indica, su afilada crítica no se refiere en exclusiva a las colonias españolas, sino también a las francesas, inglesas y danesas
[Hay una] evidente evolución de la percepción de Humboldt a lo largo de su viaje de cinco años. Al principio no entendía del todo bien la estructura y función de la sociedad colonial y sus diarios consisten mayormente en amplias descripciones de actividades científicas. Pero también hay una visión general de los indios, descripciones etnográficas, sobre su carácter y comportamiento, y las primeras impresiones de las misiones y las ciudades. Más adelante, Humboldt presenta un análisis mucho más complejo y profundo sobre la intrincada composición de las sociedades coloniales.
En Cuba existió una clara separación entre blancos y negros , sin presencia de indios, y la población era o libre y acomodada o exclavizada y viviendo bajo deplorable condiciones. En Venezuela, Colombia, y Ecuador la estructura social era mucho más compleja, más como sociedades de castas con más o menos componentes indios en los que factores como raza, grado de libertad y color de piel definían la situación de la gente. La esclavitud existía, pero no estaba tan enraizada como en Cuba. En cualquier caso, Humboldt aclara que los indios en las minas, quienes eran forzados en el sistema mita, vivían bajo condiciones de semi-esclavitud.
Otro tema de interés reflejado en sus diarios es la percepción negativa por la cual las ideas del Renacimiento se estaban poniendo en práctica en América. En varias ocasiones admite su decepción que miembros criollos de la élite que hablaban del la libertad del hombre, de enciclopedias, filósofos europeos y de discusiones teóricas -que a menudo expresaban opiniones revolucionarias, cuando en realidad ellos estaban interesados en manetener una sitauación que personalmente les favorecía.
A partir de aquí resalto algunas cosas de regiones.
Venezuela: Incluye muchas descripciones de las misiones y los misioneros. Comportamiento inmoral, misioneros con amantes e hijos, venta de alcohol, ganancia económica, nepotismo, trabajos forzados. Justicia arbitraria e ineficiente. Comportamientos que también menciona en otros regiones y que evito repetir.
Colombia: Muestra particular atención a la actividad científica y describe las dificultades de instituir una nueva filosofía basada en las ciencias naturales en la universidad en contra de las reglas impuestas por los religiosos.
Ecuador: Pone especial atención a los caciques a los que define como “chupasangres” de los indios que roban las sobras que dejan los corregidores y religiosos
México: Es el final de su viaje y deja de describir atrocidades, pero hace un análisis más complejo.
En su opinión la ciudad de México era incluso más bonita y elegante que muchas ciudades europeas y mucho más limpia que Lima o Bogotá, pero le llama la atención la miseria que ve en las calles y comenta su causa, la injusta distribución de la riqueza mexicana. Hay mucha mayor pobreza en Mexico que en Lima y Bogotá.
Humboldt muestra cierto alegría por la ausencia de esclavos en México, aunque comenta que la situación de los trabajadores, mayormente indios, no era muy diferente de la esclavitud. Él expresa su enfado acerca sus condiciones de trabajo de forma tajante y concluye que el gobierno debería actuar al respecto inmediatamente. […] describe la terrible situación de los mineros e indios forzados a trabajar duro cavando zanjas de drenaje.
Sobre México sí publico: (traducido con google de estracto en francés original): México es el país de la desigualdad. En ninguna parte quizás haya una más aterradora en la distribución de fortunas, civilización, cultura del suelo y población (...) Los indios mexicanos, considerándolos en masa, presentan la imagen de gran miseria. Relegados a las tierras menos fértiles, indolentes por carácter, y aún más debido a su situación política, los nativos viven solo día a día.
Esto explica porqué los planes de regresar a México años después nunca se volvieron realidad.
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Los diarios de Humboldt desmienten categóricamente la bonita visión que nos quieren hacer creer en el video antes mencionado. Los autores del video (y lo que parece todo el canal de Youtube “verdad hispánica”) escogen unas cuantas frases para realzar la grandeza del imperio español y por supuesto recordar la “leyenda negra”. Hacen un flaco favor para entender la historia y por eso he creído pertinente hacer este artículo sin entrar en consideraciones comparativas con otros países que no ayudan en nada en la necesaria autocrítica que cada país debe hacer por sí mismo.
Como sabéis, desde hace unos días se han reproducido en Menéame incidentes con ventanitas que supuestamente pertenecen a Orange o Mcaffe, pero que en realidad nada tienen que ver con tales empresas, y que se abren a los usuarios invitándoles a pinchar en ellas para obtener promociones o solucionar una posible (obviamente falsa) infección en su PC. Otros usuarios han denunciado que, directamente, se les han descargado archivos desde Menéame sin saber cómo. A todas luces, esta problemática parece provenir de la nueva publicidad de la web.
Los efectos derivados de esta situación son, ante todo, un inaceptable riesgo para los usuarios (yo, por primera vez en mi vida, me he instalado el adblock) pero, además, un desprestigio relevante para Menéame y un riesgo de que Google lo catalogue como web potencialmente peligrosa, con el derrumbe de visitas que ello implicaría. Ayer @imparsifal afirmó que se había puesto en contacto con las empresas de publicidad con las que contrató para solucionar el problema, y también dijo que sería útil realizar capturas de pantalla de las ventanitas y archivos maliciosos que se abran a cada usuario, con el fin de identificarlos más fácilmente e identificar así la empresa publicitaria que ha abierto las puertas del infierno.
Con tal fin (y también para visibilizar el problema, pues no hay nada mejor que la denuncia pública de las cosas que no funcionan para acelerar su arreglo), voy a recopilar en las siguientes líneas los comentarios de users que han sufrido el problema, y os animo a que, en los comentarios, hagáis lo mismo. Siempre que podáis, poned captura de pantalla. Gracias por la atención y esperemos que entre todos podamos desactivar la amenaza.
trasier 01/01 17:19
Vale. Menéame se ha bajado en mi pc el archivo "nU_SirUM.html". Visto lo visto, ¿Es un virus? ¿Es que cada día se mete más tonterías no testeadas en la web a ver por dónde fallan?
A cada nuevo cambio de propietarios, parece, buscan cargarse un poco más la web. Enhorabuena, porque lo consiguen.
angelitoMagno 31/12/2024 11:34
¿Soy al único al que menéame le redirige de vez en cuando a un anuncio de Orange?
Acabo de perder un comentario que estaba escribiendo ...
Vamos, por saber si es un problema de mi ordenador, aunque me ocurre en distintos navegadores y solo con menéame ...

Nylo 02/01 07:28
Buenos días,
@eirene @admin No sé si os han hackeado la página pero hace un rato tras pulsar en el menéame de la cabecera he sido redirigido a otra página con una url completamente diferente de la de menéame que hablaba de no se qué premios por ser usuario de google chrome. Sólo ha pasado una vez y por desgracia no tomé pantallazos, pulsé en "atrás" antes de que se me pasase por la cabeza hacerlo.
También supongo que es posible que fuese provocado por alguna extensión que tenga instalada o vete a saber. Pero como ha pasado pulsando en vuestro logo y es la primera vez que sucede, os lo hago saber.
pandasucks 30/12/2024 08:30
Me acaba de salir esto como "publi" en meneame.
Los anuncios que van "rotando" son una putamierda a parte de que te mueven el contenido que estás leyendo.
Y no, no es mi equipo infectado por nada.

