Me han acusado de utilizar una cuenta anónima para verter mis opiniones en internet, como si eso fuera malo. Cobarde, puede, pero ¿malo?
La basura totalitaria se excusa en la persecución de delitos para justificar la fiscalización de la vida privada de las personas hasta los detalles más granhermanianos. Si por algún momento nos creyésemos que el estado es una institución benefactora y las personas que lo administran seres infalibles, la decisión es clara. Obviamente si sólo van a utilizar la información en los casos estrictamente necesarios y nunca van a utilizar dicha información con fines partidistas ¿Quién podría estar en contra? Es estúpido estar en contra, sólo van a poder identificar a los criminales. ¡Dame tres!
Ahora bien, vamos a ver qué tipo de gente es la que utiliza la identificación de las personas:
- Narcos: https://www.infobae.com/2014/10/17/1602376-horror-mexico-narcos-matan-tuitera-y-suben-su-cuenta-las-fotos-del-cadaver/
- Dictadorzuelos de medio pelo: https://www.youtube.com/watch?v=MzWnB175kX0
Básicamente lo que quieren es poder ejercer una coacción física contra cualquiera que ose a obstaculizar sus intereses, normalmente criminales.
Esto viene a verse más claramente cuando de lo que se trata es de argumentos en internet. Digamos que por ejemplo dices que no estás de acuerdo en que la sanidad sea pública, o expones los motivos por los que piensas que lo que ha dicho una persona es más propio de un bivalvo que de un ser humano con el cerebro en plenas facultades. En cualquiera de las dos situaciones, la autoría de los argumentos es completamente irrelevante. Así pues, ¿cuál puede ser el único motivo por el que alguien pida que se identifique al autor de los argumentos? La coacción.
El mismo argumento se puede esgrimir para la desaparición del anonimato en la moneda. No quiero que el artículo se alargue demasiado, así pues, sólo voy a exponer la conclusión. Si piensas que el auditor es un infalible benefactor, obviamente no hay ningún inconveniente. La panda analfabetos y ladrones que lo proponen el único motivo que tienen para fiscalizar las propiedades de todo el mundo es para disponer de ellas cuando les venga en gana.
Junta la falta de anonimato de la disidencia y la libre disposición de sus bienes y tendrás un bonito estado totalitario.