El Instituto de Tecnología de Darmstadt halló microplásticos: entre 120 y más de 13.000 partículas por km de suelo forestal, y hasta 1 millón por m² en algunos puntos. A diferencia de suelos agrícolas, donde usba fertilizante y compost, los bosques no tienen fuentes de contaminación directa. Pero la atmósfera transporta microplásticos cientos o miles de km hasta las copas de los árboles. Las hojas funcionan como filtros; cada lluvia o caída otoñal, baja los plásticos atrapados al suelo, es el "efecto peine". Y de ahí, a capas más profundas.
|
etiquetas: bosque , microplástico , lluvia plástica , suelo forestal , efecto peine