Eulalia.Murcia. 02/01 17:57
Es la primera vez que escribo aquí y no sé si es el lugar más apropiado para preguntar, pero ahí voy. Me está pasando desde hace unos días o semanas que cuando uso la página de Menéame, y solo esta me aparece sin más un anuncio, supuestamente de google, en el que me dicen que he sido agraciada con un premio en metálico y no sé que más, porque cada vez que me aparece salgo de la página. No cabe duda de que es phishing y no es la primera vez que me sale sin más al utilizar una página. Me han salido sobre todo en SMS y en mensajes que envía la gente por las redes sociales pero nunca así. ¿Le pasa a alguien más? ¿Por qué puede sucederme esto? No sé como evitarlo y lo único que hago como he dicho, es salirme rápidamente de Menéame. No me pasa en ninguna otra página.
Zarangollo 02/01 19:06
¿alguien más sufre de redirecciones extrañas al entrar en meneame y solo en meneame?
Vale, ya veo que no soy el único, menuda cagada
wendigo hace 23 min
@Livingstone85 @Eulalia.Murcia.
Aquí otro que iba a preguntar si alguien más le pasaba o era yo el que me estaba volviendo gilipollas
Entre las redirecciones iy lo rara que está quedando la navegación con tanto salto en el scroll, se está quedando una web bonita
Saludos
Todos estos años de investigación habían dado su fruto. En sus manos tenía el poder de controlar el tiempo a pequeña escala. Pulsando el único botón de esa pequeña caja retrocedería 10 segundos en el tiempo. Ya no iba a tener más problemas para relacionarse con la gente. Si metía la pata como estaba acostumbrado a hacer, pulsando ese botón se podría arreglar.
Ahora solo faltaba asegurarse de que su invento funcionaba a la perfección. Pulsó el botón.
Todos estos años de investigación habían dado su fruto. En sus manos tenía el poder de controlar el tiempo a pequeña escala. Pulsando el único botón de esa pequeña caja retrocedería 10 segundos en el tiempo. Ya no iba a tener más problemas para relacionarse con la gente. Si metía la pata como estaba acostumbrado a hacer, pulsando ese botón se podría arreglar.
Ahora solo faltaba asegurarse de que su invento funcionaba a la perfección. Pulsó el botón.
Todos estos años de investigación habían dado su fruto. En sus manos tenía el poder de controlar el tiempo a pequeña escala. Pulsando el único botón de esa pequeña caja retrocedería 10 segundos en el tiempo. Ya no iba a tener más problemas para relacionarse con la gente. Si metía la pata como estaba acostumbrado a hacer, pulsando ese botón se podría arreglar.
Ahora solo faltaba asegurarse de que su invento funcionaba a la perfección. Pulsó el botón.
Hoy todos mis alumnos han hecho huelga unánimemente. Es la primera vez que, por una causa distinta a las fiestas de Derecho, toda una clase se pone de acuerdo para decirme que no van a venir.
La verdad es que la huelga ha sido histórica. Masiva, pacífica y con una filosofía basada en convencer en lugar de imponer (no he visto ni un solo piquete coactivo).
El machismo es como el racismo o la homofobia: un excremento ideológico que antepone mantras irracionales y prejuicios sin fundamento a la obviedad de que todos tenemos una misma dignidad independientemente del color o la forma de nuestro cuerpo, y de que no hay virtudes o defectos masculinos o femeninos, sino solamente humanos.
El machismo, como el racismo o la homofobia, lleva siglos imponiéndose a través de la fuerza bruta, la ignorancia y la propaganda. Durante el franquismo, era uno de los pilares de la ideología oficial del Estado, situación que entroncaba con los siglos pasados (con el pequeño paréntesis republicano). Por eso cuesta tanto superarlo. Porque ha contado con todos los recursos para su difusión e imposición a lo largo de los siglos, y porque a algunos les interesa que siga existiendo. Igual que el racismo. Crear ciudadanos de segunda siempre es útil para quien pretende abusar de ellos, sea en el servicio de limpieza de un hotel o en un campo de lechugas.
Y como siempre, los cambios se consiguen con el grito creciente y sostenido de sus protagonistas. Lo de hoy ha sido un hito que nos acerca más que nunca a un objetivo que solo se consigue con la lucha frente a quienes niegan la igualdad y la visibilizacion ante la ciudadanía de que todos somos iguales en valor, derechos y dignidad. Una visibilizacion que sirva para educar desde el día a día, porque el mejor antídoto contra los prejuicios es la Razón, proyectada sobre la enseñanza y sobre la calle. Para que las nuevas generaciones tengan una cadena menos entre sus pies.
Con exquisita afabilidad, como un pastor despidiendo a los fieles a la puerta de su templo, Sir Benjamin Malory estrecha uno a uno la mano de los miembros de la Scottish Society for Researching of Unexplained, una de las más reputadas del Edimburgo elegante por la calidad de sus miembros. A pesar de las protestas casi unánimes de los demás socios, acaba de presentar su dimisión como presidente y su baja como miembro, absolutamente resuelto a no ofrecer ninguna explicación sobre lo ocurrido.
Sólo una hora antes Sir Benjamin maldecía el infausto momento en que se le había ocurrido invitar a aquel condenado Dr. Shore, geólogo y psiquiatra, a la sociedad paracientífica que pocas semanas atrás le brindara el honor de la presidencia. A priori, la elección del invitado no parecía ninguna insensatez, ni tampoco había sido una decisión poco meditada: los muchos y celebrados experimentos del doctor en el campo de la detección de presencias paranormales parecieron un inmejorable aval para elegirlo como primer conferenciante dentro del ciclo programado. De hecho, todos los miembros de la Sociedad que vivían a menos de cien millas acudieron puntualmente para ocupar su sitio en el salón. A la hora de inicio de la conferencia sólo quedaba media docena de sillas vacías, tantas como cartas de disculpa dirigidas a Si Benjamin felicitándole por su criterio y aclarando que la inasistencia se debía a otras razones, y nunca a desinterés por el acto programado.
Cuando el doctor Shore se presentó en la sala fue recibido con una cerrada ovación que dio paso enseguida a un silencio casi ritual, somo si el eminente especialista en fenómenos paranormales se dispusiera a conjurar un espectro sobre la tarima en vez de a exponer sus conocimientos sobre los procedimientos técnicos.
Los primeros treinta minutos, destinados a explicar la metodología de sus experimentos, resultaron verdaderamente sustanciales, brillantes hasta el punto de obligar a los asistentes —poco inclinados normalmente a reconocerse legos en tales materias— a tomar notas sobre la marcha del torrente de novedades que desde el estrado se exponía.
Concluida la detallada descripción de los procedimientos, el doctor Shore pasó acto seguido a enumerar los hallazgos a que estos habían dado lugar, deteniéndose muy especialmente en las magníficas fotografías de hectoplasmas que se habían ido acumulando en su laboratorio. Tres de ellas fueron pasaron ansiosamente de mano en mano por el salón, entre murmullos admirativos que rompieron por vez primera el silencio casi sacro mantenido hasta ese momento.
Si la conferencia hubiera concluido en ese punto, Sir Benjamin Malory hubiera podido seguir dedicando su tiempo a la gratificante desocupación de presidir la Sociedad, y con todos los parabienes además, pero el Dr. Shore pasó a continuación a describir, aún más minuciosamente si cabe, las técnicas con que los mediums profesionales falsificaban tales pruebas. No menos de una docena de ellos estaban presentes, pero ninguno quiso ser el primero en darse por aludido mientras desfilaba ante el público una veintena de fraudes, trucos de magia, prestidigitación, manipulación de placas fotográficas y cuantas añagazas pasaron alguna vez por mente humana: los fuegos fatuos fueron acumulaciones de fósforo, la maldición de Tutankhamon envenenamiento por esporas de un hongo venenoso y hasta la resurrección de Jesucristo se convirtió en pocos instantes en un simple acto de profanación de sepulcros. El irrefrenable doctor había conseguido en sólo quince minutos poner en su contra a los mediums, los investigadores de la magia egipcia y hasta a los cristianos en general, pero el malestar se tornó ya en estupor cuando, tras recoger las fotografías que con tanto agrado acababa de contemplar su auditorio, pasó a describir los métodos que él mismo había empleado para conseguir aquellas falsificaciones. Y lo dijo así, textualmente.
El altercado que contemplaron los adustos salones de la Royal Society diez años antes con motivo de la poco diplomática teoría de William Walham fue una tibia protesta comparado con el que allí se formó. Acaso los caballeros de la Royal conservaran cierta compostura en aquellos momentos por débito a su linaje y posición, también porque vivían casi todos de otra cosa (rentas, principalmente), pero el abigarrado catálogo de quiromantes, mediums, egiptólogos, hipnotistas, astrólogos, espiritistas, hechiceros, adivinos, telépatas, exorcistas y levitantes, se tomó mucho peor que fuera tan directa e impúdicamente vituperado su medio de subsistencia. No se pararon tales personajes en apelativos cultos: fue mencionada allí la madre del doctor, la compleja identificación de su padre, sus gustos sexuales, el consentido adulterio de su esposa y su extraordinario parecido con no pocas especies animales de poco recomendable aspecto y cualidades.
El Presidente, Mr. Malory, más por sentirse en su deber que por desacuerdo con lo escuchado de labios de sus administrados, trató de poner orden, pero sólo lo consiguió cuando los insultos comenzaron a ser repetitivos. Al fin, tras arduos esfuerzos, logró imponer su voz sobre el griterío, y la severidad judicial de sus palabras decretó al fin una pizca de sensatez en aquel injurioso maremágnum.
—Abandonar la conducta que dos mil años de civilización nos han enseñado como la más apropiada entre personas razonables no va ayudar en absoluto a demostrar lo veraz de nuestras posturas. Guarden, por tanto, silencio, y escuchemos lo que el doctor tenga que decirnos.
