Juan Carlos Monedero enarbolaba la bandera del socialismo siglo XXI con una mano y con la otra, durante los seis años que vivió en Caracas, se embolsaba ingresos cercanos a los 6.000 euros mensuales (más del triple que un docente local). Entre los privilegios de los que gozaba figura una suite en el Hotel Alba (Hilton antes de su expropiación), donde residió. Tenía, prácticamente, todos los gastos pagados: alimentación, limpieza y algunos muy frecuentes en la categoría de «servicios especiales».