Ayer el Tribunal Supremo rechazó el recurso de casación que Fundación Cepaim interpuso contra la sentencia que le condenaba, junto a su responsable territorial en Murcia, por acoso a una subordinada. De este modo, la sentencia que os paso en el siguiente link es firme y la Fundación deberá abonarle 15.000 euros por daño moral http://www.poderjudicial.es/search/openDocument/c449f58cad7b1185/20180208
En la sentencia podréis ver que el responsable territorial, a raíz de una denuncia interna interpuesta por la trabajadora debido al trato despótico que profesaba a sus subordinados (posiblemente con el fin de exprimir su capacidad productiva a través de una situación de tensión constante), comienza a tomar represalias contra ella hasta destrozarla anímicamente. Uno de sus actos de hostigamiento más reiterados es acusarle machaconamente de que incumple los objetivos que le ha marcado, a pesar de que ella actúa con la máxima diligencia y, precisamente por eso, su jefe nunca le concreta en qué se basa su reproche, sino que se limita a repetírselo una y otra vez. La trabajadora cae en un trastorno depresivo mayor reactivo a estrés laboral del que se ha estado tratando durante años. Aquí tenéis los párrafos más interesantes:
Esta Sala coincide con el criterio de la sentencia cuando afirma que la demandante aporta indicios de la vulneración denunciada, a través del escrito de fecha 18 de enero de 2012, cuyo contenido se trascribe en el apartado Octavo de los hechos declarados probados; sin embargo se discrepa en relación a la afirmación de que en dicha comunicación no se concretan hechos relacionados con una situación de acoso, pues el escrito viene a denunciar no solo la agresividad del coordinador, el autoritarismo la falta de empatía y asertividad y el ejercicio del liderazgo basado en la jerarquía y el control, sino también conductas concretas, como son la falta de reconocimiento del trabajo realizado, la crítica constante, la desacreditación y desvalorización de los resultados logrados por el equipo técnico a pesar de que objetivamente se cumplen los objetivos de los distintos proyectos y unos resultados no deseables, tales como el trabajo aislado de los servicios, la disminución del compromiso y la reducción de la eficacia y la generación de una situación de estrés interno de carácter organizacional
La ausencia total de prueba en relación al incumplimiento de objetivos imputado, no permiten alcanzar la conclusión de la sentencia recurrida cuando afirma la existencia de un conflicto laboral que justifica el trato dispensado a la demandante, sino que, por el contrario, se mantienen los indicios de un trato discriminatorio contra la trabajadora motivado por su denuncia mantenida en relación con la conducta autoritaria y de descrédito de su superior jerárquico, trato que ha culminado con el despido disciplinario de la trabajadora, sin que, como ya se ha argumentado, no solo no se haya aportado prueba alguna que lo justifique, sino que los términos absolutamente inconcretos en que la imputación se formuló hacían imposible cualquier tipo de defensa por parte de la trabajadora.
(...)
La demandante justifica haber estado sujeta a tratamiento especializado desde junio del año 2011 como consecuencia del trato sufrido, que los especialistas que la han atendido han diagnosticado como de ansiedad y trastorno depresivo mayor relacionado con estrés laboral, por lo que se la existencia de daño físico y moral ha quedado acreditada.
Tal conducta no es solo imputable a su inmediato superior jerárquico, el demandado D. Justiniano , sino también a la empresa que tuvo conocimiento de la misma a través no solo de la denuncia colectiva de fecha 18/1/2012, sino también de la posterior, de la que se deja constancia en los hechos declarados probados; es por ello que, dado que el cese de tal ilegal actuación ya se ha producido por efecto del despido de la trabajadora, con aplicación de lo que dispone el artículo 182,d) procede la condena solidaria de los codemandados a pagar a la demandante, en concepto de indemnización de los daños y perjuicios sufridos, la suma reclamada de 15.000€, que se estima ajustada en relación a los daños físicos y morales sufridos.
Fundación CEPAIM es condenada, básicamente, por lavarse las manos pese a que conocía la situación, con la consiguiente complicidad que ello implica, dado que hizo dejación de su deber de corregirla. Me recuerda a otros casos que he visto muchas veces: para conseguir el máximo rendimiento de sus trabajadores, las empresas colocan a capataces despiadados que machacan a los subordinados para forzarles a trabajar más allá de sus límites. Cuando un trabajador no soporta las humillaciones y la tensión insufrible que provoca el capataz, acaba pidiendo amparo a la empresa. Y ésta encubre al capataz, porque le conviene tener a alguien así como jefe local para asegurarse de que los empleados trabajen más allá de sus límites.
