Durante su etapa como profesor en la Universidad de Jena, Hegel tuvo la oportunidad ver a Napoleón recorriendo la ciudad alemana después de que las tropas francesas vencieran a las germanas. El impresionado filósofo escribió a un amigo contándole lo «maravilloso» que había sido ver «esa alma del mundo, cabalgando a través de la ciudad para explorarla». Ahora, más de 200 años después, el pensador Hans Ulrich Gumbrecht sentencia en su libro El espíritu del mundo en Silicon Valley (recién editado en español por Deusto): «Si Hegel estuviera vivo a
Comentarios
Como se parece ese tal Hans al zanahorio
Pues parece que un mastuerzo natural como el de la foto de la entradilla tampoco lo podemos controlar.
Un puto niño de 2 años puede controlar a un premio nobel.
Una madre analfabeta puede controlar a su hijo campeón de ajedrez.
Un simio musculado de hombres y viceversa puede controlar a una doctora en física cuántica.
Es posible controlar a una inteligencia artificial superior a la nuestra, solo es necesario controlar el relato y las emociones (en el caso de los humanos), o la mierda análoga a las emociones en el caso de una inteligencia artificial.
Todavía no han llegado a la inteligencia de una rata y habla de superar la inteligencia humana. Lo creeré cuando lo vea.