Llegué a Meneame hacia 2009, a causa del Banday. Leí un artículo no sé dónde, y me metí a ver qué se cocía. La página en sí me pareció muy original, un sitio donde leer blogs y páginas fuera del mainstream sobre temas interesantes. Pero un día entré no sé cómo en Notame, una esquinita de
Después de leer atentamente el magnífico artículo que @PabloPani nos trajo y llegó a portada, me he acordado de una de esas conversaciones que tuve antes de la pandemia, en un acto oficial, y que entonces me tomé casi a risa. De hecho, sé que fue en Madrid, en el Hotel Villa magna, y no me acuerdo cómo se llama el tío. Sólo que ten&iac
Después de la anterior entrega de @ContinuumST sobre los personajes, me apetece aportar algo más, que no enmendar nada de lo dicho.Me parece muy interesante, y apropiada la recomendación de hacer fichas sobre la historia personal y el carácter de cada personaje. Yo añadiría algo más: le escribiría una pequeña biografía, incluso,
Esto va fuera de numeración, porque se trata de un simple apunte que os quiero hacer a los aficionados a la escritura, y al resto. A todos.Es muy importante, cuando escribes, además de tener una historia, y unos personajes, saber a quién le escribes. O a quién te gustaría escribirle. Porque el modo en que imagines a tus lectores va a determinar el tono en el que
No son pocas las culturas que trataron a los poetas como videntes. En el mundo celta, el bardo tenía una autoridad real: aconsejaba a los reyes, realizaba rituales para obtener visiones y estos actuaban en consecuencia. Ese aire oracular siempre ha estado presente en la literatura anglosajona; William Blake (1757–1827) es un ejemplo clarísimo, como también lo es W. B. Ye