—Gracias— empezó el doctor, que se había mantenido absolutamente indiferente al escándalo de la platea—. Quería decir hace un momento que mis investigaciones no han hallado más que fraudes porque no es posible otra cosa en el campo que nos ocupa. No sabemos qué hacer con los muertos y como nuestra conciencia no nos permite abandonar a los seres queridos en el cementerio y dejar que allí se pudran tranquilamente, inventamos mil historias distintas con que resucitarlos a medias. Pero esto, que podría parecer una muestra de hipocresía, es en realidad una demostración de la íntima bondad del ser humano, porque los resucitamos con poderes extraordinarios, con conocimiento e inteligencia superlativas. De este modo llegamos a la extraña conclusión de que la muerte aporta al hombre más de lo que le quita, pues hasta el fantasma del más imbécil puede responder a las difíciles inquisiciones de un espiritista avezado. Pero señoras y señores, es mi deber científico intentar ser un poco más riguroso; no quiero atacar la fe de nadie, pero me gustaría ayudarles a sostener esa misma fe con un mínimo de seriedad, con un razonamiento que tiene que ser aceptado cualquiera que sean las creencias de quienes me escuchan: los muertos pueden ir al cielo o al infierno, según los creyentes, o a ninguna parte, según los ateos, pero de ninguna manera es admisible pensar que se quedan por aquí, flotando en el vacío, a la espera de juicio, como si la celestial administración de justicia padeciera los mismos retrasos y dilaciones que la nuestra. Reconozco, cierto es, que a lo largo de la historia son tantos los casos en que se informa de su presencia que sólo ese motivo es suficiente para dar crédito a su existencia, pero si por un momento se deciden a razonar, convendrán conmigo en que tan perenne es su presencia en la historia como las causas que a mi parecer originan la alucinación que les da vida: el miedo a la muerte y el bochornoso deseo de justificar lo injustificable.
Nuevos murmullos, atajados sin piedad por la presidencia. El doctor Shore prosiguió su disertación:
—Cuando se es una persona importante, un rey digamos, resulta doloroso reconocer que el día en que nos abrace la tierra se acabará nuestra influencia, nuestro poder y nuestro dominio sobre las decisiones ajenas. Los que en tal coyuntura no se conforman con escribir testamentos, que es la forma en que habitualmente tratan los muertos de seguir imponiéndose a los vivos, suelen ser los más propensos a ver las almas de quienes les antecedieron, o a creer a quienes dicen haberlas visto; y si el rey lo cree, lo mejor que pueden hacer los súbditos es hacer o fingir otro tanto. Nace así un mito que de puro conocido llega a ser indiscutible: la literatura no hace más que darme la razón, y ustedes que lo niegan, mejor harían en leer a Shakespeare en vez de esos burdos folletones que tan ajados descansan ahora en la biblioteca de esta sociedad.
Regreso de los gritos, sofocados sin necesidad de intervención alguna al margen de quienes querían seguir escuchando, así fuera por curiosidad, el resto del razonamiento.
—Si, por contra, una persona no ha sido rey, siquiera en su casa, ni ha hecho nada en la vida, ni encuentra posibilidad alguna de hacerlo, parece lógico que el deseo de prolongar la existencia, y no en mundo superior alguno, sino al lado de parientes, conocidos y enemigos, le impulse a creer que es posible vagar por las casas, los campanarios o los cruces de caminos. De ese modo no es extraño que esas gentes, que de pura abundancia son legión, suelan creer lo que otras más imaginativas les cuenten acerca de lo visto u oído en tal o cual abandonado paraje. Porque convendrán conmigo en que los fantasmas jamás son vistos por muchedumbres.
Dos docenas de discursos brotaron entre el público, tratando de contradecir al orador, pero Sir Benjamin quería acabar con aquello cuanto antes y con un gesto ordenó silencio. Con menos parsimonia de la habitual, secó el sudor que coronaba su frente e indicó al doctor que podía continuar.
—Pero hay otras muchas causas que producen las apariciones que hoy nos interesan. Una de los más interesantes partos de un fantasma es el del que sabe algo que no debe saber o quiere decir algo que no debe decir, y se libera de las crueles ataduras del sigilo o la prudencia atribuyendo sus palabras al oráculo de un muerto. ¡Bravo por su osadía!, pero si bien está creerlo en público para evitar otras investigaciones, siempre enfadosas, no tiene nombre todavía la superlativa estupidez que constituye seguir creyéndolo en privado. Sería algo parecido a seguir defendiendo la existencia de Papá Noel o los Reyes Magos después de que los niños se hayan acostado.
Los gritos que siguieron a esta aseveración tardaron en ser silenciados algo más que los anteriores.
—Por último, porque observo que poco tiempo más podré dirigirme a ustedes, está el aburrimiento. La gente se aburre, se aburre terriblemente, y en tales sofocos de fastidio está dispuesta a buscar lo que sea, cualquier superchería capaz convencerles de que la vida que llevan es algo distinto de la porquería que en realidad es. Los fantasmas cumplen la doble misión de prometerles una prolongación más allá de la fosa y entretenerles mientras viven, ¿qué más se puede pedir?
Y para que no digan que no dejo una puerta abierta a la posibilidad, porque posible lo es todo, quiero terminar diciendo que si alguien tuviera una existencia posterior a la muerte sería alguien con una gran obra inconclusa, y los hombres con grandes obras son gente de talento o de coraje, gente muy ocupada que ni se dejaría convocar por mediums ni fotografiar por espantajos como ustedes, de lo que resulta que el famoso Más Allá del que esta Sociedad se ocupa está habitado por las almas de los tontos muertos que se dedican a dejarse interrogar y retratar por los tontos vivos. Muchas gracias.
Como nadie recordaba otros distintos, los insultos del principio se repitieron de nuevo, aunque diez veces magnificados en volumen.
Viendo que allí no tenía nada más que hacer ni que decir, el doctor Shore se puso tranquilamente su abrigo, dio la mano a su anfitrión, se calzó los guantes y saludó al público con una profunda reverencia.
Y atravesando la pared, se fue.
La cultura estadounidense, impulsada, detallada y glorificada por miles de películas, series y novelas, está convirtiendo progresivamente nuestro mundo, en una imitación a pequeña escala del país de las barras y estrellas.
La cantinela de la autosuperación y el sueño americano, la sanidad privada, el individualismo furibundo, retrasar la jubilación, la autoayuda y el fascismo de la alegría autoimpuesta, la sociabilización del triunfo y la personalización del fracaso, Amazon y el fin del pequeño negocio, la educación privada hiperelistista, el anticomunismo, Halloween, la confusión de la felicidad con la ambición, el Black Friday, el liberalismo reaganiano, la estética Kardasian, la humanización de las mascotas, la comida rápida, los coches enormes y contaminantes, los bodorrios de ruina y las despedidas de soltero, las operaciones estéticas, la turboinfluencia cultural de la publicidad, el muy mal entendido derecho a la autodefensa y la locura de las alarmas y sistemas de seguridad, la importancia de la popularidad desde edades tempranas, la ultraderecha populista, los anglicismos como forma de diferenciación clasista, el hiperconsumismo navideño y la autoimposición del optimismo en fechas señaladas, los sex reveal, el coaching, el odio a lo público, las fake news, los movimientos antivacunas, el amor por Israel, el terraplanismo y el relativismo fascista anticientífico en general, las fiestas de graduación, la apropiación cultural...
Estamos adoptando, progresiva e imparablemente, la forma de aspirar, pensar y vivir de un país en el que más del 50% de los mayores de 65 años se ven obligados a seguir trabajando porque no pueden pagar sus deudas, donde la clase media y baja tiembla del miedo a caer enfermo por no poder pagar los gastos hospitalarios, donde la inseguridad late en cada calle de cada ciudad, donde los jóvenes viven presos hasta más allá de los 40 por las deudas derivadas del costo de la universidad, donde un 1% de la población tiene el 40% de la riqueza de todo el país, donde millones de personas viven con dependencias a fármacos opioides porque el gobierno no quiso ni supo poner cotas a las farmacéuticas en una epidemia de adicción que ya ha provocado medio millón de muertos, donde los conflictos por racismo no han dejado de subir propulsados por una brutalidad policial que sigue rompiendo récords, donde más de 90000 ancianos mueren solos cada año porque no tienen lazos familares y todo eso en el país con la mayor proporción de ancianos sin familia del mundo (14,7 millones), donde las tasas de depresión han alcanzado cifras récords tras el COVID en un país que presta una casi nula atención a la salud mental en la, ya de por sí, frágil sanidad pública.
Ningún país ha sabido usar los medios como los estadounidenses para convertir un país infernal, en una arcadia perfecta, para asociar una sensación, una aspiración, un objetivo vital a un lugar, a un sueño, a un estado, a un país que, en definitiva, jamás existió y que jamás existirá.
La razón a todo esto la explica Chomsky con una sencillez abrumadora:
"Son muchas las estructuras mentales, sociales y culturales que los europeos están adoptando de los estadounidenses, pero si hay una que debe preocuparles esa es el total desprecio que nosotros tenemos por el desarrollo de una capacidad crítica a edades tempranas en la educación y que yo ya comienzo a detectar, de forma plena, en la mayoría de sistemas educativos europeos. (...) El petróleo, el pleno empleo y la industria armamentística no son, ni de lejos, tan importantes para los Estados Unidos como que haya miles de millones de jóvenes en todo el mundo que sigan creyendo que somos un país mágico y extraordinario".
Valiéndome de mi posición privilegiada (o no tanto, según el día) en una mediana, tirando a pequeña, compañía de seguros, he sacado unos datos de cómo se comportó la siniestralidad de nuestras carreteras durante el estado de alarma. Se me vino a la cabeza viendo el anuncio de la Mutua Madrileña (unos sinverguenzas que esta vez lo han hecho bien) y qué mejor sitio que este para compartirlo.
Por el volumen de clientes, el intervalo de confianza debería ser del 99%, pero hay dos factores que no lo hacen completamente extrapolable a la realidad, el primero, que en mi compañía las frecuencias de siniestralidad son inferiores al mercado, y el segundo, que siempre hay alguna provincia o grupo de asegurados donde hay menos volumen de lo que correspondería a un análisis serio. Por eso, no lo toméis como datos 100% verídicos.
Empezamos con un pequeño resumen en el que se ve muy claro el impacto en abril, único mes completo de estado de alarma, y la recuperación en mayo, así como un mayor imapacto en el número de siniestros graves (con lesiones).

