El canto de los gallos, el olor a estiércol, el tañido de las campanas… La reciente protección del patrimonio sensorial por parte del Parlamento francés plantea una cuestión al resto de las sociedades: ¿podemos evitar que nuestros olores y nuestros sonidos desaparezcan?
Comentarios
Como anósmico los olores no me importan mucho
Sí. Con no ducharse y dejar que se tiren pedos alegremente, tendrán olor y sonido pa rato