Un nuevo estudio muestra que los volcanes oceánicos se reavivan en ciclos sorprendentemente regulares, y que entran en erupción casi exclusivamente durante los primeros seis meses de cada año. Estos ritmos, aparentemente ligados a cambios a corto y largo plazo en la órbita de la Tierra y al nivel del mar, pueden ayudar a desencadenar cambios naturales del clima.