Estudios recientes demuestran la asociación entre el consumo de cannabis y la violencia, que puede ir de pequeña a moderada en diferentes grupos sociales.
Además, destacan una mayor relación entre los consumidores crónicos de cannabis y la violencia.
No obstante, se necesitan más estudios sobre el tipo de exposición al cannabis que conduce a la violencia, como la cantidad consumida, la frecuencia de consumo, el uso de otras sustancias...