Tres meses no son muchos como para sentar cátedra sobre las consecuencias de la jubilación de Windows XP, pero sí apuntan en una dirección: los esfuerzos de Microsoft por liquidar el producto no están teniendo el efecto deseado por el fabricante, ni las ventas de Windows 8.x se han beneficiado.
Con los porcentajes que da no se puede llegar a conclusión alguna. Lo único que se podría decir es que “nadie” que estuviera usando XP ha dejado de usarlo.
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Con los porcentajes que da no se puede llegar a conclusión alguna. Lo único que se podría decir es que “nadie” que estuviera usando XP ha dejado de usarlo.