Lo anterior sucede en las empresas, pero también en las ONG. He llevado casos contra algunas muy conocidas, y abarcan desde despidos arbitrarios a impagos de complementos salariales y no reconocimiento de categorías profesionales para pagar menos a sus empleados. Algunas incluso les hacen chantaje emocional, diciéndoles que si les reconocen la categoría superior y les suben el sueldo, las personas en situación de exclusión a las que atienden tendrán menos ayuda, porque los recursos económicos de la ONG son muy limitados (lo que no cuentan son los sueldos que tienen sus responsables máximos).
Se puede presumir que en determinados ámbitos las malas prácticas estarán más generalizadas que en otros. Se puede suponer que una multinacional explotará más a sus trabajadores que una ONG, y que un partido político alternativo tendrá una estructura interna menos corrupta que el PP. Y seguramente sea así, pero en todas partes hay arribistas, codiciosos, tiranos y gente sin escrúpulos. En todas partes hay jefes que machacarán a sus subordinados para pagar sus frustraciones con ellos o porque la cúpula (local o estatal) de la empresa-asociación-ONG quiere exprimir al máximo el jugo productivo de sus empleados y piensa que ésa es la mejor manera. En todas partes hay responsables financieros que racanearán el sueldo de sus empleados para maximizar los beneficios, y les pagarán menos de lo que la ley dice. En todas partes hay gente que mentirá, traicionará y maltratará para trepar posiciones.
Por eso cada denuncia por acoso, explotación o mal funcionamiento interno debe ser tratada con el máximo rigor, dejando fuera prejuicios del tipo "como no tienen ánimo de lucro seguro que son buenos". Porque muy pocas veces pueden encontrarse el blanco o el negro en estado puro. La mayoría de las veces nos encontramos con un gris que debe ser minuciosamente analizado para determinar su tonalidad exacta.
Comentarios
Y no te digo nada de las entidades que deben observar la ley con el máximo rigor: las administraciones públicas y dentro de ellas los funcionarios. Menuda canalla hay dispersa por sus despachos y qué poco hace la inspección de servicios. La Ley de Prevención de Riesgos Laborales es clara: cualquier empresa está obligada a proteger la salud de sus trabajadores en el ámbito de sus competencias. Y si sabe de prácticas que atentan contra ese derecho a la salud laboral y mira para otro lado es tan responsable como el que las realiza.
#1 Observar y hacer observar.
Pero claro, de obligar al administrado a que cumpla con la ley, si acaso hablamos otro día.
Con respecto al maltrato psicológico en las ONGs te podría hablar largo y tendido, precisamente en Murcia, donde colaboré muchos años, durante la carrera.
Esto que copio a continuación es la transcripción de un correo que le envié a un periodista que investigaba a fondo los entresijos de alguna ONG en concreto, que no voy a poner aquí, no vaya a ser que me busquen las cosquillas legales.
"Gracias por leerme. Vi el tema ayer en Meneame y recordé muchas de las cosas que llegué a odiar de **, años ha. Sufrí grandes decepciones, que en un primero momento achaqué a personas concretas, pero que luego se fueron mutando en un asco generalizado por la organización en general.
Mi historia con ** se remonta a finales de los ochenta. Por aquél entonces, me ofrecieron llevar las cuentas de la Asamblea Local de un pueblo de provincias (Murcia). Conocía al director porque fue un antiguo maestro y confiaba en él. Hice allí de todo como voluntaria: cuestaciones, reparto de alimentos de excedentes de la UE, contabilidad, cobro de recibos... mil cosas como digo. Hasta ese momento bien.Luego me fui del pueblo en el 91 y lo dejé. Aunque mi idea era retomar el voluntariado porque me gustaba hacer cosas por los demás en cualquier ámbito.
Retomé la relación con ** en el año 95 cuando tras un Erasmus en Lieja (Bélgica) me propusieron postular a una plaza de becaria en el programa europeo Leonardo. Pasé sin problemas la entrevista y me contrataron para seis meses en Bruselas en el llamado "Bureau de Liaison **". EL objetivo era la organización de una conferencia internacional de todas las oficinas europeas, tendría lugar en diciembre del 95. En esos meses, debo decir que trabajé en un ambiente correcto, civilizado, con un equipo variopinto e internacional. Incluso, me pagaron los gastos para asistir a una conferencia internacional en el Palacio de la Magdalena de Santander, de una semana en la cual conocí a M.de la R.R., una de las máximas responsables en las oficinas centrales de los alrededores de Madrid. Mujer carismática y muy buena en lo suyo. No tengo más que buenas palabras para ella. Creo que ya se jubiló.
