Hay todavía 18.500 barreras –“obras trasversales”– en forma de presas, azudes y tubos. La introducción de especies invasoras constituye una amenaza para los ecosistemas fluviales. Las precipitaciones más escasas, más torrenciales y acumuladas en menos tiempo harán que los ríos cambien “su régimen de temporalidad, pasando de permanentes a estacionales y de estacionales a efímeros". El ecologista Martín Barajas elige una medida: “Doblar el presupuesto de 75 millones para renaturalizar tramos urbanos de los ríos”.
Comentarios
¿Entre las especies invasoras cuentan los turistas británicos?
Y la bestial captación de agua de los humanos...
Por aquí huele a filtro ideológico.
Próxima maniobra política: la privatización del agua. Todo consiste en no almacenar por motivos ecológicos y luego tendremos que comprarla a precios desorbitados. Bueno si eso .... le echamos la culpa a Ayuso.