Motivado por la charla del club de lectura sobre Sección Oculta, me he animado a recoger cinco grandes piezas de nuestra arqueología y a darles un trasfondo mágico. Estos objetos podrían utilizarse, por supuesto, con el propio Sección Oculta, que se centra en las peripecias de los trabajadores del Museo Arqueológico Nacional, pero también podrían servir para juegos como La Llamada de Cthulhu, Aquelarre, Ragnarok o cualquiera en el que se pueda mezclar un entorno real con ciertos toques mágicos y de misterio.
Comentarios
¿Cómo no está el Cáliz de Valencia? ¿Y el brazo incorrupto de Santa Teresa (por algo lo tendría Franco en sus dependencias personales)? ¿Echáis en falta alguna otra reliquia o tesoro?
Ni Tizona, el Excalibur de España.