También en el volumen de asitencias en viaje la diferencia es muy alta, aunque no tanto, y es que a muchos se les olvidó dar una vuelta con el coche de vez en cuando y se les agotó la batería. Esto se notó mucho los primeros días de restablecimiento de la "normalidad".

Durante el de abril, que es donde mejor se ve el impacto, el coste medio de los siniestros varía poco con respecto a otros años, aquí influyen muchas cosas, como puede ser la disponibilidad de talleres, pero os pongo el dato para que veáis lo que cuesta de media un accidente. Aquí solo pongo datos de accidentes donde la culpa es de nuestro cliente para hacerlo más sencillo, aunque los otros también cuestan dinero.

Y ahora vamos al lio, ¿en qué zona o grupo de población se redujo más el uso del coche? pongo datos de abril y mayo para ver un mes con estado de alarma completo y como se va recuperando en mayo en función de las características de cada grupo. Todos los porcentajes son de mejora respecto al mismo mes de 2019.
Provincia: ordenado primero por CC.AA. para volveros locos buscando la vuestra:

En Madrid y Barcelona, zonas muy afectadas por el COVID, el impacto es mayor a la media tanto en abril como mayo.
Edad del conductor:

Mayor impacto en población jóven. Los menores de 21 son uno de los segmentos donde el dato es poco fiable por el volumen de negocio que tenemos.
Perfil socioeconómico:
Aquí pongo 3 de las variables relacionadas con los ingresos que más influyen a la hora de tener accidentes:

En primer lugar, el pago fraccionado está vinculado a hogares con menos renta media, y son estos los que menos han visto reducidas sus frecuencias, y por tanto, mayor uso del coche han seguido haciendo, aunque la diferencia es poca.
Lo mismo ocurre con los extranjeros, pero en este caso, la diferencia es muy alta en mayo, por lo que es de suponer que fueron los primeros en reincorporarse a sus puestos de trabajo, o que nunca dejaron de ir, pero al no haber tráfico en abril, no tuvieron accidentes.
En cuanto a la última variable, es una categorización en función de CP, uso de tarjetas de crédito y morosidad, por lo que es la más socioeconómica de las 3. A mayor letra, menos renta media, el grueso de población está entre la C y la F, y los resultados son bastante deficientes, porque influye bastante la provincia de residencia, pero lo mismo veis algo que a mí se me pasa.
Vehículo de empresa o particular:

Los autónomos fueron los primeros en reincorporarse a sus puestos de trabajo, lo que conlleva que en el mes de mayo su frecuencia se parezca mucho más a un año normal que la del resto de conductores.
Tipo de vehículo:

Esta tabla solo confirma el punto anterior.
Si les gustó el resumen, me pueden enviar su número de tarjeta de crédito por privado, prometo gastar poco.
A ver, a esta vaca no se le puede sacar más leche, esta es la última parte, a no ser que Martin Varsavsky me llame y se acuerde de mi familia o me pida que arregle el despropósito que tiene (cualquiera de las dos me vale, la pela es la pela, pero le voy a cobra el fachapass con gusto).
El código de la web lo tiene libre en su github.
Empecemos por el principio, tiene 6 proyectos, 5 de ellos son un HTML plano. Vamos, que solo tiene un proyecto.
github.com/martinvars/auditoriaciudadana
Esto no es un proyecto, es un tutorial en vivo de cómo NO hacer las cosas. Vamos al destrozo:
¿En serio? ¿Qué es esto, un homenaje a los años 90? Has dejado las llaves de tu casa puestas en la cerradura y luego has publicado tu dirección en Twitter. Muy profesional.
Básicamente te has inventado los datos y, por si fuera poco, ni siquiera te has molestado en hacer que parezcan reales. Así que, si alguien te pregunta por la fuente, ¿les respondes "me lo ha dicho un pajarito"?
Ah, claro, porque nombres descriptivos y organizados son demasiado mainstream. Suena más a capítulos de un culebrón malo que a algo que tenga sentido en un entorno de desarrollo.
Más que un proyecto, parece un karaoke de mal gusto. Si quieres que alguien mantenga esto, mejor mándale un psicólogo de regalo, porque lo va a necesitar.
"xfztookxklscvnctqcog". ¡Felicidades! Has ganado el premio al nombre más inútil del año. ¿Es una API o un conjuro mágico para invocar demonios?
Claro, porque a los hackers hay que facilitarles el trabajo. Total, no tenías nada mejor que hacer, ¿no?
¡Ole tú! Pones un correo falso para el admin, porque claro, que alguien intente contactar para avisarte de tu desastre es pedir demasiado.
Fijaos en lo poco pretenciosos que son los nombres:
20250206103526_bronze_thunder.sql
20250206110523_nameless_rice.sql
Por no hablar del contenido, hay una de ellas, con la tabla de los usuarios, user: Administrador, contraseña: admin.
Cerebro tamaño galaxia.
Y no es solo que técnicamente sea un chiste, también estás jugando a la ruleta rusa con la RGPD. Aquí te aviso porque me da pena ver tanta inutilidad junta, pero no me extrañaría que alguien con menos escrúpulos ya esté haciéndote un traje.
Y antes de que venga la gente a quejarse, he mandado emails al admin de la web, por la web de mi colega Martín, a Camila ([email protected]) y he puesto un issue en su proyecto.
Un consejo a todos los liberales, me parece cojonudo que queráis reducir el estado y eficientar cosas, discrepo en las formas, pero no en que el estado tiene que ser más eficiente, pero si vais a hacer algo, por cambiar, no copiéis a Trump y si vais de sobrados como "programadores", pues haced un buen trabajo o pagad a alguien porque lo haga bien, así no vais a conseguir una mierda, tened un poco de autocrítica y sobre todo, aceptad las criticas.
Ale, paz a todo el mundo.
Dramatización: Cojo mi caballo y cabalgo al horizonte, sabiendo que he hecho un buen trabajo.
Hace escasos días, el periodista Joaquín Abad ha publicado el libro "Los novios de Felipe VI" (véase un resumen en www.elnacional.cat/enblau/es/casa-real/casa-real-alquilaba-finca-en-ma ), donde afirma la homosexualidad del actual Jefe de Estado y aporta informaciones sobre una decena de relaciones que habría mantenido con hombres, y que fueron "breves pero intensas". Entre ellas una en Marrakech, para la cual Casa Real le habría alquilado una finca que le sirvió como picadero.
Lo primero que me ha dejado perplejo es que no hayan secuestrado el libro como hicieron con el famoso número de El Jueves donde Felipe copulaba con Letizia en aquella viralizada caricatura. Esto me lleva a tomármelo en serio, pues cualquier mentira (y yo diría que incluso información verídica) que afecte de modo muy negativo a la reputación de Felipe, es cuestión prioritaria para policía y jueces, que fulminarán a su autor para proteger la monarquía. Que no haya habido denuncia desde Casa Real o actuación de oficio de fiscalía, máxime cuando la base social pepera que apoya incondicionalmente a Felipe suele mirar bastante mal a los gays, me hace pensar que el periodista dice la verdad. Pero sea como fuere ¿Tiene derecho a airear que Felipe VI sea hipotéticamente gay?
Si estuviésemos en EEUU, la respuesta sería indudablemente afirmativa. Allí está absolutamente aceptado que el votante elige a su representante no sólo por su programa, sino por sus valores morales, incluidos los relativos a la moral privada. Me importa que mi congresista sea fiel a su esposa o no lleve a cabo conductas condenadas por La Biblia porque la gente que es infiel a su cónyuge no me parece de fiar, o porque creo que sólo los fervientes católicos son lo bastante rectos como para representarme sin caer en la iniquidad. Y precisamente por ello, tales informaciones tienen relevancia pública, pues son decisivas para la decisión electoral de decenas de millones de norteamericanos.
¿Y en España? Hay un caso en el que, indudablemente, la vida privada del representante público posee relevancia informativa. Y es cuando tiene incidencia en cuestiones claramente ubicadas en el interés general, como puede ser la gestión del dinero público. Si a Felipe VI le pasase lo mismo que a su padre con Bárbara Rey, esto es, que el Estado tuviese que pagar una millonada a un tío para que no largase que se acostó con él, el asunto tendría un incuestionable interés público. También si, como dice la noticia, se dedicase dinero público a proporcionarle picaderos. Si nos toca el bolsillo, nos importa.
¿Y si son relaciones homosexuales que no tienen impacto en el erario público? Aquí el tema es mucho más discutible. El Tribunal Constitucional lleva décadas sosteniendo que los derechos fundamentales a la intimidad y a la libertad de información tienden a chocar por su propia naturaleza. Y la forma de resolver esos choques consiste en asumir la prevalencia de la intimidad sobre la libertad de información cuando el ciudadano es un particular y no un personaje público (esto es, un sujeto con relevancia informativa por su cargo público o por ser generalmente conocido debido a su profesión o ubicación en el mundo del famoseo). Cuando es un personaje público, la intimidad puede ceder si se da un segundo requisito: que la información tenga relevancia pública ¿Y cuándo tiene relevancia pública? Cuando es relevante para la formación de una opinión pública libre, al afectar a asuntos de interés general que los ciudadanos deben conocer para tomar sus decisiones políticas.
Y aquí volvemos a EEUU. Digamos que hay 10 millones de españoles que consideran relevante para apoyar la monarquía el hecho de que su titular haya montado un matrimonio de pega para liarse con sus maromos mientras su esposa hace lo propio con los suyos, disfrutando ambos de una posición privilegiada que posiblemente no habrían tenido si Felipe hubiese salido del armario. El rey debe ser ejemplar, y los matrimonios concertados para heredar y luego follisquear por separado no son ejemplares ¿Convierte eso la supuesta homosexualidad de Felipe VI en un asunto de relevancia pública? ¿Prevalece su derecho a la intimidad frente al derecho de tales ciudadanos a obtener informaciones que, desde su perspectiva, son decisivas para apoyar o rechazar la monarquía? Una cuestión muy peliaguda. Yo opino que prevalece el interés informativo, pero también es verdad que soy un ferviente republicano y estoy deseando quitarme a los borbones de encima, y tal vez ese condicionante sea decisivo para formar mi criterio ¿Qué pensáis vosotros?

