Bienvenidos a la era digital.
Ya estamos completamente inmersos en la misma.
Nuestras vidas se rigen y a la vez son controladas por una pantalla, o por varias.
Leemos el periódico en el teléfono móvil. Vemos la televisión en una tablet. Hablamos con nuestros amigos y conocidos sin usar la voz, a través de aplicaciones y redes sociales.
¿Y qué pasa con nuestra vida sexual? ¿Han cambiado nuestros hábitos sexuales también al mismo ritmo que el resto de nuestra vida cotidiana?
La respuesta es que sí. Incluso podríamos decir que el sexo se ha transformado por completo en la era digital.
Hace muchos años para conseguir mantener una relación sexual se precisaba de un prolongado ritual de presentación y convencimiento en bares, discotecas u otros lugares menos adecuados.
Hoy en día tenemos un sinfín de aplicaciones móviles, redes sociales y webs que nos ponen en contacto con gente que busca lo mismo que nosotros. Sin usar el temido cara a cara. De forma rápida y concisa.
Antiguamente teníamos que pasar un cierto pudor o vergüenza para comprar una revista erótica en el kiosko de turno, o para alquilar una película porno en el videoclub.
Ahora tenemos a nuestra disposición todas las imágenes eróticas y todo el porno que queramos solo con pulsar un botón.
Antiguamente si queríamos entrar en un sex shop los más valientes ni se preocupaban, pero los más rezagados siempre miraban a todos lados para evitar ser reconocidos.
Ahora disponemos de una infinidad de tiendas eróticas online, como discrettoys, que nos pueden mandar cualquier artículo erótico o juguete sexual en 24 horas sin que nadie tenga que enterarse. La discreción se ha impuesto a la emoción de la búsqueda.
¿Y hemos mejorado entonces?
Se podría decir que sí. Que hemos mejorado y mucho.
Sin embargo las viejas glorias siempre pueden echar de menos la emoción del cara a cara en la búsqueda de la consecución de los objetivos.
Ir al grano y conseguir lo que quieres está muy bien, pero cuando consigues lo que quieres de forma tan sencilla te olvidas del valor que tienen las cosas.