Ayer, revisitando Friends, vi el capítulo en el que Phoebe quiere hacer una acción altruista pero le es imposible, haga lo que haga siempre obtiene una ganancia secundaria y se siente mal consigo misma.
Hoy he tenido una experiencia surrealista, surrealista para mí que estoy inmerso e imbuido de la cultura empresarial y de lo práctico en la que vivo continuamente.
Desde siempre, mis análisis de sangre presentan una concentración de ferritina por encima de lo normal. En su momento me hicieron pruebas para descartar que tengo hemocromatosis. Para reducir los niveles de ferritina en la sangre solo hay una solución: hacerse una sangría.
A mis 20 años me hice donante de sangre y estuve un par de años donando sangre. Después lo dejé. Nunca era buen momento. Llevo bastante tiempo queriendo volver a ser donante, principalmente porque tener la ferritina alta me lo recuerda. Para mí, es absurdo, si tienes buen estado físico, hacerte una sangría pudiendo donar sangre.
Total, que hoy decido ir a donar. Cómo llevo tanto tiempo sin hacerlo, la mujer que está en admisión me hace releer las condiciones en las que puedo donar sangre y me indica que antes de proceder me tiene que ver el médico del Centro de trasfusiones.
Y aquí llega el momento surrealista. El tipo me pregunta que porqué después de tanto tiempo vengo a donar sangre, y yo a pesar de verlo venir decido contarle la verdad. Tengo la ferritina alta y prefiero donar que tirar la sangre. Y entonces me da la charla moralista de que donar sangre tiene que ser un acto completamente altruista y que me vaya a mi casa. Yo, que no salgo de mi asombro por la formas y el tono en que me habla, le pregunto si es un problema por que la ferritina hace inválida mi sangre para los demás, y me dice que no, que eso no es problema, que el problema es que me quiero aprovechar y que a nivel internacional se está evaluando si es lícito o no que la gente que quiere donar por interés médico -dando por sentado que la sangre es completamente válida- debe ser aceptada como donante.
Independientemente de que cualquier policía de la moral me toca las narices y que un médico debería de limitarse a cumplir con los protocolos y no erigirse juez de nada -me han entrado ganas de liársela por prepotente- ¿Qué pensáis de este tema? ¿Hay que descartar una donación de sangre -o de cualquier otra cosa- porque el donante tenga una ganancia secundaria? ¿Hay algo que se me escapa?