Hace 6 años | Por Matinez a culturacientifica.com
Publicado hace 6 años por Matinez a culturacientifica.com

Toma el extremo de una cuerda y empieza a darle vueltas como si le estuvieras dando cuerda a un reloj. Llega un momento, más allá de cierto límite de vueltas, en el que se deformará, retorciéndose sobre sí misma hasta formar un bucle enrollado. El mismo tipo de deformación ocurre cuando se pasa de vueltas el ADN (al fin y al cabo es una cuerda biológica). Ahora, un grupo de investigadores ha demostrado que este comportamiento puede usarse para localizar con precisión una sola base desemparejada en la hebra de ADN. Especulan además con que este proceso podría estar ocurriendo en el interior de las células.