A mi vuelta a Murcia para terminar mi último año de carrera, contacté con la oficina de esa ONG de Murcia para seguir prestando mis servicios como voluntaria. La responsable del área de inmigración era por aquel entonces P.L.A. Una individua narcisista, necia y egocéntrica a la par que inepta. Tuve que sacar muchas veces paciencia de donde no la había para tratar con ella. Originaria de una de las familias de más rancio abolengo de Murcia, deduje que le debía alguien de altas esferas algún favor y la colocaron ahí. Hubo muchas situaciones absurdas que tuve que solucionar como buenamente pude. Creo que con mi llegada le tocó el gordo: una voluntaria con idiomas, experiencia en la casa, con mano izquierda para situaciones con inmigrantes, ella que era era abiertamente xenófoba, me llegó a mandar a Madrid, precisamente a la sede central para asistir a una conferencia de todas las oficinas locales de capitales de provincias españolas para buscar soluciones a problema de la llegada masiva de pateras a las costas desde África. La verdad es que hice lo que pude, con mi experiencia y mi buena voluntad, salí con bien del trance. Me gustó volver a ver a M, que se tomó la molestia de enseñarme las instalaciones y presentarme a algunos responsables del centro.
Mi labor como voluntaria era bastante amplia y abarcaba desde asistir junto a un abogado voluntario al CIE de Sangonera a extranjeros, para realizar estadísticas, cuestionarios, etc. pasando por ser la representante de ** Murcia en la recién creada Plataforma Inmigrantes de Murcia. Repito que yo era una simple voluntaria. La responsable de Inmigración venía un día sí y cuatro no a su despacho, que además era una auténtica colchiquera, un totum revolutum de papeles, informes, etc... que nunca leía. Además me tenía que encargar de ir a las casas de acogida (de hombres y mujeres) para comprobar que la convivencia de los extranjeros, su adaptación, la tramitación de sus documentos, etc, fuera bien. Pero la tía esta era la que cobraba sus buenos billetes a final de mes.
El colmo llegó un día en el que me tomó por la chica de los recados y me mandó al súper a hacerle la compra. Obviamente le dije que no, que no entraba dentro de mis funciones. Paralelamente, en aquellas fecha, necesitaba encontrar un trabajo aunque fuera de media jornada, cierto es que mi labor no pasó desapercibida y conseguí que me contrataran para trabajar en el servicio de atención de fines de semana que hay en la misma oficina. Trabajaba de operadora de asistencia telefónica a ancianos en urgencia sanitaria y/o social. Estuve seis meses trabajando los fines de semana, doce horas seguidas cada uno de los días, compaginando con las demás labores de voluntariado entre semana. Pero la tipa esta ya me tenía ojeriza porque en más de una ocasión la dejé con el culo al aire por culpa de su ineptitud. Manejó hilos para que no me renovaran el contrato de seis meses, y así fue cómo dejé **.
Como tenía en mis contacto del mundo del voluntariado de Murcia algunas personas responsables de otras ONGs, enseguida me contactaron porque sabían de mi labor con inmigrantes. Y me pasé a **.
Con el paso de los años, he desempeñado muchas labores más de voluntariado en otras organizaciones, sin problemas de este tipo. Hasta he sido cooperante en Bolivia.
Pero volviendo a **, la gota que colmó el vaso fue enterarme que su presidente en la mierda de Caja Madrid y Bankia; me dio tanto asco que me di de baja como socia. Y cuando me preguntan en algún sitio por qué no compro lotería de la ** les digo que no les doy mi dinero a los mafiosos.
Leyendo los testimonios de las personas de la web de voluntariado, entiendo que la organización es un nido de gentuza que sólo quiere sacar cacho sin importarle la labor de los voluntarios. "
Lo dicho, maltrato psicológico, abusos, y toda clase de situaciones dignas de otros tiempos menos democráticos.
#4 he leído tu vida y no me quedan nada claros los abusos que sufriste en Cruz Roja más allá de que te pidieron hacer la compra.
#5 Veo que no soy el único que ha completado mentalmente la frase de la lotería
#4 Claramente la Cruz Roja.
El blanco, el negro y los grises... Blanco y Negro Mix.
#0 Quería darte las gracias por descubrirme que hay un buscador de sentencias judiciales. Particularmente me ha sorprendido y me puede llegar a ser práctico...
