Los especialistas esperan que para el 2100, el Océano Ártico aumente sus reservas de carbono de 7.5 ± 2.7 a 9.0 billones de toneladas. Esto conducirá a la acidificación del agua y representa un gran peligro para los organismos de calcificación marina que usan minerales de calcio en sus ciclos de vida, como crustáceos, moluscos, equinodermos y peces óseos.
Esto sin contar el aumento de temperatura del mar, que aparte del agravio de fenómenos meteorológicos como el niño, aumento del nivel del mar y demás, del propio artículo: "El cambio climático global tiene un impacto significativo en los ecosistemas del Ártico, activando una serie de mecanismos destructivos: por ejemplo, el calentamiento de las aguas en el norte del Océano Atlántico provocó la extinción masiva del plancton amante del calor."
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Esto sin contar el aumento de temperatura del mar, que aparte del agravio de fenómenos meteorológicos como el niño, aumento del nivel del mar y demás, del propio artículo: "El cambio climático global tiene un impacto significativo en los ecosistemas del Ártico, activando una serie de mecanismos destructivos: por ejemplo, el calentamiento de las aguas en el norte del Océano Atlántico provocó la extinción masiva del plancton amante del calor."