Hace 8 años | Por --464205-- a malavida.com
Publicado hace 8 años por --464205-- a malavida.com

Repasamos cinco servicios que han cambiado Internet y nuestras sociedades de uno u otro modo. Desde el acceso al conocimiento, los buscadores y la ordenación de la información, la compra a distancia o el consumo de cultura en línea

Comentarios

Razorworks

#4 Morgan era el bot del IRC de Terra.

Razorworks

Buenos tiempos cuando el IRC, con servidores ircu, UnrealIRCd... ¿alguien se acuerda de Morgan?

#2 Yo recuerdo IRC, pero no Morgan ¿Qué es?

Gunther.Frager

#2 Yo en los inicios de internet usaba servicios de envío de shareware utilizando el mail y el ftp. No existían navegadores, salvo algo llamado gopher, que no era un navegador ni de lejos. De foros nada.

Vamos que viví la prehistoria de Internet.

Un saludo.

musg0

#6 Para foros había Usenet, pero la manía de cada empresa de crear islas para poder sacar dinero con la publicidad hizo que lo que podía haber sido el mayor foro mundial federado de intercambio de mensajes se quedara en nada, segmentado por miles de foros web desconectados unos de otros.

El mayor fallo de los servicios primigenios creo que ha sido que los protocolos no han sido actualizados para los nuevos usos que han ido apareciendo. Así, estos servicios han quedado obsoletos porque los usuarios demandaban nuevas funciones que no han aparecido y han hecho que los usuarios dejaran esos sistemas por considerarlos obsoletos.

En la web, al no estar atado a ningún estándar han ido apareciendo nuevos servicios (foros con avatares, mensajes privados, sistemas de votaciones de artículos y moderación, envío de ficheros sin tantas trabas, etc) que no se han implementado en Usenet, IRC, etc pero lo que se ha ganado en funcionalidades nuevas se ha perdido en estandarización y número de usuarios potenciales. Cada foro y cada sistema de chat es una isla que no se comunica con los demás y la gente va y viene de unos a otros según modas o debido al efecto red cuando unos servicios se hacen más populares.

Gunther.Frager

#17 Exactamente USENET.

Mi trabajo hacia que mis intereses se dirigieran a otros lares en esos años. Ni me preocupaban los foros, chats y demás jardines.

D

¿Esto llega a portada y nos habla de google, wikipedia, etc? Mi ojete se abre y cierra de par en par y no acierto a encontrar respuestas. Vais a acabar conmigo un día de estos...

Varlak_

#5 ni del porno infinito

zeioth

Todavía hay cantidad de canales de IRC con mas de 1000 usuarios conectados a la vez. Yo no lo daría por muerto tan rápido.

D

18 meneos en 51 minutos, y en portada. Aquí huele a gato encerrado.

Gunther.Frager

No puedo poner ningún pero al articulo.

Sin embargo, el tema del Whatsapp me toca un poco los cojones; si millones de moscas les gusta la mierda, y te quieres comunicar con ellas tienes que usar mierda.

El Telegram es multiplataforma con una única cuenta, ligada a tú número de móvil. Además permite el envío de todo tipo de ficheros. Pero no, a usar el güasap.

M

#10 El MSN Messenger era también una mierda, poca gente se acuerda de los fallos al enviar cosas entre usuarios o de cuando se caía todo el sistema y nadie se podía conectar. Lo que pasa que después le ponías algún extra y la cosa era un poco más interesante, pero de serie era una mierda y lo usamos durante años.

Gunther.Frager

#13 Si bueno, eso ya llegó más tarde para mí. Lo estuve explorando por su posibilidad de videoconferencias antes de que naciera el Skype.

Estuve estudiando la posibilidad de integrarlo en una plataforma que estaba desarrollando, pero no pudo ser. La integración, no la plataforma la cual, que yo sepa, se utiliza todavía

Quitatelavenda

#14 nuestras sociedades quiere decir en términos generales

Quitatelavenda

Ahora la pregunta del millón, ¿el cambio en nuestras sociedades ha sido a mejor o a peor?

M

#11 Como todas las herramientas, depende del sentido en que lo uses.

laeknishendr

Nada nuevo bajo el sol.

Esfingo

Falta el porno, el verdadero motor de Internet

Mister_Lala

#12 Eso venía a decir yo, que antes tenías que pasar la vergüenza de ir a comprar una revista en el kiosco.