Ni las ONG ni las empresas están exentas de pagar por sus locales, suministros energéticos, material de oficina o cualquiera de sus activos. Si no pagan, se los embargan de inmediato o les retiran el acceso o suministro. No hay discusión posible y probablemente todos los directivos entren en cólera sí se enteran de que alguien ha dejado algo sin pagar.
En el caso de los trabajadores, prima la cultura de que todo derecho es un premio que hay que ganarse a capricho de la cúpula empresarial, si agachas la cabeza durante años te pagarán las horas extra, tu categoría profesional, las dietas, esos incentivos que en realidad son mentira... Cuando llegue el momento de reivindicarlo te contarán otra milonga para posponerlo y si te pones muy tonto te acaban echando.
Las denuncias son pan para hoy y hambre para mañana. TODAS las personas que conozco han sido explotadas sistemáticamente en su trabajo. Aquellos que han denunciado han tenido que cambiarse de sector o de ciudad porque ahora están en una lista negra. En el mejor de los casos, que la denuncia sea colectiva, el explotador de turno amenaza con el cierre (o hunde la empresa a propósito) o llora a papá estado para que le subvencione los despidos. Total la ley permite que sea su patrimonio cuando gana pero no cuando pierde. El empresario se autopregona como la figura que "asume el riesgo", pero el sistema está montado para que el riesgo se lo coman los trabajadores y el empresario se pire de rositas.
La corrupción empresarial es sistemática, perjudica a todos los trabajadores, a la seguridad social y a las empresas de la competencia que quieren hacer las cosas bien. La explotación laboral es la causa número uno de la situación de descontento social, la desigualdad, la paralización del consumo y la falta de competitividad de las empresas estatales.
El modelo capitalista propone la competencia entre trabajadores (a ver quién abre el culo más y más rápido) en lugar de la cooperación (a ver cómo sacamos la mayor cantidad de trabajo adelante entre todos). El fin de la mayoría de empresas en España no es producir riqueza, es crear y afianzar un modelo de orden social. Someter a los trabajadores a las élites oligopolistas sin protección alguna. Yo lo llamo capitalismo salvaje, pero si tuviéramos acento soviético lo llamarían "el fantasma del socialismo".
El desconocimiento en temas de acoso laboral es terrible, el propio artículo comete varios fallos.
Sufrí acoso laboral, esto no me convierte en una autoridad pero durante una suspensión de empleo y sueldo de 3 meses tuve tiempo para ordenar mi mente y buscar información.
Lo Primero que quiero aportar es que dentro de las enfermedades laborales, no todas afectan al físico, también existen las que afectan a la mente. Cada vez son más habituales y que las medidas preventivas o las repercusiones contra las empresas son casi inexistentes. Falta sensibilización con este problema y leyes que protejan la salud de los trabajadores.
El acoso laboral es una de las causas que llevan a los trabajadores a un estado de ansiedad, de depresión y en los casos más extremos a la muerte.
Lo segundo que quiero señalar es alguno de los fallos del artículo:
"... debido al trato despótico que profesaba a sus subordinados (posiblemente con el fin de exprimir su capacidad productiva a través de una situación de tensión constante)..."
NO la finalidad de un acosador no es aumentar la producción, su actitud es enormemente perjudicial para la producción y para la empresa. Su objetivo final es destruir a las personas que acosa. Sin pararse a pensar que eso perjudica también a la empresa. La mayoría de las personas acosadas dejan la empresa para acabar con el sufrimiento.
Otro error es pensar que la productividad es algo más que una excusa. Unos trabajadores estarán por debajo de la media, otros estarán en la media, y algún portento producirá como varios trabajadores. Pero siempre que esté dentro de lo razonable NO EXISTE ninguna forma de exigir productividad a un trabajador. Vamos que la táctica de establecer competiciones y primas de productividad, el comparar a unos trabajadores con otros, es un juego en que los trabajadores entran muy alegremente y que nunca funciona en su beneficio.
Lo TERCERO es señalar algunas típicas conductas de un acosador y que ayudan a identificarlo:
- Al igual que hunde a los trabajadores acosados, suele tener a trabajadores que trata como si fuesen dioses. Quizá para establecer una comparación que le permita acosar, estos trabajadores tendrán tareas mas leves y fáciles, recibirán todas las recompensas, estará como enamorado de sus protegidos.
- Aunque acosa a varias personas, suele fijar su objetivo en uno, cuando lo destruya pasará a otro y así hasta que le den algún toque y se calme un poco, o acabará con la empresa.