En el acto de hoy por el aniversario de la muerte de Franco, Pedro Sánchez ha comparado datos de 1975 con los actuales y en el caso del PIB per cápita ha asegurado que en 1975 eran 15.000 euros y actualmente son 31.000 euros. Esto ha generado una gran polémica en gente que parece estar poco habituada a comparar datos económicos de momentos diferentes, que siempre hay que realizarlos a valor real y no al nominal, es decir, teniendo en cuenta la inflación.

Si nos vamos al INE para ver la inflación acumulada desde 1975 hasta ahora y al repositorio de datos del Banco de España para saber el PIB per cápita de 1975, vemos que la inflación acumulada ha sido de 1.444,5% y el PIB per cápita fue de 1.010,52 euros (otros autores dan el dato de 1.077,30), por lo que el valor actualizado sería: 1.010,52*15,45=15.613 euros (yo he tomado a inflación desde enero de 1975, si se tomase desde noviembre sería menor, ya que ese año la inflación superó el 10%). Luego el valor actual de 15.000 euros indicado por Pedro Sánchez es coherente con el resultado del cálculo.
Estos mismos cálculos ya han sido publicados en distintos informes, como este del Colegio de Economistas donde se indicaba que el PIB per cápita real de España se había multiplicad por 2,3 entre 1975 y 2020.

