El cerebro no lleva nada bien que le cambien las horas de sueño, ni la frecuencia con que se suceden luz y oscuridad durante la jornada. Esta alternancia marca los llamados ciclos circadianos, que regulan muchas de las funciones metabólicas del cuerpo. El malestar puede durar días y aguar el viaje a más de uno. Científicos, ingenieros e incluso artistas ya se esfuerzan en idear soluciones tecnológicas para que las diferencias horarias no impidan a los veraneantes disfrutar de sus bien merecidas vacaciones.
Comentarios
¿Jet lag? Mejor dicho..." Jet lag?"
¿Acaso no estamos escribiendo en español? Creo que hay palabras en español para denominar ese fenómeno, por ejemplo "descompensación horaria", etc.
Tengo la solución: no subirte en un avión e irte de vacaciones en ¡bicicleta!
habitante con el beneplácito de@jagüi
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La mayoría de la gente se va de vacaciones para ponerse de los nervios, no para relajarse y descansar.
Mucha gente llega de las vacaciones más hecha polvo que si estuviese haciendo trabajos forzados durante todo el año.
Las mejores vacaciones se pasan sin salir de casa, escribiendo en Menéame.