Un extenso estudio en Taiwán revela que la exposición prolongada a olas de calor acelera el envejecimiento biológico. Investigaciones previas en Estados Unidos y Alemania que ya habían relacionado el aumento de temperatura ambiental con marcadores epigenéticos de envejecimiento e incluso modificaciones en el ADN. El calor altera silenciosamente nuestros tejidos celulares. La realidad es alarmante: en Estados Unidos, la frecuencia de olas de calor se ha triplicado desde la década de 1960. Lo que antes era excepcional, ahora es casi rutina.
|
etiquetas: constantes , olas , calor , envejecer , alcohol , tabaco