Como veo que últimamente han salido bastantes noticias sobre ajedrez, se me ha ocurrido que los menenates aficionados podíamos jugar entre nosotros de vez en cuando.
Para ello, en el portal gratuito de Chess.com he creado un club de ajedrez al que os invito a uniros.
Una vez allí, o compartiendo el nombre de usuario en los comentarios, podemos añadirnos o buscarnos y jugar una partida cuando surja.
Por cierto: yo allí soy Javert97, como lo era aquí cuando empecé.
Espero que os guste la idea. Nos vemos.
El mayor problema, a día de hoy, al que nos enfrentamos con esta guerra es que cada vez es más difícil ver una salida viable. Y las guerras, todas las que hemos conocido, acaban de algún modo, y de su final depende que los años posteriores sean estables, conflictivos, o un simple prólogo para el siguiente conflicto.
Por lo tanto, creo que hay que empezar por lo obvio. La guerra, a mi entender, puede acabar de tres maneras: con una victoria de Rusia, con una victoria de Ucrania, o con algún tipo de negociación intermedia.
La victoria militar de Rusia supondría un tremendo varapalo a toda la estructura política occidental, al tiempo que un incentivo perverso de primera magnitud para siguientes agresiones. Una victoria rusa daría alas a los movimientos totalitarios y agresivos de todo el mundo. Las armas recuperarían su voz (nunca perdida del todo) en el concierto internacional y entraríamos en una fase muy peligrosa de la Historia. Además, como hay que contemplar sus implicaciones desde otros puntos de vista, una victoria rusa no implicaría, antes al contrario, una desaparición de las sanciones económicas, con lo que los países europeos verían sus economías fuertemente dañadas. Si Rusia vence, ¿qué le queda a Occidente para salvar la cara más que acrecentar las sanciones?
Por todo lo dicho y otros motivos que no vale la pena exponer si no quiere uno eternizarse, una victoria rusa sería totalmente catastrófica.
La victoria militar de Ucrania, por potencial y recursos, necesitaría de una implicación militar de varios órdenes de magnitud mayor por parte de los países de la OTAN. Sí, lo tengo claro: para que Ucrania gane tenemos que mandar allí tropas, y por decenas o centenares de miles. Para que Ucrania gane necesitamos, mañana mismo, poner nuestras economías en modo economía de guerra, fabricar masivamente armas y arriesgarnos a que la guerra se convierta en una conflicto enorme. Si la victoria se alcanzase,lo que es dudoso, pero posible, el premio sería realmente colosal: desmembrar Rusia y saquear a placer sus recursos. Me pregunto, por decir algo, qué opinaría China de esta eventualidad y hasta qué punto es materialmente posible sin acabar todos incinerados. Pero es una posibilidad. La opción de una victoria militar parcial ucraniana, recuperando todo su territorio, pero sin entrar en Rusia (estilo I Guerra Mundial), no ofrece grandes garantías de paz, y seguramente tampoco conduciría a un levantamiento de las sanciones a Rusia.
Por ello, la victoria militar de Ucrania me parece difícil, improbable, arriesgada y costosa, muy costosa, en términos económicos y de vidas.
Nos queda, por tanto, la negociación intermedia. Y por lo que parece, nos estamos alejando como verdaderos anormales de la única opción más o menos viable. Cuando digo intermedia, me refiero a que todo el mundo tiene que sacar algo de la negociación hasta el punto de que todo el mundo quede más o menos satisfecho. Lo malo de esta opción es que, para mejorar las opciones en la mesa de negociación, todo el mundo quiere antes mejorar las posiciones en el campo de batalla. Lo que nosotros necesitamos, me parece, es que muera menos gente, se levanten las sanciones, y se garantice la paz. El encaje de estos tres objetivos no parece sencillo, sobre todo porque no interesan a todos los actores. Algunos analistas opinan que las sanciones serán eternas, como las de Cuba, pase lo que pase, y que EEUU no renunciará jamás a ellas. Jamás. Otros dicen que la paz no será posible sin la derrota clara y aplastante de uno de los bandos, y otros, ya lo sabemos, se pasan los muertos por el forro mientras los pongan los demás.
Sin embargo, no hay más opciones viables, o así lo veo yo. Una derrota de Ucrania es demasiado cara. Una derrota de Rusia es demasiado cara. Lo único que podemos permitirnos es algún tipo de negociación, pero para eso hace falta voluntad e imaginación, y la gente no parece estar muy sobrada de ninguna de las dos cosas.
Lo que sobra es forofismo. Hay que llegar a algún acuerdo. ¿Pero cual?
Una charla informal con una amiga me recordó hace pocos días algo que he oído ya varias veces. Hay parejas que todavía llegan vírgenes al matrimonio, parejas jóvenes, pese a que ellas se la han chupado a sus novios y ellos las han penetrado analmente. A mi me suena risible, pero especialmente entre miembros del Opus se ha extendido la idea de que todo lo que no sea penetración vaginal no es sexo, y así pueden cumplir sus preceptos religiosos y dar salida al impulso normal de cualquier pareja, que es follar. Mi amiga decía atónita que lo que menos entendía era que estuviesen más dispuestas a chuparla que a dejar que se la metan, porque una felación es algo mucho más personal. En realidad estaba dándole la razón a los del Opus, son novios de larga duración, tienen relaciones muy íntimas y personales antes de casarse.
No creería nada de esto, y menos aún escribiría sobre ello, de no ser porque no es la primera, ni segunda, ni tercera vez que lo oigo, y porque estando en contacto con personas de 25 a 35 años he visto un crecimiento de la fe católica que hubiera creído imposible a estas alturas. La última boda a que me invitaron acabó con canciones de misa a la guitarra por los novios y sus amigos, cosa que me dejó con el culo absolutamente torcido. Nada de copas de más y Bad Bunny o Rosalía.
No descarto que yo me haya relacionado por casualidad con una minoría que no representa a la sociedad en su conjunto, me creo más los análisis del CIS que dicen que los creyentes son cada vez menos. Pero algo muy insólito le pasa a una parte de la juventud española cuando abrazan la fe, la sodomía y la felación pero no la penetración, y cuando la extrema derecha les parece una opción política más atractiva que las demás. ¿Ahora rebelarse es esto?
Buenas, pertenezco a un grupo de usuarios que nos hemos hartado de olvidarnos cosas cuando vamos a hacer la compra y hemos iniciado acciones.
Conocí a Chloé en una de esas presentaciones de libros de autoayuda disfrazada de filosofía oriental que tanto proliferan en los centros cívicos de los barrios en vías de gentrificación. Ella estaba allí, con una edición de bolsillo de Mishima mal disimulada bajo un manual de mindfulness. Había en ella una tensión, una vibración de descontento intelectual que me pareció, en aquel momento, el único signo de vida auténtica en un radio de doscientos metros. Tenía 32 años, ocho menos que yo, y trabajaba a tiempo parcial en una galería de arte conceptual que, por supuesto, perdía dinero. Vivía en un estudio minúsculo, comía pasta con pesto la mitad de la semana y hablaba del capitalismo tardío con el fervor de quien todavía cree que se puede hacer algo al respecto.
Mi situación era, como siempre, más prosaica. Era consultor de optimización de procesos para una multinacional farmacéutica. Mi trabajo consistía, en esencia, en traducir la ineficiencia humana a gráficos de Powerpoint para que otros hombres grises como yo pudieran tomar decisiones que afectaran a miles de personas sin tener que mirarlas a los ojos. El sueldo era excelente. Mi apartamento, con vistas a un parque anodino pero bien cuidado, era un testimonio silencioso de mi éxito funcional.
Decidí, con la frialdad de un científico que inicia un experimento, que iba a salvar a Chloé. Salvarla, claro está, de las trivialidades que ella confundía con la lucha. El alquiler, las facturas, la necesidad de sonreír a clientes idiotas para vender un lienzo pintado de un solo color. Quería ver qué ocurría cuando se eliminaban todas las variables de la necesidad. Mi hipótesis, formulada en las largas noches de insomnio regadas con vino blanco barato, era que el ser humano, y en particular la mujer contemporánea, no está diseñado para la utopía, sino para la queja. La queja es el motor de su existencia; eliminada la causa, el motor no se detiene, simplemente empieza a girar en vacío, consumiéndose a sí mismo.
Al principio, fue predeciblemente idílico. Dejó su trabajo en la galería con lágrimas de gratitud. Se mudó a mi apartamento, llenando el minimalismo estéril con sus libros y sus plantas. Los primeros meses fueron una explosión de proyectos. Iba a escribir una novela, a montar un taller de cerámica en la habitación de invitados, a aprender por fin a tocar el violonchelo. Yo financiaba cada capricho con la diligencia de un mecenas renacentista. El caballete, las arcillas de importación, el violonchelo que costó el equivalente a tres meses de su antiguo sueldo.
La primera fase de la descomposición fue la procrastinación. La novela se quedó en un esquema de tres páginas. Las arcillas se secaron en sus paquetes. El violonchelo acumulaba polvo en una esquina, su funda negra como un pequeño sarcófago. Sus días, liberados de la obligación, perdieron su estructura. Se levantaba a las once, veía series en Netflix y desarrollaba un interés casi académico por los catálogos de moda online. La lucha contra el capitalismo tardío había sido sustituida por una participación entusiasta en su liturgia más sagrada: el consumo.
Luego vino la segunda fase: la transmutación del deseo en necesidad. Lo que antes eran lujos esporádicos se convirtieron en requisitos básicos para su bienestar. Ya no era un "gracias por este bolso de marca", sino un "¿por qué no me has comprado el modelo nuevo que salió la semana pasada?". Sus conversaciones dejaron de girar en torno a la alienación del individuo para centrarse en la incompetencia del servicio de reparto de Amazon o en la textura decepcionante de un aguacate orgánico.
La observé con el desapego de un documentalista. Su cuerpo, antes tonificado por las caminatas al trabajo y la escasez, se había ablandado. Pasaba horas en el sofá, envuelta en una manta de cachemira, deslizando el pulgar por la pantalla de su teléfono. Era una odalisca del siglo XXI, una geisha de la fibra óptica, cuyo único talento era la formulación de deseos cada vez más específicos y absurdos. Necesitaba un tipo concreto de agua mineral de una isla del Pacífico, unas sales de baño con un mineral que solo se extraía en el Himalaya, un cojín ergonómico que había visto en el perfil de una influencer danesa.
Yo me convertí en un mero proveedor, una extensión de su tarjeta de crédito. Mi presencia solo era requerida para validar sus quejas o para introducir el código de seguridad en una transacción online. El sexo, antes un refugio de cierta intimidad, se convirtió en otra transacción, un peaje que yo pagaba a cambio de una noche sin reproches por la temperatura del vino.
Una tarde, al volver del trabajo, la encontré llorando desconsoladamente. Me preparé para la letanía habitual: la amiga que tenía una casa más grande, el viaje a las Maldivas que aún no habíamos hecho. Pero la causa era otra. "El repartidor ha dejado el paquete en la conserjería", sollozó. "He tenido que bajar yo misma a por él".
En ese preciso instante, comprendí la naturaleza de mi éxito. No la había salvado; había sido el catalizador de su forma más pura. Había eliminado todos los obstáculos externos, toda la fricción con la realidad, permitiendo que su insatisfacción intrínseca, el malestar existencial de la mujer occidental liberada de todo propósito, floreciera en todo su esplendor grotesco. Era mi obra maestra. Una escultura perfecta de aburrimiento, derecho adquirido y exigencia.
No dije nada. Subí a la cocina, abrí una botella de vino –la correcta, por supuesto– y le serví una copa. Ella la aceptó, secándose las lágrimas con el dorso de la mano. Mañana se quejaría de otra cosa. Y yo estaría allí para escucharlo, para financiarlo, atrapado en el paraíso estéril que yo mismo había construido. Éramos una simbiosis perfecta, dos formas de la nada que se sostenían mutuamente para no colapsar. La entropía había encontrado su equilibrio doméstico. Y yo, su abnegado gestor de procesos.
Aquí hay dos capas distintas: lo que dicen en público y lo que hacen en la práctica.
Y sí, hay intereses ocultos o, al menos, poco reconocidos, que explican la resistencia al teletrabajo en España, tanto en empresas como en la administración y organismos como fundaciones hospitalarias.
Estos son los motivos no oficiales por los que los grandes partidos y administraciones frenan el teletrabajo:
💡 En resumen:
Ni PP, ni VOX, ni PSOE han apostado en serio por el teletrabajo, y todos, en distinta medida, protegen intereses que se benefician de la presencialidad: inmobiliarias, transporte, hostelería y estructuras jerárquicas internas.
La diferencia es que PP y VOX lo dicen más abiertamente (“la oficina es lo natural”), mientras que PSOE lo suaviza en el discurso pero lo limita en la práctica.
Exacto, y ese es uno de los puntos más frustrantes del caso español: en ciudades como Madrid hay un porcentaje altísimo de empleos que podrían hacerse en remoto, pero el nivel real de teletrabajo está muy por debajo de su potencial.
Si Madrid aplicara políticas activas (y cambiara mentalidades), no solo reduciría el tráfico y la contaminación, sino que también podría descongestionar la ciudad, permitiendo que mucha gente se fuera a vivir a zonas intermedias o pueblos cercanos… frenando justo esa España vaciada que tantas veces hemos hablado tú y yo.
Yo aquí veo un paralelismo claro: el teletrabajo es, en cierto modo, la herramienta que podría haber redistribuido población sin necesidad de esperar a un colapso.
Esa excusa es un clásico para no mover un dedo.
Es como decir: "No todos los coches pueden ser eléctricos, así que mejor no hacemos cargadores para ninguno" — un razonamiento que suena lógico si lo dices rápido, pero que en la práctica es una trampa para justificar la inacción.
En Madrid, el grueso del empleo no es hostelería ni oficios manuales como fontaneros o albañiles.
Según la Encuesta de Población Activa y datos de la CAM:
Es decir: aunque bares y obras sean muy visibles en la calle, no son la mayoría de puestos ni justifican que el teletrabajo siga siendo anecdótico.
La verdad es que este discurso de "si no todos pueden, que nadie pueda" es muy útil para quienes quieren que todo siga como está:
oficinas llenas, alquileres disparados, transporte saturado y gente atrapada en las grandes ciudades.
Previamente: Movida en el bar y más movidas
Ayer se pasó el encargao por el bar. Hemos estado con él un buen rato.
Andábamos ya tarde discutiendo de nuestras cosas y cuando apareció. Se hizo el silencio.
Explicó que como dijo en la nota, aunque parezca sencillo, el barco es difícil de gobernar, ya que hay más socios aparte del que insulta y el que anduvo por el puticlú. De hecho el primero está en el cobertizo de pladur, se le oye con unos pocos cuchicheando.
Hace tiempo que intentaron meter como unas tragaperras con inteligencia artificial, o algo, que sabían jugar al poker, pero ocupaban sitio, hacían ruido y algunos nos quejamos. Hasta el encargao nos dio la razón y las apagamos.
Bueno, pues nos ha comentado que está triste porque teníamos razón. Alguno de los dueños, no está muy claro quién, quiere llenar esto de tragaperras de poker. Parece ser el de los rumores, que intentó algo parecido pero le salió muy mal y fue el hazmerreir. Al encargao parece que no le gusta éso, que vino porque sabe de bodegas y de bares. Además metieron las primeras maquinas sin consultarle pero donde manda capitán...
El dueño de cuando en cuando sacaba la cabeza del cobertizo y decía: "estoy al 200%", "te quiero tío"... Pero luego se metía y seguía con sus: "hienaaaa, monoooos, no os oigooooo"
Algunos decían: "si aquí venimos al mus", "hay que hacer una sociedad", "mi primo tiene un bar", el que habla mucho: "hagamos uno, yo de jefe, que soy abogao".
En fin. Nos hemos quedado tristes pero lo hemos apoyado. En el fondo es como si fuera nuestro bar y nos da pena que se convierta en una sala llena de máquinas sin alma, sólo por el vil metal.
Ver también: El encargao

Auténtico despropósito de artículo en The Objective cuando se analiza el exceso de fallecimientos durante ese año. Son unos cuantos los errores, pero vamos a analizarlos uno a uno.

