El vértigo pandémico viralizó un discurso político, corporativo y mediático que ha instalado a una nueva diosa, venerada por buena parte del gremio humano: la posible vacuna para el Covid-19. No se sabe cuál sería esa vacuna, pero es evidente que las más anunciadas para esta aparición supuestamente salvadora son las basadas en la transgénesis. En tiempos de redes antisociales, grietas, lobotomías y operaciones infecciosas, conviene hacer algunas aclaraciones: Este no es un artículo “antivacunas”.
Comentarios
Qué horror, o sea que ahora, como parece que ya todo el mundo va teniendo claro que las vacunas no son un problema para la salud, resulta que ahora el problema son las vacunas "nuevas" respecto a las vacunas "de toda la vida". Vamos a ver si recordamos el alfabeto, el ARNm no es lo mismo que el ADN. No te "vuelves transgénico" por recibir una vacuna de ARNm, no provoca ningún cambio a largo plazo en el ADN. Entra en una célula, provoca la síntesis de un antígeno, y se desmonta como todo ARNm de vecino para formar nuevas cadenas de ARNm, como lleva ocurriendo, literalmente, DE TODA LA VIDA. De verdad, qué lástima que sólo pueda votar una cosa, porque se merece votar errónea, sensacionalista, bulo y hasta cansina, mínimo.