Al caer la noche, la ciudad de Gijón se encuentra salvaguardada por los serenos. Entre las labores principales de estos trabajadores nocturnos, se encuentran las de prestar ayuda a viandantes, vecinos y turistas, revisar las cerraduras de los locales, comprobar las ventanillas de los coches o dar la voz de alarma en caso de robo. Durante las rondas de vigilancia, estos trabajadores se encuentran multitud de objetos perdidos, algunos de ellos, de lo más curioso.
Comentarios
La subo porque me ha resultado curioso, sobre todo porque no sabía que aún había serenos
Curioso, siempre pensé que la profesión de sereno era una antigualla de los tebeos del tardofranquismo que leía de pequeño. Según dice la noticia, Gijón recuperó la profesión en 1999 mediante un plan de empleo para personas de colectivos desfavorecidos y luego otras ciudades hicieron lo mismo.