Si la escuela cerrase, los niños tendrían que hacer 50 minutos de ida y otros 50 minutos de vuelta en autobús para ir al colegio más cercano. ¿Cómo va a rendir una persona de seis o siete años después de dos horas de trayecto diarias?", sugiere el director del Colegio de San Andrés de Luena. Quintana cree que muchas familias optarían por mudarse a la ciudad ante la imposibilidad de "tener a los niños arropados" cerca de casa.