Hace 3 años | Por PedroDeLeon a aipediatria.es
Publicado hace 3 años por PedroDeLeon a aipediatria.es

Los anticuerpos anulan los agentes causantes de la enfermedad y evitan que se desarrolle. Una vacuna es un fármaco. Las vacunas han contribuido a reducir significativamente la prevalencia de muchas enfermedades infecciosas de la niñez, como la difteria, el sarampión y la Haemophilus influenzae tipo b (Hib). Es poquísimo frecuente que los pequeños en los E.U. padezcan las asoladoras —y con frecuencia mortales— consecuencias de estas enfermedades, que alguna vez fueron comunes en este y otros países con extensos programas de vacunación.

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