¿Mueren 117 personas cada día por causas desconocidas?. Que haya exceso de mortalidad no quiere decir que los que mueren de mas lo hagan por causas desconocidas. En cada fallecimiento hay un certificado de defunción donde se indica la causa de la muerta y los fallecimientos sin causa determinada no suelen ser tantos. Para saber concretamente las causas de las defunciones de este año hay que esperar a que se consoliden los datos por el INE y suele ser una información que se publica con casi un año de retraso. La correspondiente a 2020 se publicó en noviembre del año pasado.

¿De dónde sale ese aumento del 94% del exceso respecto a 2019?. Si nos atenemos a los datos que hay en el artículo, de 2.862 a 32.058, el incremento es de 1020%. Indagando de donde ha podido salir ese 94%, he encontrado que puede haber sido de confundir el cálculo de un incremento con un descuento: 2.862 en 2019 hacen 7,8 al día y 32.058, hasta acabar septiembre, hacen 117, 4 al día. De 117,4 a 7,8, el descenso es casi un 94%.

Cuando se ponen a desglosar los excesos por tramos de edad, resulta que la suma es mayor que el exceso total de 32.058: 23.239+6.393+2.911+1.655+236+102=34.536

Estos datos de EuroMomo no son del exceso de fallecimientos en 2022, corresponden sólo al exceso del mes de julio. El exceso acumulado durante 2022 está actualmente por debajo del 10%.

Y para acabar, el despropósito es tal que hasta han convertido septiembre en un mes de 31 días.

Es duro, pero la vida nos empareja a veces con quien menos quisiéramos o con quien menos lo esperamos.
Pedro Varela: Nazi a la vieja usanza. Nada de neo. Un nazi con todas las letras, sin cabeza rapada ni hostias en vinagre: ideología estudiada, negacionismo histórico y una librería donde se vendían libros que ensalzaban el nazismo y negaban el Holocausto judío con dos docenas de razones, explicadas una por una, al tiempo que la otra parte explicaba las suyas.
Tiro de Wikipedia: Pedro Varela Geiss, Barcelona (1957) En 1978 se convirtió en presidente de la CEDADE publicando material negacionista. En 1992 estuvo tres meses en prisión en Austria por emitir un discurso de Hitler Anunció su renuncia a la dirección de la CEDADE en enero de 1993. Tras disolverse el grupo, en 1994 fundó la Librería Europa en Barcelona, donde también vendería literatura pronazi. En 1998 se inició un proceso judicial contra Varela, que fue condenado a cinco años de prisión por apología del genocidio. En 2010 volvió a ser condenado a dos años y nueve meses de prisión por un delito «de difusión de ideas genocidas» y por otro de atentado «contra los derechos fundamentales y las libertades públicas garantizados por la Constitución». Varela, que había ingresado en la cárcel el 12 de diciembre de 2010, salió de esta el 8 de marzo de 2012.
Creo que falta alguna condena, pero lo vamos a dejar ahí.
Pablo Hasel: Compositor y cantante de rap. Contestatario. Quizás antisistema. Canta y escribe lo que buenamente le sale de los cojones y no se avergüenza de ello. Es más: está dispuesto a responder con su livbertad por lo que cree.
Tiro de Wikipedia: Pablo Rivadulla Duró (Lérida, 1988), conocido artísticamente como Pablo Hasél, es un MC y poeta de ideología comunista. También es autor de varios libros y poemarios. En 2014 fue condenado a dos años de prisión por "enaltecimiento del terrorismo", debido al contenido de sus letras. Pablo Hasél fue declarado culpable y condenado a dos años de prisión por enaltecimiento del terrorismo por el contenido de sus letras. Subió a la red social YouTube 10 canciones compuestas por él mismo en las que ensalzaba las organizaciones (GRAPO), (RAF) y Terra Lliure, e incluso pedía a estas organizaciones que volvieran. Fue detenido en Lérida en 2011 por ensalzar en su canción Democracia su puta madre al que fuera secretario general delPCE (r), Manuel Pérez Martínez (Camarada Arenas) condenado a 17 años de cárcel por pertenencia a la banda terrorista GRAPO. En marzo de 2017, la justicia española le ha pedido cinco años más de condena, que se sumarían a los dos que ya tiene, por delitos de "enaltecimiento del terrorismo", "calumnias e injurias contra la corona" y "calumnias e injurias contra las instituciones del Estado.
Pues bien: lo que creo que tenemos que entender todos, y en este sitio nos cuesta, es que estos dos tíos son en realidad equivalentes. Estos dos tíos son Pedro y Pablo, los Picapiedra de la libertad de expresión, porque no importa para nada lo que uno diga u opine, sino el derecho a seguir diciendo u opinando lo que sea.
Quien apoye a pedro y condene a Pablo es un idiota.
Quien condene a Pedro y apoye a Pablo es un imbécil.
Ambos son, sin duda, exponentes de la brecha ideológica y moral que aprovechan nuestros enemigos para atarnos cada día más corto. Nos guste o no, hay que apoyar a Pedro y a Pablo, sin fisuras, para que no llegue al hora en que nosotros seamos los siguientes. Por un chiste, por una sonrisa, por una frase idiota o por decir lo que pensamos de alguien con mando en plaza.
Mientras no seamos capaces de unirnos en torno a una idea, siquiera la idea libertad, seremos víctimas fáciles. Mientras nos abracemos a aquella basura de prohibir al otro, de amordazar al otro, de mandar callar al otro, no haremos otra cosa que cavar nuestra propia sepultura.
No, amigos, lo siento: cuando aquí alguien se queja de que se permite la apología del franquismo, yo me asusto. me asusto cuando se pide que a alguien se le condene por xenófobo, por racista, por machista, por apología del terrorismo o de no sé qué...
Seamos un poco valientes y luchemos pro la libertad de expresión de los que dicen lo que no nos gusta oír.
Brindemos por Pedro y por Pablo. Por los dos, como si fuesen uno solo.
Porque lo son.
Según una encuesta realizada por Soroscopia basada en más de 10 000 usuarios del agregador de noticias, el partido de Yolanda Díaz ganaría las elecciones del 23-J con entre 145 y 150 diputados, lejos de la mayoría absoluta de 176 diputados, por lo que tendría que pactar con el PSOE o con EH Bildu, ambos partidos parejos como segunda fuerza más votada, con entre 40 y 45 diputados cada uno. Sumar sería la elección principal de todo el territorio español salvo en Euskadi y Extremadura, donde ganaría la formación de Arnaldo Otegi.
Por otra parte, el PP se desplomaría hasta los 15 diputados, y sería la sexta fuerza más votada tras ERC, PACMA, y Teruel Existe. Vox solo obtendría un diputado por Murcia, por lo que pasaría al grupo mixto junto con la CUP y Foro Jaca.
En cuanto a la valoración de líderes, destaca una vez más Yolanda Díaz, con un 6,74 en una puntuación de 0 a 5. Pedro Sánchez obtiene un 4,34, si bien su alter-ego Perro Chanche solo consigue un 0,71. Alberto Núñez Feijóo obtiene un 1,19, una valoración algo inflada por varios usuarios que le dieron la máxima puntuación, dos de ellos cocainómanos y otro un albañil que se pone la boina a rosca. Santiago Abascal no obtiene puntuación y es directamente exiliado a Somalia.
Cabe destacar el alto porcentaje de "no sabe/no contesta", un 32%, con un usuario enfurecido que comenzó a gritar "¡Irene Montero presidenta!" y a varios a los que no pudimos entender porque tenían puesto Canal Red a todo trapo. También destaca el bajo porcentaje de voto asegurado, donde el 87% aún no tiene decidido completamente si ir a votar o a quién, cifra que baja al 2% en los encuestados que simpatizan con las formaciones derechistas, que no eran muchos pero que declararon que "después de tanto astroturfeo, si no les voto o me despiden o me matan, una de dos".
El próximo viernes ofreceremos una segunda encuesta, más actualizada y detallada, una vez compremos la próxima base de datos de usuarios hackeada.

La editorial Desperta Ferro, que está especializada en temas históricos, edita la revista "Arqueología e Historia" que dedica su número 63 a los vascones. La ilustración de la portada es una clara referencia a Dani Rovira y Clara Lago de la película "Ocho apellidos vascos", pero no es esta la principal troleada que aparece, ya que si observamos al hombre, podemos ver que lleva al cuello la Mano de Irulegui, una pieza arqueológica en que algunos investigadores han interpretado inscripciones vascónicas. Pues bien, en la ilustración se puede ver que se ha puesto la palabra "ESPAÑA".

Esto ha sentado fatal a la editorial que ha decidido quitar de la circulación ese número de la revista.

