Hace 1 año | Por --48529-- a paisajesdelagua.es
Publicado hace 1 año por --48529-- a paisajesdelagua.es

Tanta es la fuerza y la velocidad del agua que circula por el interior de estos conductos kársticos, muchos practicables y bien conocidos por los espeleólogos, que en bastante ocasiones el aire desplazado en cabeza por el agua queda atrapado, comprimiéndose y llegando a salir violentamente al exterior, dando lugar a singulares explosiones, silbidos o rugidos, que llegan a oírse en algunos casos a kilómetros de distancia. Los lugareños dicen entonces que tal o cual manantial, fuente o nacimiento ha reventado (o roto).