- Trata de ganarse la confianza de los acosados, ensalzando sus virtudes, haciéndoles creer que es su amigo, o una persona digna de su confianza, mientras por detrás ira extendiendo bulos, que llegarán a los acosados de rebote, al principio el acoso es indirecto, a través de terceras personas.
- Sutilmente se burlará de los trabajadores acosados a veces haciendo imitaciones, exagerando alguna conducta como su forma de hablar o caminar.
- Da ordenes contradictorias, para que haga lo que haga el acosado poder justificar que está desobedeciendo. Te envía un mail o alguna persona con instrucciones de que hagas A, pero luego en persona sin testigos te dice que hagas B, ¿qué haces A o B? Hagas lo que hagas estarás desobedeciendo sus instrucciones. Por desgracia en España desobedecer a un mando es motivo de despido, no importa que en tu contrato se defina lo que la empresa espera de ti, si te ordenan por ejemplo destruir tu trabajo lo tienes que hacer.
- Los trabajadores acosados, son trabajadores que destacan en lo que hacen, esto suele ser uno de los desencadenantes del acoso. El acosador no encuentra fallos que perdonarle, ni puede ofrecerle favores que luego se pueda cobrar, el trabajador acosado hace su trabajo bien y se deja de tonterías. Y esta falta de resortes para extorsionarlo es uno de los desencadenantes.
- El acosador tiene una especie de doble personalidad, por un lado tiene un complejo de superioridad el es el que más sabe de todo, el es el mejor, el puede hacer lo que sea. Pero por otro lado tiene un complejo de inferioridad, y ante un buen trabajador se siente una estafa, se siente empequeñecido, y ese trabajador se convierte en un objetivo, lo destruye para dejar de sentirse inferior ante él. No es tanto una medida para proteger su estatus en la empresa frente a trabajadores mejor preparados que el, sinó una forma de calmar sus complejos. Él es el estropeado, el que tienen un problema. A veces en el pasado ha sido un sufridor de acoso él mismo. El acoso es contagioso. Aunque no en todos los casos.
Por ÚLTIMO quiero decir lo que siente un trabajador acosado:
- Siente que no hace las cosas bien, porque las haga como las haga le dirán que todo está mal. Si eres un acosado, tu trabajo está por encima de la media.
- Se sentirá aislado. Cuanto más evidente se haga que está siendo acosado, sus compañeros lo tratarán como un apestado, no quieren ser los siguientes, justificarán que existen razones para que sea acosado y finalmente reproducirán la dinámica de acoso despreciando su trabajo y colaborando con el acosador. La empresa toma también una actitud pasiva en el tema, sabe lo que pasa pero prefiere perder a varios trabajadores acosados antes que a un mando.
- Dudará de si mismo, ¿me lo estoy imaginando todo? El acoso es gradual, empieza de manera imperceptible, invisible, y va creciendo hasta que se hace insoportable, puede incluso llegar al asesinato.
- El hecho de acudir cada día al trabajo, te crea una situación de ansiedad, pensando en que trampa te habrá preparado hoy.
Espero que este escrito sirva de algo, si estás sufriendo acoso tu mismo, o alguien de tu empresa, solidarízate con el acosado, pon en conocimiento de la empresa lo que pasa. No permitas que se cometa ninguna injusticia, no colabores. Si no se ataja el acoso, tú puedes ser el siguiente. Que tu trabajo hable por ti. No tienes por que ser guapo, ni simpático, si haces tu trabajo correctamente, no tienes porque sufrir acoso.
#11 falta lo más importante: cómo defenderte ante el acoso. Grabadora, acumular pruebas. La grabadora es el único arma que recopila pruebas con fiabilidad. Todos los móviles tienen grabadoras.
#12 por desgracia a día de hoy la justicia no es la solución, ni existen leyes ni protocolos. Ni los jueces usan lo poco que hay salvo en contados casos. Y aun asi apenas tiene repercusión en los acosadores y las empresas.
#14 pues lo dudo, Dudo. Si hay una justicia que aún funciona, es la laboral. Lo digo con conocimiento de causa.
Hasta este párrafo “Y cuando me preguntan en algún sitio por qué no compro lotería de la ** les digo que no les doy mi dinero a los mafiosos” tenía dudas de que ong hablaba.
Me ha recordado esto:
http://ultimocero.com/destacada/2018/01/29/absuelto-mando-renault-amenazo-trabajador-la-factoria-palencia/