Hoy quería regalar un pequeño artículo al cardo. En mi supina y casi inabarcable ignorancia servidor creía, antes de meterse en este mundo de la observación/identificación de especies que el cardo, era uno, y que además se llamaba cardo borriquero. Durante años he sido feliz y me he sentido satisfecho con eso. ¡Mira, un cardo borriquero!, así transcurría mi vida, como caballo de tiro con orejeras, todo para mí eran cardos borriqueros, siempre dando vueltas y vueltas a mi pequeña noria. De repente, me sueltan de la noria y me quitan las orejeras, me dan una cámara, me apuntan al inaturalist y resulta que mi cardo borriquero es una miserable puta especie de una tribu llamada Cardos Y Parientes Tribu Cardueae de la que cuelgan seis subtribus: Cardopatiinae , Carduinae , Carlininae , Centaureinae , Echinopsidinae y Saussureinae y de cada una de ellas sus géneros, subgéneros y así hasta, hoy en día tener censados más de 2.500 especies de cardos diferentes!!!

Mi hasta hora cardo borriquero, que todo lo abarcaba y que todo lo podía, es en realidad más de 2500 especies diferentes de putos cardos!!!
¿¡¡¡ Qué me estás contando, Mari Pili???!!!
¡Que la alcachofa, sí la alcachofa, es una especie de cardo! Es el botón de la parte floral de esa especie antes de florecer. ¡¡La alcachofa es un puto cardo!! ¡¡Joder tiene todo el puto sentido!!, ¡¡tiene la puta forma de los botones de los cardos porque es un botón de cardo!!
Lo bueno de ser tan jodidamente idiota es que cada descubrimiento que hago con esto de los seres vivos, la taxonomía, las especies y la puta madre que los parió me parece como ir por el desierto y toparme con las tres pirámides egipcias. No paro de alucinar.
En mi provincia, Barcelona, hay observadas en inaturalist hasta 59 especies diferentes de cardo. ¡¡Apabullante!! Los putos cardos.
Hago un inciso, el cardo es una planta con presencia en los cinco continentes pero donde se saca la minga y la arrastra por el suelo es en Euro-Asia. Así que es probable que los compañeros latinoamericanos de Menéame estén leyendo esto levantando una ceja, pero todos los españolitos estamos hasta las trancas de ver cardos cuando vamos por el monte y servidor, hasta ahora pensaba que todos eran uno.
Pues más de 2500 especies diferentes de cardos, 1360 observadas/identificadas hasta ahora en inaturalist.
¿Y por qué cuento esto? Básicamente para que os deis cuenta de lo mongolito que soy y que entendáis lo mucho que me alucina este mundo que recién estoy descubriendo. De verdad, me hace explotar la mente cada tres días.
Os lo cuento además hoy porque precisamente en mi paseo saliendo del trabajo, casi a final de recorrido por el monte he visto un cardo florecido precioso, pero precioso (desde que estoy en esta drogaina todo lo que veo me parece rebonico, pero éste, dentro de los cardos era particularmente precioso). Me he dado cuenta desde media distancia, yo no veo más allá de media distancia, que era un tipo de cardo nuevo en mi colección y me ido hasta él dando saltititos y grititos emocionados. Algún día alguien me va a ver en uno de mis momentos de extasis campestres y va a llamar a un loquero para que me encierren.
Y acabamos con fotos de mis especies observadas que son 13 hasta ahora:
Éste es el de hoy, un Echinops ritro
El cardo mariano, con una hoja muy llamativa.
Un cardota
El cardo cundidor
El abrepuño
La brasera
El cardo común, lo siento lo pillé sin flor, era el mes de octubre en Noruega.
La yacea
La alcachofa
El lampazo
El azotacristos (lo he pillado muy pocho)
El cardo del demonio
La centaurea collina (el amarillo, el lila también es un cardo)
Y chispún, hasta aquí los cardos y yo.
Marina descubrió la frase en el margen de un libro de filosofía que alguien había olvidado en el café: "Esta frase es falsa". La subrayó tres veces con su bolígrafo azul, como si más tinta pudiera resolver la paradoja. Cerró el libro y lo dejó donde lo había encontrado, pero la frase se fue con ella.
Esa noche no pudo dormir. La frase giraba en su cabeza como un disco rayado. Si era falsa, entonces era verdadera. Si era verdadera, entonces era falsa. A las tres de la madrugada, agotada, se levantó a preparar té. Mientras el agua hervía, escribió en su cuaderno: "Soy una mentirosa". Era la versión corta, más personal. Si ella era mentirosa, entonces esa declaración era mentira, entonces no era mentirosa, entonces...
El silbido de la tetera la salvó de la espiral.
Durante semanas, Marina funcionó con el piloto automático. Trabajaba en la biblioteca universitaria, catalogando libros que otros leerían, ordenando conocimiento que otros absorberían. Pero cada vez que encontraba una nota al margen, un subrayado, una anotación, pensaba en aquella primera frase. Los márgenes de los libros empezaron a parecerle peligrosos, como grietas por donde podía colarse el vértigo.
El terapeuta le había enseñado técnicas de meditación, pero Marina siempre terminaba en el mismo lugar: observando sus propios pensamientos, luego observándose observar, luego observándose observar que observaba. "La consciencia consciente de su consciencia", había leído una vez en Hofstadter. Eso era exactamente.
Un viernes, frustrada, le dijo al doctor:
-Es como si mi mente fuera el pensamiento que se piensa pensando. No puedo parar.
-Es solo ansiedad- respondió él, ajustándose las gafas. Los pensamientos recursivos son comunes. Intente la técnica militar: repítase "no pienses, no pienses, no pienses" hasta quedarse dormida.
Marina casi se rio. "No pienses, no pienses, no pienses". Pensar en no pensar seguía siendo pensar. Era otra trampa, otro bucle disfrazado de solución.
Los días se volvieron borrosos. Marina empezó a llevar un diario donde documentaba sus espirales. Una entrada decía simplemente: "Esta oración continúa: esta oración continúa..." seguida de páginas de puntos suspensivos que había dibujado compulsivamente durante una reunión de trabajo.
Su amiga Clara la visitó un sábado lluvioso.
-Estás pálida- le dijo, sirviéndole más café. ¿Cuándo fue la última vez que dormiste bien?
-Duermo- mintió Marina. Es solo que... ¿alguna vez has pensado en pensar? ¿En el acto mismo?
Clara la miró preocupada.
-Marina, cariño, estás dándole demasiadas vueltas a todo.
-"Estoy diciendo que estoy diciendo"- murmuró Marina, más para sí misma que para Clara. Incluso ahora, al decirte que pienso demasiado, estoy pensando en que pienso demasiado.
Clara tomó su mano.
-Necesitas salir de tu cabeza. Vamos a caminar.
La playa estaba desierta. El viento de otoño levantaba pequeños remolinos de arena. Marina observaba las olas, tratando de vaciar su mente, pero entonces llegó el pensamiento: "La ola que trae olas". Cada ola era consecuencia de la anterior y causa de la siguiente. Un sistema perfecto de recursión natural.
-El mar no piensa- dijo Clara, como si pudiera leer su mente. -Solo es.
Marina asintió, pero en su interior sabía que incluso el mar repetía su mensaje eternamente, sin poder detenerse. "El mar dice sin decir, dice sin decir", pensó, y esta vez no luchó contra el pensamiento. Lo dejó estar ahí, flotando.
Esa noche, sola en su apartamento, Marina abrió su cuaderno en una página en blanco. Escribió: "Yo que me digo diciéndome". Era Cortázar, recordó. Él también había estado aquí, en este lugar extraño donde el yo se desdobla y se observa.
Pero entonces algo cambió. En lugar de angustiarla, la frase la hizo sonreír. Había algo casi cómico en todo aquello. Como un perro persiguiendo su cola, sabiendo que es su cola, pero persiguiéndola igual.
Tomó el bolígrafo de nuevo y escribió: "Te prometo que te prometo". Una promesa de promesa. Un compromiso con el compromiso mismo. Se rió en voz alta, sola en su cocina a medianoche.
Esa noche no intentó dormir. En lugar de eso, se sentó en su escritorio y escribió una carta a sí misma:
"Querida Marina que leerá esto: cuando leas esto, serás otra Marina, una Marina futura que recuerda a la Marina que ahora escribe. Y esa Marina recordará a otra Marina que escribió sobre si misma. Somos un eco del eco, una reverberación de nosotras mismas a través del tiempo."
El lunes volvió al trabajo. Su supervisor le preguntó si se sentía mejor.
-Sí- dijo Marina. He decidido que soy como el mar.
-¿El mar?
-Repito y repito, pero cada repetición es ligeramente diferente. Como las olas. Nunca la misma, siempre la misma.
Su supervisor la miró extrañado, pero Marina no intentó explicarse mejor. Algunas cosas, pensó, son la mirada que se mira mirando. Solo tienen sentido cuando las experimentas.
Esa tarde, en el mismo café donde todo había empezado, Marina encontró el libro de filosofía otra vez. Alguien había añadido una nota bajo "Esta frase es falsa". Decía: "La paradoja no es un problema a resolver, sino un estado a habitar".
Marina sonrió y añadió su propia nota: "Repite esto: repite esto".
Dejó el libro para el siguiente lector, para el siguiente bucle, para la siguiente persona que necesitara descubrir que algunos círculos no son cárceles sino caminos. Como el latido del corazón. Como la respiración. Como el mar que nunca se cansa de ser mar.
menéame