Durante los incendios del verano, que también afectaron gravemente a otras comunidades gobernadas por el PP —como Andalucía, Extremadura y Castilla y León—, el presidente nacional del partido, Alberto Núñez Feijóo, culpó al Gobierno central de Pedro Sánchez, a pesar de que la competencia en materia de prevención y extinción de incendios forestales es exclusivamente autonómica. Esta maniobra busca esconder su propia negligencia: no invertir lo suficiente en prevención, gestionar mal los fondos europeos y negarse a investigar los errores.