Hace 2 años | Por Ergo a europapress.es
Publicado hace 2 años por Ergo a europapress.es

El hallazgo, publicado en la revista 'Science Advances', también podría ayudar a los científicos a identificar las mutaciones genéticas que están detrás de algunas enfermedades humanas. Los órganos eléctricos ayudan a estos peces, como la anguila eléctrica, a hacer todo tipo de cosas sorprendentes, desde enviar y recibir señales parecidas al canto de los pájaros, lo que les ayuda a reconocer a otros peces eléctricos por especie, sexo e incluso individuo.

Comentarios

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Qué artículo más malo, con lo entretenido que es el tema.

Los peces eléctricos abundan, aunque muy pocos pueden usar sus órganos eléctricos como arma. Es un sentido y se usa para hablar. En las aguas turbias, con poca visibilidad, todos los peces son eléctricos.

Principalmente permite "ver" la capacidad eléctrica de lo que hay alrededor. La distancia "visible" es la de la longitud del pez. Se entiende ahora la evolución de las anguilas. Esto permite ver las cosas por dentro, por decirlo de alguna manera. Es evidente el distinguir un animal de una planta de una piedra.

La forma de "ver" así, es lanzar pequeños pulsos eléctricos y "escuchar" el rebote. Está claro que también pueden "escuchar" los pulsos eléctricos de los otros peces. Así que se organizan por especies, repartiéndose las frecuencias por bandas. Dentro de la banda de cada especie, hay dos zonas, una para hembras y otra para machos. Dentro de la banda de cada cual, los peces expresan su estado de ánimo subiendo o bajando la frecuencia.

Así pues un macho que desea retar para obtener un territorio irá ahí y subirá su frecuencia. Si el otro desea aceptar el reto, también subirá su frecuencia, y si desea huir, pues dejará de emitir.
Para atraer a una hembra, se baja la frecuencia. Si la hembra desea aceptar, hará lo mismo. Para rechazar, pues la subirá